Estudia en la Universidad y montó un emprendimiento de pastelería para generar su propio ingreso
Agostina Hernández tiene 21 años, estudia abogacía y en la pandemia comenzó a emprender con Tasty Flavours, un pequeño emprendimiento de pastelería donde los rolls de canela son la estrella. “Es una forma de generar mi propio ingreso, quizás no es mucho pero me ayuda a generar mi plata sin necesidad de ir pidiéndole a mis padres”, dice con orgullo.
Generar ingresos en tiempos de universidad es el desafío de cualquier estudiante para poder costear sus gastos y dar sus primeros pasos hacía la independencia. Cada uno tiene su realidad. Algunos deben salir a trabajar y estudiar en paralelo con todo lo que ello demanda; otros, en cambio, deciden solo estudiar; y hay otro grupo que emprende como una forma de generar un ingreso propio que les permita costear algunos gastos. No se trata de comparar sino de impulsar.
Agostina Hernández es una de estas jóvenes estudiantes que emprende a través de un hobby, en su caso la pastelería, un rubro que descubrió en pandemia y que la ha llevado a montar su propio emprendimiento: Tasty Flavours, donde los rolls de canela son la estrella.
“Esto empezó en la pandemia, cuando no había mucho que hacer”, cuenta a ADNSUR. “Yo estudiaba a distancia y surgió la idea de hacer algo. Empecé a hacer recetas distintas, empecé a probar y después surgió la idea de estudiar pastelería profesional. Estudié en el Instituto Gastronómico Internacional y me recibí de pastelera. También hice diferentes cursos y me instruí en diferentes aspectos de la pastelería y acá vamos”, dice con orgullo agradeciendo el apoyo de sus padres, sus hermanos y su novio.
Agostina estudia abogacía en la Universidad Católica de Salta. Está en tercer año y combina libros, artículos y códigos con recetas, ingredientes y medidas que le dan el sabor justo a cada tarta, alfajor o torta que cocina.
La joven dice que siempre le llamó la atención la pastelería, pero recién en la adolescencia descubrió lo mucho que le gustaba. En sus recuerdos, aún tiene aquellos cursos del CIRSE donde dio sus primeros pasos y también el último en La Calesita, el histórico cotillón de Comodoro, donde se especializó en tortas.
“Al principio era como un hobby, dije ‘voy a vender’. Es más, en navidad de 2021 hice unos box navideños y vendí a través de redes sociales. Ahí es como que comencé a vender de a poquito, mucho a través de Instagram. Después me pidieron una torta, que no había hecho para vender. La pidió un amigo de mi papá y me comenzaron a pedir, más que nada por el boca a boca y conocidos”.
Agostina hace de todo, desde tortas tres leches hasta alfajores de maicena o de Bon o Bon, trufas de avena, muffins de banana y Le Creuset de manzana o ricota, pero la estrella son los rolls de canela. “Me piden mucho los rolls, son como facturas pero adentro tienen canela. La torta tres leches también me han pedido bastante, pero hago muchas cosas dulces”.
La joven admite que hoy su emprendimiento es un ingreso extra, pero a futuro le gustaría que se convierta en algo más grande. “Es un hobby, un ingreso extra para tener, más que nada para generar mi propio ingreso, quizás no es mucho pero es una forma de ir generando mi plata sin necesidad de ir pidiéndole a mis padres; pero me encantaría crecer, que más gente me conozca, que prueben lo que hago. A mucha gente le gusta. Trato de que sea todo fresco, cosa de que ese día llegue y no esté duro o feo. Pero por el momento quiero seguir experimentando porque no es cosa de largarse sin saber. Después que vaya fluyendo y lo que tenga que ser, será”, dice esta joven que se animó a dar sus primeros pasos en emprendedurismo, un oficio en paralelo a la profesión que eligió para formarse.