COMODORO RIVADAVIA (RedDES) - A principios de septiembre comenzó a viralizarse el video de un empresario, Carlos Ferragut, en el que promociona el “agua alcalina hidrogenada” que él produce como “terapia aleatoria” para el tratamiento de la COVID-19. Pero se trata de otra desinformación: según infectólogos, toxicólogos, epidemiólogos, dietistas, químicos, bioquímicos y divulgadores científicos consultados por RedDes, no hay evidencia científica de que la sustancia produzca beneficios contra la enfermedad respiratoria ocasionada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2. Por lo tanto, el contenido es falso.  

El video fue compartido por usuarios al menos 7.000 veces en Facebook y tuvo más de 3.000 reproducciones en YouTube (ver acá). También llegó más de 30 veces al número de WhatsApp de Chequeado (+54 9 11 3679-0690) para ser verificado. El empresario también brindó entrevistas a diarios digitales, radios de distintos puntos del país y televisión abierta.

Ferragut aclara que el agua “no cura ni nada que se le parezca”, pero lo sugiere al relatar que tiene testimonios de personas que tuvieron COVID-19, que comenzaron a tomar “agua hidrogenada alcalina” y que habrían sentido una mejoría de los síntomas.

Incluso afirma que algunos pacientes sustituyeron el agua que tomaban por su producto  “y no solamente salieron del problema, sino que acortaron el tiempo de residencia a la mitad dado que a los siete u ocho [días] de su ingesta, es decir de nuestra agua, les daba negativo el examen PCR”. 

Según el empresario, el “agua alcalina hidrogenada” se produce por medio de “una especie de electrólisis”, un proceso que asegura que él inventó, y que da como resultado “agua con un pH superior” y “rica en hidrógeno”, que tendría beneficios terapéuticos.

Qué dicen los expertos 

Sin embargo, a la fecha, especialistas aseguran que no hay evidencia científica que haya probado que el consumo de alimentos alcalinos o agua hidrogenada alcalina sean efectivos para eliminar el nuevo coronavirus, ni otras enfermedades. 

”No se han encontrado ensayos clínicos controlados (ECC) en seres humanos que demuestren beneficios sobre la salud, prevención y/o cura de enfermedades debido al consumo de este tipo de aguas alcalinas”, asegura un informe de los médicos toxicólogos Horacio Trapassi (Neuquén), Aldo Sergio Saracco ( Mendoza) y Lorena Vela (Neuquén), doctora en Hidrología Médica, especialista en aguas para consumo, publicado por la Sociedad Iberoamericana de Salud Ambiental (SIBSA). 

Además, advierten que los estudios que suelen mencionarse en algunas publicidades de aguas hidrogenadas son en cultivos celulares y en ratones. “En el primer caso, se menciona cómo el H2 aplicado de forma gaseosa podría reducir el daño de especies reactivas de oxígeno (ROS). En el segundo caso (estudio en ratones), se estudió el H2 inhalado y por vía oral, objetivando que provoca la liberación de la hormona orexígena grelina en estómago. Esta hormona podría explicar algún beneficio neuroprotector en un modelo de enfermedad de Parkinson en ratones, pero se desconoce por completo la utilidad en humanos, ya que -como se mencionó anteriormente- no hay ningún ensayo clínico controlado”, agregan. 

En tanto advierten que al ser una hormona promotora de la hormona del crecimiento,“es indispensable evaluar si tendría algún impacto sobre crecimientos tumorales”.

Qué es el “agua hidrogenada alcalina” 

Según explica el informe de la SIBSA,“el agua hidrogenada se trata de agua a la que se le aumenta su contenido de hidrógeno (H2), mediante ruptura (electrólisis) de moléculas de agua (H2O)” y que “este cambio ocasiona que el pH del mencionado fluido se vuelva más alcalino, oscilando, según informan las etiquetas de algunos productos, entre 8 y 9”. 

El Código Alimentario Argentino establece que el máximo de alcalinidad del agua para consumo humano no puede superar el pH 8,5 y no está regulada la adición específica del H2 con ningún método. 

Finalmente, sostiene que “hasta el día de hoy no se ha encontrado una regulación específica de las aguas hidrogenadas/alcalinas como alimento (CAA) ni como producto de uso médico (ANMAT) en prevención/cura de enfermedades. No se han encontrado Ensayos Clínicos Controlados que demuestren los beneficios publicitados por comerciantes que elaboran aguas hidrogenadas/alcalinas”.  

La acción “terapéutica” 

En el video que se hizo viral Ferragut asegura que el común denominador de las muertes por COVID-19 se produjeron por “déficit de oxigenación, coagulopatía, reducción del volumen de la orina, elevación del lactato, acidosis metabólica, hipertensión o hipotensión arterial, y una inflamación generalizada”.

En ese proceso, según él, se liberarían citoquinas y radicales libres, complicando el cuadro general del paciente. Al consumir agua hidrogenada alcalina, sostiene, el paciente mejoraría los síntomas de la enfermedad.  

