“Esto que está pasando hoy nunca lo vi”, dice Daniela Marzano al intentar explicar qué es lo que está sucediendo con la organización de las fiestas de egresados en este año de inflación acelerada. Hace 13 años se dedica a este tipo de fiestas y asegura que esta vez siente miedo por cómo terminará el año para su empresa: Daniela Eventos. 

Es que si bien uno siempre apuesta a ganar, en tiempos de vaivenes económicos el objetivo cambia, no perder o salir hecho es una buena alternativa. “No sabemos qué va a pasar. Ya viene todo bastante complicado y sabemos que esto no va a mejorar enseguida, pero vos tenés que comprar todo lo que necesitás. Entonces hay mucha incertidumbre, pero la verdad que esto que está pasando hoy nunca lo vi”, dice, admitiendo su temor.

Daniela asegura que todo empeoró después de la pandemia. “Ahí vino el caos. Hasta entonces veníamos manteniendo los gastos, pero ahora no sabés si vas a ganar, si vas a salir hecho o vas a perder, porque los números son muy grandes. Hasta el año pasado tenía un precio hasta tal fecha y un aumento al final; pero el año pasado cuando hubo una inflación muy grande, ahí me di cuenta del error que estaba cometiendo y tuvimos que ver otras opciones”, dice al intentar explicar cómo afrontará estos vaivenes.

Los costos de la tarjeta son el reflejo de lo que sucede en la economía doméstica. Los valores aumentan para las empresas y por ende para los consumidores, aquellas familias que se preparan para celebrar la culminación de una etapa. 

Los precios superan los 25 mil pesos en algunos casos, aunque siempre dependiendo del servicio. Pero en algo coinciden todos, esta vez los ajustes se realizan con mayor frecuencia.

“Eso es lo que tratamos de hacer. En nuestro caso estoy cobrando 21 la tarjeta, pero los que cerramos el año pasado están pagando 15 o 16 mil pesos. Ahora hay tres aumentos marcados: arrancamos con 17, 21 y creo que terminará en 26. Pero así y todo le estoy diciendo a los papás que cancelen antes porque quizás a fin de año ya nos vamos a quedar cortos, pero la gente espera hasta diciembre para pagar”.

Daniela desde 2010 organiza fiesta de egresados y admite que el alza de precios hace que este año sea todo incertidumbre.

Las Fiestas de Egreso son un rubro complejo. Generalmente su organización comienza el año anterior a la celebración o a inicios del último año escolar. En Comodoro hay al menos cinco empresas serias que se dedican a la organización de este tipo de fiestas: Ele, Daniela Eventos, EcoFiestas, el Viejo Bodegón y La Fábrica.

Cada una ofrece un servicio distinto, en lugares distintos y con precios distintos de acuerdo al tipo de celebración que realiza. Sin embargo, la decisión final siempre la tienen los chicos, un trabajo difícil donde la puja se da a partir del convencimiento de la propuesta de cada empresa, algo que a veces puede ser como un Boca - River. 

“Ellos son los que deciden”, admite Andrea Álvarez, madre de una estudiante que asiste al Instituto Austral. “Nosotros el año pasado comenzamos con las reuniones para buscar presupuesto y los chicos decidieron hacerlo con Ele. Era el presupuesto más caro pero ellos quisieron hacerlo ahí, decían que otro no le gustaba, pero bueno será porque es un boliche”.

Andrea cuenta que las tarjetas rondan “los 24 mil pesos hasta el 30 de junio y si no abonas esa fecha va corriendo intereses, y en noviembre van a costar 40 mil”. En su familia serán 8 los invitados, un gasto grande que a todo el mundo se le hace difícil sobrellevar.

La idea de los padres es cancelar el valor lo antes posible y que los chicos colaboren también con algunos de los gastos que tienen. 

