El Farallón de Comodoro, la roca que resiste el paso del tiempo y la fuerza del mar en Caleta Córdova
Se trata de una enorme pared de piedra de más de 20 millones de años que resiste el paso del tiempo en medio del mar.
“Si uno ve una foto del farallón un día soleado y te dicen que es Grecia, uno dice qué lindo que es Grecia, pero estando en la costa de Comodoro uno lo toma como algo que tiene menos valor, y tiene un valor escénico muy lindo e importante”.
Quien habla es el docente Nicolás Foix, doctor en geología e investigador del Conicet, que trabajó en el proyecto que declaró a Rocas Coloradas como Área Natural Protegida.
Ante la consulta por el farallón de Caleta Córdova, un lugar muy frecuentado por fotógrafos y amantes de la naturaleza, a modo de introducción el geólogo nacido en El Bolsón y graduado en la Universidad Nacional en la Patagonia San Juan Bosco, explicó las diferencias en las formaciones, para luego adentrarse en la explicación científica, de por qué esta enorme pared de piedra, de más de 20 millones de años de antigüedad, resiste el paso del tiempo en medio del mar.
“Primero hay que entender las diferencias de las rocas. Si miramos las costas que están cercanas a Rada Tilly y Comodoro tienen cierto aspecto, pero si miramos al norte: Kilómetro 5, kilómetro 8, la roca tiene otro aspecto. Entonces por más que tengamos el mismo mar, cambia la geología y cambia el aspecto de la costa. Pero si nos vamos más al norte, a Rocas Coloradas, cambia de nuevo la geología, entonces cada sector tiene su particularidad, según las rocas que tiene en ese lugar”.
Siguiendo esa lógica Foix asegura que la roca del farallón es la misma roca que se puede ver frente al Predio Ferial, frente al Aeropuerto General Mosconi, en Kilómetro 12 o 14, pero también en Barrancas Blancas. Integra la formación Sarmiento (denominación geológica que se realiza para su estudio), y está formada por ceniza volcánica.
“Esas rocas tienen entre 20 y 40 millones de años. En el pasado había volcanes funcionando en la Cordillera y tiraban más cantidad de cenizas de la que llega ahora. Acá llegaban muchos metros de cenizas que iban tapando la región, entonces esas rocas blancas son ceniza volcánica transformada en piedra y tienen fósiles de mamíferos; vertebrados. Incluso en algunos lugares se han encontrado muy buenos ejemplares”, dice metiéndose de a poco en el tema.
Foix asegura que esa característica le confiere una particularidad a la roca; que logra paredes verticales. “Es una roca que decimos que es muy cohesiva porque logra paredes verticales bastante estables, por eso tenemos acantilados que son muy vistosos en Barracas Blancas".
"En el Farallón tenemos un acantilado que es castigado por el mar, la energía de las olas, y lo va desgastando de a poco y cada tanto se va desmoronando de poco, como hemos visto en varios lugares. Pero por algún motivo, las rocas no siempre tienen la misma dureza, por más que sea la misma roca. Tiene que ver por cómo circula el agua y demás, y en particular allí es como que el acantilado ha resistido más. El acantilado es como que está retrocediendo, le va ganando al mar, se va derrumbando de poco, y ese sector ha quedado en pie; Resiste aún más la erosión de las olas que socavan, generan cuevas y van desgastando y rompiendo lentamente”.
Foix asegura que el farallón ya sufrió desmoronamientos. No es la misma roca que hace millones de años y lo que hoy ve el turista es lo que quedó. En ese sentido, no duda en afirmar que en otros tiempos pudo haber otros farallones en la zona, pero por su desgaste ya no son visibles o desaparecieron.
“Es como un capricho de la naturaleza, porque es la interacción entre el mar y la roca. Seguramente antes fue más grande, y antes fue parte de la costa, y ahora cada vez va a ser más chico e incluso se puede desmoronar o puede desaparecer, pero no lo vamos a llegar a ver”, asegura el geólogo sobre esta roca que cautiva a los fotógrafos y regala hermosos paisajes en el sur de la Patagonia.