Consultado por ReDES sobre las afirmaciones del empresario, el médico Pablo Scarpelatto, jefe de Infectología del Hospital Santojanni, aseguró que “gran parte de los procesos que describe como denominador común de las muertes por COVID-19 constituyen el denominador común de muchas de las muertes ocurridas por infecciones o por grandes traumas, por lo que el enunciado resulta absolutamente impreciso”.

Sobre el tratamiento con ese tipo de agua de pacientes con coronavirus, Scarpelatto sostuvo: “No conozco ninguna publicación que muestre evidencias (teóricas o empíricas) del beneficio del uso de agua alcalina hidrogenada para COVID-19 ni para otras enfermedades”.

Por otro lado, hay estudios científicos que sugieren que el agua alcalina podría llegar a servir para el reflujo ácido o la presión arterial alta, pero no hay documentos que vinculen la ingesta de ese tipo de agua con el tratamiento del COVID-19 u otras patologías que se afirman.

ReDES dialogó con Ferragut, quien explicó parte del proceso de fabricación y remitió información y una presentación del producto que elabora. 

Con esa documentación, RedDES consultó a Luis Baraldo, doctor en Química y vicerrector de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), quien analizó las afirmaciones más importantes en torno al producto.

El agua alcalina no aporta ningún beneficio particular

Baraldo indicó que “por lo que describe, el agua es muy levemente alcalina”, y que el hecho de “que sea alcalina no es algo particularmente útil”. 

En ese sentido, apuntó que el cuerpo tiene mecanismos de regulación. “Consumir agua con ese nivel de alcalinidad no tiene ningún impacto; el organismo ni se entera, porque tiene capacidad de ajustar el pH de solución muy fácilmente”, dijo Baraldo. 

Joe Schwarcz, director de la Oficina de Ciencia y Sociedad de la Universidad McGill en Montreal, Canadá, sostuvo, en una nota con el periódico The New York Times, que “nuestro cuerpo mantiene el pH de la sangre entre 7 y 7,4, que ya es alcalino. Si lo alcalinizara más, no tendría que preocuparse por la enfermedad porque estaría muerto”.

Tanis Fenton, dietista y epidemióloga de la Escuela de Medicina Cumming de la Universidad de Calgary, dijo también al New York Times que “no hay ciencia que lo respalde”. “Si bebe agua que es ligeramente alcalina, el ácido clorhídrico en el estómago lo neutraliza rápidamente antes de que sea absorbido por la sangre”, aseveró.

Por su parte, Lorena Vela, doctora en Hidrología Médica y especialista en aguas de consumo,  que “hay aguas naturalmente alcalinas, las de nuestros ríos por ejemplo, y no por eso son para tratar COVID-19”.

“No es una propiedad que por sí sola pueda definir a un agua como mineromedicinal. Hay aguas termales alcalinas en el mundo que son famosas por los minerales especiales que contienen, con gran capacidad en inversión en investigación y profesionales dedicados a ello y ningún centro termal ha publicado investigación que demuestre que aguas de pH alto ayuden a recuperar a los pacientes con COVID 19”, indicó.

Cabe recordar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) aclaró que “no existe” aún una cura para la enfermedad respiratoria que ocasiona el nuevo coronavirus, y en sus recomendaciones no incluye el consumo de alimentos alcalinos. 

El hidrógeno molecular puede tener un efecto antioxidante, pero…

Baraldo indicó que “la presencia del hidrógeno molecular” en el agua, que promueve Ferragut como un factor que podría mejorar los síntomas del COVID-19, “sería muy pequeña” y que “podría ser que tuviera algún efecto de las cosas que se anuncian, como efecto antioxidante, pero estamos hablando de cantidades muy pequeñas”. “Es mucho mayor el efecto antioxidante de productos que consumimos en nuestra dieta habitual”, dijo. 

Y agregó: “Es posible que el hidrógeno, que es una molécula reactiva que no consumimos, pueda tener algún efecto, no lo descarto, pero seguro no es un tratamiento universal, ni aumenta el nivel de energía”.

El bioquímico y divulgador científico José Miguel Mulet, a su vez, aseguró en una nota al portal El Confidencial, de España, que “el agua enriquecida con hidrógeno tendría que pasar por nuestro estómago, lo cual ya alteraría sus supuestas propiedades, y después habría que aclarar cómo es absorbida por el intestino”. Y que, en el caso de que el hidrógeno extra llegase hasta las células, “no está demostrado que tenga algún efecto beneficioso”. 

En tanto, el licenciado en Química Carlos Soria, del Departamento de Química  de la Facultad de Ingeniería de la Universidad del Comahue, apuntó que se han publicado algunos resultados de tratamientos con agua “hidrogenada”, “pero esta se produce in situ y de manera sui generis, tal que se consiguen altas concentraciones de gas disuelto estables durante un periodo apto para realizar estudios”. “Faltan trabajos con más peso estadístico para poder aseverar los efectos y eventualmente recomendarla para tratamientos”, agregó.