En el caso de Ele, la empresa tiene un sistema de invitados para después de la medianoche. Al ser boliche muchos chicos quieren que vayan sus amigos para disfrutar juntos esa velada que quedará en su recuerdo. 

Andrea cuenta que la tarjeta tiene un valor de $5000 pero los chicos están trabajando para bajarlo y ya llegaron a $3000. “Ellos están trabajando en la cantina los viernes y todo lo que se junta va a parar a la empresa. Con tres meses de trabajo ya lograron bajarla a 3000, así que veremos cómo siguen, pero la idea es que puedan ir bajando también el valor de la tarjeta u otras cosas que quieren porque todo es mucha plata”.

Como dice Andrea, los costos son altos, porque además de las tarjetas hay que pensar en la vestimenta. Lo cierto es que los efectos de la crisis se hacen sentir de distintas formas, y un buen termómetro siempre es la cantidad de invitados. 

“Ya no se invita tanto como antes”, dice Daniela. “Antes podías tener 700 personas, pero hoy calculo que van a estar en 300 o 400 las fiestas más grandes. Eso recién lo vamos a saber a fin de año porque la gente se queda hasta el final. En algunos casos todavía no tengo cantidad de entradas ni invitados. El egreso también es eso…”, dice casi con resignación. 

Para las empresas esto no es un dato menor, saber la cantidad de invitados. Si bien hay servicios que no dependen de ese número, como por ejemplo el sonido y la animación, hay otros que son directamente proporcionales a la cantidad de gente que asiste al evento. Por ejemplo, la comida, la bebida, el cotillón y hasta los impuestos a la música, un gasto que oscila entre el 12% y 13% de cada tarjeta.

El precio de los alimentos es una de las principales variables que preocupan a las empresas de eventos.

LA FIESTA DEBE CONTINUAR

Eduardo Corbett es el propietario de MyE, una empresa familiar que durante muchos años organizó fiestas de egreso, hasta hace 5 años cuando decidió dejar el rubro para dedicarse exclusivamente a fiestas 15, casamientos y eventos privados. La explicación es sencilla: en el egreso siempre se arriesga mucho más capital que en otros eventos y quienes pagan los platos rotos son ellos.

“El problema es que con los costos arriesgás tu capital y nosotros somos gente común. En el egreso tenés que tener dos cosas en cuenta. Primero, necesitás un salón grande y hay pocos en la ciudad, y después, que nunca va toda la gente que dice que va a ir. Quizás te dicen que son 600 y terminan yendo 450 y el problema son los costos, más en este momento. Por eso hoy hacer un egreso es arriesgar el capital, porque vos hacés un evento de 100 personas y si le errás de última salís hecho, pero si en el año pasaste $15.000 un egreso, con el impuesto a la música te quedan 12 y todavía tenés que darle de comer a la gente y la inflación se comió el valor de la tarjeta”.

Para ejemplificarlo mejor, Corbett cuenta cómo fue aumentando el costo de la cerveza, uno de los productos de mayor demanda en una fiesta. “Para hacer un evento de 500 personas tengo que llevar 50 o 60 packs de cerveza, y hace dos meses salía $4.800 y hoy te sale $6.700. Es mucha la diferencia y grande la inversión, pero no tenés manera de compensarlo por ningún lado y la gente te va pagando el precio que vos le diste, porque no es lo mismo cobrarle a una persona que a 70”. 

Corbett se dedica a la organización de eventos hace varios años. Sin embargo, desistió de los egresos por el riesgo que implica. "Pones en juego tu capital", asegura.

Por estos días, muchos se preguntan cómo será el escenario dentro de unos meses. La estimación es que las tarjetas pueden llegar a costar cerca de 40 mil pesos, un precio base que también se utilizará para comenzar a vender el próximo año.

Por supuesto, lo que sucede con los egresos también se refleja en otro tipo de fiestas, pero como dice Corbett, la fiesta, más allá de los costos y el sacrificio, nunca se termina.

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