El plazo fijo UVA, el instrumento de ahorro que "promete" pelearle a la inflación
Mientras la inflación sigue disparada por distintas variables, que dependen de la economía argentina y también del conflicto mundial que desató la invasión de Rusia a Ucrania, los analistas recomiendan con creciente énfasis la alternativa del plazo fijo ‘UVA’ para quienes no sólo buscan ahorrar, sino también guardar esos pesos con los que a fin de mes deberán pagar el creciente costo de impuestos o facturas de servicios públicos.
Ya hemos hablado en este espacio de las ventajas que parece ofrecer el Plazo Fijo UVA, actualizable a través de los índices de inflación, que además suman un 1 por ciento adicional, por sobre el IPC acumulado en el período de depósito, siempre que se cumpla con el mínimo de 90 días de ‘parking’ o espera.
“Rompa el vidrio” en caso de emergencia
Una segunda modalidad, dentro del mismo instrumento, es el P.F UVA precancelable, es decir que puede retirarse antes del lapso mínimo de 90 días. En ese caso, se pierde la renta adicional, pero igualmente se logra un interés que según algunos especialistas, se ubica en torno al 37 por ciento anual, es decir en un 3,1 por ciento mensual.
¿Cuál es la ventaja, entonces, si queda por debajo de la inflación mensual (febrero estará cerca del 4 por ciento) y también por debajo del plazo fijo convencional, que hoy ofrece casi un 3,5 por ciento mensual, a partir de la reciente suba hasta el 41,5 anual?
El dato diferencial de esta opción, sin embargo, aparece ante la posibilidad de que el ahorrista ‘pueda bancar’ los 90 días de espera. En efecto, el PF UVA precancelable da la opción de sostener la plata guardada durante los tres meses mínimos que requiere este instrumento para abonar la renta adicional, pero al mismo tiempo “deja la puerta abierta” para, en caso de emergencia, retirar el efectivo antes, por ejemplo a los 31 días.
Es decir, juega con la misma ventaja que ofrece el PF UVA no precancelable, en el que sí o sí deberán esperarse los 90 días, pero al mismo tiempo posibilita la alternativa del rescate anticipado.
La opción puede ser útil a quienes, por ejemplo, saben que a principios del mes próximo deberán afrontar una deuda determinada. Por ejemplo, las facturas de servicios públicos e impuestos, que pueden sumar unos 30.000 pesos o más, contando desde televisión hasta celulares, pasando por inmobiliario, automotor, electricidad y gas y deciden depositar el dinero con anticipación, pero especulando además con la posibilidad de pagar ese costo fijo por otra vía (tarjeta de crédito, o un ingreso adicional).
Llegado el caso, podrán evaluar si conviene seguir adelante, a la espera del premio prometido por el UVA, pero con la disponibilidad de hacerse del efectivo antes de tiempo, en caso de emergencia.