No aporta más oxígeno en sangre, ni produce un mayor rendimiento muscular 

Baraldo sostuvo también que “de ninguna manera” esta supuesta solución “aporta más oxígeno en sangre ni produce mayor rendimiento muscular”. “El argumento [de Ferragut] es contrario: por un lado, dice que tiene mayor capacidad de reducción de oxidación porque tiene hidrógeno molecular, y después dice que tiene más oxígeno. Las dos cosas a la vez no pueden ocurrir, no tiene sentido”, resaltó.

Soria asegura que “como afirman los médicos, la base estadística es muy pobre para sostener esto -que mejora el rendimiento y produce más oxígeno en sangre- o directamente no existe”.

No está confirmado que el agua alcalina hidrogenada hidrate más

Ferragut afirma también que el agua alcalina hidrogenada hidrata más y repone “el equilibrio electrolítico, debido a las moléculas más pequeñas, que se absorben más fácilmente”. “Mezcla dos cosas que son ciertas, pero una no tiene que ver con la otra”, aseguró Baraldo, y explicó que el hecho de que las moléculas sean más pequeñas no garantizan una mejor hidratación. 

“No hay ninguna evidencia de que esta agua alcalina hidrate más que el agua, ni seis veces, ni siete, ni nada”, dijo el especialista.

Entre los documentos científicos que citó Ferragut y envió a ReDES, tampoco hay un estudio científico que lo confirme.

Dudas sobre el proceso para elaborar el producto

Cuando la persona transpira, pierde agua y sales. Si el agua que vende el empresario repone electrolitos, como lo afirma, “seguramente tiene sales”, dijo Baraldo.

“La sal es indispensable para que se pueda conducir electricidad, es cierto que la reacción ocurre en los electrodos de platino como lo señala, pero no hay manera de que se pueda electrolizar una solución acuosa sino se le agrega un conductor”, apuntó el vicerrector de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA. 

Consultado sobre el punto, Ferragut negó que el producto tuviera sal y dijo que hacen una “especie de electrólisis, no es una electrólisis propiamente dicha, y no usamos para nada sal, solo rompemos la molécula mediante el proceso que inventamos y la ordenamos de una manera diferente. No le agregamos absolutamente nada”, aseveró.

Por su parte, Soria apuntó: “Estoy de acuerdo, la electrólisis del agua pura sería, industrialmente, extremadamente costosa. Algún aditivo debe haber, ya sea añadido o por pasaje a través de algún sistema de intercambio de iones”. 

La evidencia anecdótica no es suficiente para acreditar los beneficios de un producto

En el video donde promociona su producto, Ferragut aportó a ReDES testimonios grabados de personas que habrían padecido COVID-19 o cáncer, consumieron el “agua hidrogenada alcalina” y aseguran que tuvieron una mejoría. 

Baraldo advirtió que para probar la efectividad de un tratamiento de forma científica, se deben cumplir varias etapas, no alcanza el testimonio anecdótico de una persona. 

La planta de “agua alcalina hidrogenada” no está habilitada por la Provincia

Ferragut informó que la planta donde produce el agua se encuentra en la localidad de Parada Robles, Partido de Exaltación de La Cruz, Provincia de Buenos Aires. Y que desde allí distribuye y comercializa el agua a todas las provincias.

ReDES fue hasta el lugar y comprobó que en la dirección indicada efectivamente se encuentra el establecimiento con el nombre de la empresa. 

El empresario proporcionó una copia de la habilitación provisoria municipal (con fecha de inicio de actividades de febrero de 2020), y la constancia con el número de Registro Nacional de Establecimiento (RNE) en trámite a nombre de su mujer. El RNE es el número identificatorio que otorga la Autoridad Sanitaria Jurisdiccional (ASJ) competente a todo establecimiento o fábrica de alimentos que desee comercializar sus productos.

En la Provincia de Buenos Aires, el organismo a cargo de ese registro es la Dirección de Industrias y Productos Alimenticios (DIPA), dependiente del Ministerio de Desarrollo Agrario bonaerense. 

Consultado por ReDES al respecto, el Ministerio respondió: “La planta no fue inspeccionada, ni habilitada por personal del Ministerio de Desarrollo Agrario de la Provincia de Buenos Aires”.

Aclararon que si el establecimiento tiene la habilitación “en trámite” no puede funcionar. Y si estuviera habilitada la planta y el producto en trámite, sí podría comercializar a los 30 días hábiles de iniciado el trámite.

Sobre las habilitaciones, el Ministerio aclaró que “una vez que el municipio da el OK, se tiene que inscribir sí o sí”.

Esta nota fue producida por la Red Federal contra la Desinformación (RedDES), una red colaborativa federal de medios creada para producir y difundir verificaciones de rumores y contenidos falsos sobre coronavirus que están circulando a través de las redes sociales. Las vías de contacto son: por mail a [email protected] y /Chequeado en todas las redes. Si te llegó información sospechosa por WhatsApp podés enviarla al 11.3679.0690 para su verificación.

Si querés estar mejor informado sobre la pandemia, entrá al Especial Coronavirus.

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