Entre paseos y caricias, la creativa estrategia que impulsaron mascoteras de Rada Tilly para fomentar la adopción de perros
Cuatro adopciones en menos de dos semanas tienen explicación. En Rada Tilly, lo que parecía una linda idea para que los perros del dispensario canino tengan un momento de recreación, terminó siendo una genial estrategia de adopción y en el último mes los caniles empezaron a vaciarse. En esta crónica de puro amor perruno te contamos cómo surgió, los resultados, y lo que significa ayudar en esta lucha contra la superpoblación canina, una responsabilidad de todos que pelean unos pocos.
Claudia Gorosito es mascotera de toda la vida. En su momento integró el grupo Alma de Comodoro Rivadavia y hace años en forma individual rescata perros, que una vez que están bien alimentados y sanos trata de darlos en adopción.
Hace unas semanas ella se sumó también al grupo de mascoteras que funciona en Rada Tilly, un conjunto de vecinas de la localidad que quieren darle una vida mejor a los animales que están encerrados en el dispensario, pero también colaboran con la búsqueda cuando un perro se pierde en la villa o en Comodoro; una red aceitada que da muy buenos resultados.
Claudia se sumó porque se enteró de la campaña de paseos que impulsaron para que los perros del dispensario tengan un momento de recreación. Quería ayudar de alguna manera y como siempre terminó involucrándose y siendo una de las más activas de esta estrategia que hizo que aumenten las adopciones de perros; una idea de puro amor.
Según explicó, la idea surgió para fomentar la adopción de perros. “Estaba la inquietud de que estos perritos estaban encerrados hace muchísimo tiempo y no salían. A diferencia de otras épocas ahora estaban gorditos, higienizados, había calefacción, pero en otros años no los contenían. Entonces en base a eso surge la inquietud de las chicas. Era sacarlos a pasear para que se puedan distraer un poco y de esa manera liberen el estrés del encierro, que era lo que le pasaba a Bali, que eran muy perros muy grandes y estar encerrados nueve meses era demasiado”.
Claudia contó que el grupo le propuso a la Municipalidad que las dejen sacar a pasear los perros en el horario de trabajo municipal. Luego de un primer encuentro llegó la respuesta de la comuna y así comenzó a implementarse la Jornada de Paseos, tal como la denominaron.
El resultado fue exitoso. Nilo, el hermanito de Siria (ella fue adoptada esta tarde), fue adoptado por una joven que lo paseaba, lo mismo sucedió con Raffa. Mientras que a Bali (foto de portada) lo adoptó un joven de Comodoro que lo iba a llevar a pasear, pero ni bien lo vio lo sumó a su familia.
Las mascoteras pensaron en todo. Para fomentar los paseos hicieron videos de los diferentes canes que estaban en el dispensario y los compartieron en grupo. Así comenzaron a aparecer los interesados.
“Cuando aparecieron les pedimos que vinieran a conocerlos, que interactúen con ellos y que vean. Y por ejemplo, el muchacho que adoptó a Bali ni bien llegó, se enamoró de él, le puso un bretal y se lo llevó. A la noche nos envió una foto de Bali durmiendo en el sillón”, dice Claudia entre risas.
Pero no todo fue color de rosas. Para los perros volver a la calle fue difícil, principalmente volver a confiar en su paseador. “Fue complicado al principio, se arrastraban en el piso, no querían moverse, no querían caminar, pero cuando fueron pasando los paseos vimos que eso cambió completamente. Bali tenía una mirada triste, no levantaba la cabeza, pero después con los paseos tuvo otro semblante, corría, parecía que tenía una sonrisa en el rostro. Ahora te ven y salen a caminar sin miedo, con soltura, más relajados, con más confianza, cambió muchísimo el carácter y la energía de los perritos”.
Para Claudia esta estrategia es mucho más que algo temporal. Se trata de trabajar sobre la tenencia responsable, difundiendo a nivel educativo, y erradicar el abandono, porque como dice “de alguna manera esos perritos que estaban en Bromatología fueron abandonados”, tal como le sucedió Milton que fue abandonado por su dueño y a otros que directamente los largaron a la calle.
Frente a esta situación Claudia piden que los dueños se hagan responsables: “La gente misma si llega el caso que no puede tener una mascota por la razón que sea, tienen que ser ellos los que se encarguen de buscar un adoptante, que no tengan la comodidad de dejarlo en algún lugar como sucedió con una perrita que en estas semanas la dejaron abandonada en el lugar para que la Municipalidad se haga cargo. Cada uno tiene que mover sus intereses para conseguir lo mejor para el animal, porque con el abandono no se soluciona nada. Y si lo adoptás tenés que saber que una mascota tiene que salir a pasear, tiene que integrarse a la familia, tiene que tener su asistencia médica, recibir su vacuna, su desparasitaciones”.
Lo positivo es que con este tipo de acciones muchos toman conciencia de lo que le sucede a un animal cuando es abandonado o encerrado, y la diferencia que hay cuando reciben cariño.
Por otro lado, lo llamativo, como dice Claudia, es que la mayoría de los adoptantes son de Comodoro, y no de Rada Tilly. “Muchos son de la ciudad y otros vienen de Comodoro, y eso es muy bueno. Es algo muy loco porque Comodoro tiene su problemática muy pronunciada, pero vienen a pasear un animalito porque les daba lástima o porque querían mostrarle un buen ejemplo al hijo, y eso está genial. No solo sirve para recrear a la mascota sino también para generar conciencia de alguna manera que el abandono no es una opción”; sentencia esta mujer que quiso ayudar a pasear a perros y se terminó involucrando, tal como le sucedió a muchas mascoteras y muchos adoptantes, una actitud de empatía, amor perruno, y aprendizaje.
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