El dato excepcional que explica por qué las Rutas 3 y 26 cercanas a Comodoro acumulan tanta nieve y hielo
Se trata de un punto geográfico a lo largo de toda la zona costera argentina, que involucra características inamovibles de la región y son el causante de este suceso climático.
La acumulación de nieve entre el cañadón Ferrays y Pampa Salamanca, sobre la ruta 3 o en Pampa del Castillo y el cruce de Holdich, en la ruta 26, son puntos excepcionales en la geografía del país. Esto explica por qué la acumulación de nieve y la baja temperatura se combinan para interrumpir la circulación vehicular, de modo similar a lo que ocurre en zonas de montaña, como puede ser la cordillera. Lo único que queda, frente a esos factores, es la prevención.
Hay un dato geográfico que involucra a las características inamovibles de la región y es que, tratándose de una zona adyacente al litoral marítimo, presenta alturas particularmente pronunciadas para zonas costeras.
"Nuestras Pampas (Pampa del Castillo, Pampa de María Santísima) están sobre los 700 metros de altura y en distancias cortas hacia el este (decenas de kilómetros) estamos a la cota de 0 metro en la costa -explicó el geólogo José Paredes-. Esa topografía es absolutamente inusual a lo largo de toda la Argentina".
Según ponderó el experto, "es el único lugar del país (si exceptuamos las zonas de cordillera o la zona de la Puna), en las que hay una diferencia de nivel tan alta y por eso la amplitud térmica entre la costa y la pampa es tan grande. Nosotros nos hemos acostumbrado a tener que subir la pampa cada vez que nos vamos para el norte, pero no hay nada parecido a lo largo de la costa argentina".
Pampa Salamanca se ubica en esas características, por lo que la acumulación de nieve y hielo en esa zona no es una novedad en cada invierno.
"Son algo más de 600 metros sobre el nivel del mar y por eso las temperaturas son muy bajas, porque se contrarresta el efecto de amortiguación que generaría el mar en la costa"; explicó, por otra parte, el licenciado en Protección Ambiental y máster en Cambio Climático Daniel Campano, también docente de la U.N.P.S.J.B.
"Es muy es mucha altura para tan corta distancia -añadió-. Si nosotros estuviéramos en un lugar al nivel del mar, a la misma distancia de la costa, las temperaturas serían mucho más elevadas".
SI HABÍA ALERTA NARANJA, LO QUE FALLAN SON LOS OÍDOS PARA ESCUCHAR LA ADVERTENCIA
Campano detalló además otras características del reciente fenómeno, al precisar que en términos globales, el clima está terminando la fase conocida como 'Niño', caracterizada por mayor humedad, luego de un extenso período de la 'Niña', con varios años de sequías, como fue notorio en el país y en la región patagónica en especial durante los últimos veranos.
"Estamos saliendo de una fase niño, que es de mucha precipitación y mucho calor a nivel mundial -detalló, en diálogo con Actualidad 2.0-. Lo usual es que entre una y otra haya una fase neutra, pero lo que está ocurriendo ahora es que estamos ingresando una 'Niña' inmediatamente de haber salido del 'Niño'. Como consecuencia, tenemos que esperar temperaturas más bajas, o sea, olas de frío y mayores sequías".
El experto destacó que se trata de un fenómeno muy extraño que la fase neutra lleve sólo un par de meses. Igualmente, aclaró que el fenómeno del último fin de semana no tiene que ver con la 'Niña', ya que se inició la fase neutra, como tampoco con el cambio climático.
"Lo que pasó fue algo pronosticado, fue por el paso de un frente polar. Nada extraño para la época ni nada nuevo para estas pampas -razonó-. Incluso escuché a una funcionaria comentó que deberíamos tener, como en Estados Unidos, el sistema que nos la alarma en el celular cuando se pronostican fenómenos como éste. Es una excelente idea porque los pronósticos no fallaron”.
“Es la gente la que tiene que ser consciente de cuando hay una alerta -añadió-, hay que atenderla. Lo mismo pasa con el dictado de clases, por ejemplo. Si ya se conoce una alerta naranja, con eso solo se deberían suspender las clases, no habría que esperar a ver qué pasa para después suspenderlas".
De igual modo, insistió el especialista, pese a que se conocía la advertencia del Servicio Metrológico, mucha gente optó por salir a las rutas.
LAS DECISIONES NO TOMADAS Y LAS ALTURAS IRREDUCTIBLES DE LAS PAMPAS
Si la altura de las pampas cercanas no se puede reducir y la nieve en invierno no se puede impedir, no queda más alternativa que prevenir.
Además de las conductas individuales, también cuenta lo que refiere a autoridades, tanto del sector público como privado, al no advertir que un temporal de magnitud pondría en riesgo a ómnibus turísticos, vehículos particulares con familias intentando disfrutar un fin de semana extralargo y empresas petroleras o de otras actividades que decidieron seguir con esquemas normales de trabajo.
El cierre de las rutas debería haberse producido ante el conocimiento de la alerta, sobre todo cuando hay advertencias que viene planteando el gremio de trabajadores de Vialidad Nacional, que han denunciado un severo recorte de recursos para esa repartición.
"Había poca sal y no había barredoras, pero cuando llegamos encontramos una en un galpón -describió el ministro de Seguridad, Héctor Iturrioz, en diálogo con canal 9-. No sé por qué pasa todo esto con esa repartición. Lo que sé es que no hubo ninguna autoridad de Vialidad Nacional cuando sacamos vehículos en la nieve, con familias en su interior. El plan invernal fracasó por completo".
Frente a ese combo de circunstancias, no puede culparse a la naturaleza por hacer lo que se espera en el invierno, aun con los cambios que se están produciendo con el clima. Mucho más difícil que reducir las alturas extraordinarias de las pampas chubutenses, parece ser el objetivo de convencer al gobierno nacional de que no todo gasto del Estado es innecesario. Sobre todo, cuando se ponen vidas en riesgo.
Esta vez, la naturaleza dio algunas ventajas, con un aviso temprano y un resultado que pudo ser peor. Si hay una próxima, nadie podrá alegar que no estaba avisado.