El misterioso castillo patagónico que atrae a miles de turistas, pero nadie puede habitar
La Residencia El Messidor, en Villa La Angostura, es un imponente castillo francés que guarda secretos históricos, aunque sus lujosas instalaciones están reservadas únicamente para invitados oficiales.
Ubicada en Villa La Angostura, en plena Patagonia Argentina, la Residencia El Messidor es una construcción de estilo francés, rodeada de un entorno natural incomparable que atrae cada año a miles de turistas. Sin embargo, a pesar de su magnético atractivo, ningún visitante puede alojarse en sus lujosas habitaciones debido a que, desde 1964, funciona exclusivamente como residencia oficial del gobierno provincial de Neuquén. Esta política restringe el acceso a quienes no cuenten con una invitación especial del mandatario en funciones.
Construida en 1942 por el célebre arquitecto Alejandro Bustillo, la residencia se extiende sobre 36 hectáreas de jardines diseñados al estilo francés, junto a las orillas del lago Nahuel Huapi. A lo largo de su historia, este castillo ha albergado a figuras ilustres, desde presidentes argentinos hasta personalidades internacionales. Juan Carlos Onganía fue el primer jefe de Estado en hospedarse aquí, seguido por otros mandatarios nacionales como Raúl Alfonsín y Carlos Menem. Entre los invitados extranjeros, se cuentan el dictador paraguayo Alfredo Stroessner, el Rey Juan Carlos I de España y un emperador japonés, todos atraídos por la majestuosidad de El Messidor y sus alrededores.
No obstante, la residencia también fue escenario de momentos oscuros de la historia argentina. Durante el gobierno militar, Isabel Perón fue retenida en esta misma propiedad, en calidad de prisionera, por casi siete meses. El Messidor fue utilizado, además de como residencia, como centro de detención, dotando al castillo de una carga histórica singular y compleja que aún resuena en sus muros.
Hoy en día, El Messidor sigue siendo un espacio protegido por el gobierno de Neuquén, que destina la residencia a fines oficiales y actos protocolares. Por este motivo, los turistas pueden apreciar la magnificencia de sus exteriores y jardines, pero el acceso a sus elegantes habitaciones y salones queda exclusivamente reservado para aquellos que cuenten con una invitación oficial.
Con información de Noticias Argentinas, bajo supervisión y edición de un periodista de ADNSUR.