El tesoro oculto de la Patagonia Argentina: los hongos y sus beneficios
El potencial de los hongos en la Patagonia Argentina es un mundo subterráneo de sabores exquisitos y beneficios para la salud que están revolucionando la forma en que nos alimentamos.
En el corazón de la Patagonia Argentina, se encuentra un tesoro oculto que ha capturado la atención de investigadores y amantes de la gastronomía: los hongos. Recientemente, Esquel fue sede del Congreso Internacional sobre Hongos Micorrízicos Comestibles, donde expertos de diversas disciplinas se reunieron para discutir el potencial de estos organismos subterráneos.
Según Jesús Moreno, destacado investigador mexicano, la Patagonia es un punto caliente de biodiversidad fúngica, con más de 30 especies identificadas como comestibles, incluyendo 10 que son endémicas de la región. Entre ellas, destaca la gírgola, un hongo con altos contenidos de proteínas, vitaminas y minerales que crece con facilidad en la región.
La versatilidad de los hongos patagónicos no solo radica en su valor nutricional, sino también en su capacidad de cultivo durante todo el año en ambientes controlados. Esta característica los convierte en una alternativa sostenible y accesible para la generación de alimentos nutritivos en regiones con potencial aún por explotar, como Argentina.
Los hongos no solo representan una oportunidad para la seguridad alimentaria, sino también para la mitigación del cambio climático y la promoción de una alimentación saludable y sostenible. Con el creciente interés en la producción y consumo de hongos a nivel mundial, la Patagonia se posiciona como un actor clave en la revolución alimentaria del siglo XXI.
El mensaje de los hongos es claro: ofrecen una vía hacia un futuro más sostenible y nutritivo. Es hora de escuchar su llamado y explorar los beneficios que este tesoro subterráneo tiene para ofrecer.Situaciones como la pandemia empujaron a la sociedad a repensar las viejas costumbres y a crear nuevas maneras de vivir, de alimentarse y de vincularse con la naturaleza.
“Cuando se vive una crisis económica, como la que atravesamos por la pandemia, se puede recurrir a estas prácticas para el autoabastecimiento. Si en vez de comprar productos como la carne, tenemos la capacidad de producir nuestros propios alimentos, con similar o mayor capacidad nutricional, estamos teniendo un ahorro económico y, adicionalmente, estamos consumiendo un producto de alto valor nutricional”, resumió el doctor Moreno.
Y concluyó: “En la última década, ha crecido enormemente en el mundo el consumo y la producción de hongos”.