El chofer de un colectivo se olvidó de un nene de 2 años y lo encontró muerto en plena ola de calor en Brasil
El joven no llegó con vida al hospital en una jornada de muy altas temperaturas que preocupan por el impacto climático.
Trágicamente, un nene de dos años falleció en San Pablo debido a la ola de calor extremo que afecta a Brasil. Según la policía local, el niño fue olvidado en un colectivo escolar con una sensación térmica superior a los 40 grados y una humedad menor al 20%.
El menor fue identificado como Apollo Gabriel Rodrigues, de 2 años, y el chofer explicó que el pequeño había ingresado al transporte escolar llevado por su madre a eso de las siete de la mañana en la localidad de Vila María, zona norte de San Pablo, para ir al jardín maternal al que iba todos los días. Tanto el conductor como su esposa se olvidaron de que baje, dejaron a todos los demás en las instituciones correspondientes y a las cuatro de la tarde se percataron de lo ocurrido cuando fueron a retirar el vehículo.
Pese a haberlo llevado al Hospital Municipal José Stóropolli, en Vila María, el joven no sobrevivió y la policía procedió a detener tanto al hombre como a su esposa acusados de homicidio doloso, según informó la cadena Globo.
Hasta el viernes el Instituto Nacional de Meteorología declaró el alerta rojo por las elevadas temperaturas fuera de época y sin previsión de reducción debido al calentamiento de las aguas del Atlántico producto del fenómeno El Niño.
La ola de calor extremo que afecta a la mayor parte de Brasil esta semana provocó un récord histórico en la demanda de consumo de energía del país que es la principal economía latinoamericana, informó el Operador Nacional del Sistema Eléctrico (ONS). La demanda de energía en el sistema nacional llegó el martes a a 101,5 gigawatts (GW), un 0,5% más que la mayor marca registrada el lunes.
Brasil se encuentra en alerta roja por las altas temperaturas alcanzadas en esta semana de noviembre que marcan al menos 5 grados Celsius más que el promedio histórico para la época del año, al punto que se registraron en la zona oeste de Río de Janeiro 58 grados de sensación térmica el martes por la mañana.