Hace 16 años ayuda a buscar chicos desaparecidos en todo el país y es la única voluntaria de "Missing Children" en la Patagonia
En Argentina hay más de 60 familias que mantienen la esperanza de encontrar a sus hijos perdidos, a pesar del paso del tiempo. La angustia pesa cada vez más con el paso de los años y es un camino difícil de transitar, desde aquel primer llamado a la policía. Es en ese momento donde aparece una voz desconocida al otro lado del teléfono que solo pretende ayudar y dar contención. Cómo es el preciado trabajo de los voluntarios de Missing Children, que desinteresadamente ponen el cuerpo y el tiempo para ayudar a encontrar chicos desaparecidos.
En Argentina hay más de 60 chicos perdidos, todos menores de 18 años, cuyas familias mantienen intactas, a pesar del paso del tiempo, la esperanza de poder encontrarlos. En Neuquén hay dos casos -el de Natalia y el de Maximiliano- que siguen sin resolverse, si bien eran menores cuando se perdieron, hoy ya cumplieron 26 y 42 años, pero nunca más nadie supo de ellos. Sus desapariciones tienen más interrogantes que respuestas, pero las esperanzas de sus familiares de hallarlos con vida, siguen intactas, aunque la angustia pesa cada vez más con el paso de los años.
Es un camino difícil de transitar, desde aquel primer llamado a la policía, la publicación de las fotos pidiendo ayuda a través de los medios y redes sociales para encontrarlo, los llamados que encienden una luz de ilusión y muchas veces, esa noticia que nadie quiere escuchar. Son muchas las familias que lamentablemente pasan por esta situación, y en ese camino devastador, tienen además de la compañía de familias y amigos, esa voz desconocida al otro lado del teléfono que solo pretende ayudar y dar contención. Este es el trabajo que realizan 18 voluntarios en todo el país, a través de "Missing Children" desde 1999.
María de los Ángeles Pérez vive en Neuquén, es la única voluntaria de la ONG en la Patagonia, y hace 16 años comenzó a involucrarse-sin buscarlo - en la búsqueda de chicos perdidos de todo el país. Está casada, tiene cuatro hijos, dos nietos y trabaja como secretaria de gerencia en una reconocida empresa neuquina, aunque asegura que ya debería estar jubilada. Tras sus jornadas laborales, dedica al menos ocho horas por semana a realizar guardias telefónicas de la línea 0800 333 5500 de Missign Children, donde se reciben llamados desde distintas ciudades reportando un chico desaparecido. Allí comienza una ardua tarea de acompañar y contener a los padres en momentos de desesperación.
"Un día se perdió un chico en Neuquén, tenía 4 años y me pidieron que de una manos (ya trabajaba en la ONG Red Solidaria), me contacté con la familia y ahí empecé. Siempre digo que esto es un camino de ida", reconoció en diálogo con ADNSUR. Desde ese entonces lleva 16 años atendiendo llamados de todo el país, aunque si hay una caso en particular en Neuquén o Rio Negro hace un seguimiento especial.
"Se trabaja muy a conciencia y la alegría cuando se encuentra un chico perdido no se puede explicar, es algo incomparable, eso nos lleva a seguir. Lo hacemos desinteresadamente desde el amor, entre nosotros nos apoyamos mucho", indicó.
María de los Ángeles y el resto de los voluntarios tienen un cronograma de trabajo, cada uno con un día y horario- de 8 horas de guardia- de atención de la línea telefónica. También están atentos a los mails, alertas, las redes sociales y ante cualquier aviso sobre alguna denuncia por desaparición. Y trabajan en conjunto con la policía de Neuquén donde publican alerta Naty, que es como el alerta Sofía a nivel nacional. Se hizo a partir de la desaparición de Natalia Ciccioli, una nena que tenía 12 años, fue a tomar un helado y nunca mas apareció. En ese entonces todavía Missing Children no funcionaba.
"Nosotros enseguida llamamos, pedimos foto, autorización, hablamos con los familiares y eso es sumamente importante sobre todo para darle contención, indicarles qué pasos pueden seguir y para que no se sientan solos porque muchos no saben que hacer, adónde recurrir. y la voz amiga del otro lado que te contiene es muy importante. Muchos nos preguntan qué tienen que hacer, y el darles una mano en ese momento es sumamente importante", aseguró.
Pareciera que María no logra reconocer del todo el gran trabajo que realiza a diario, la importancia del tiempo que desinteresadamente le dedica a familias que no conoce y que viven momentos desesperantes. Pero su tarea solidaria ya habia empezado de adolescente cuando ayuda en la iglesia del barrio, o las campañas que hacia en su trabajo con sus compañeros para comprar alimentos y llevar a los barrios mas carenciados y merenderos. "Es solo ponerse en el lugar del otro, tener empatía siempre me pongo en el lugar del otro y mas en este tipo de casos".
LOS DOS CASOS SIN RESOLVER
En Neuquén la gran mayoría de los casos que se registran son chicos que se escapan de los hogares de niños. Tienen muchas veces un régimen de salida para visitar a su familia, la mayoría están todos judicializados, y a veces no vuelven a a hora establecida se activa el alerta.
Aunque actualmente no hay búsquedas activas. Hay en Neuquén dos casos sin resolver: Natalia y Maximiliano eran menores cuando salieron un día y nunca más volvieron a verlos. Hoy la búsqueda continúa pero ya son mayores de edad. La última vez que vieron a Natalia Ciccioli fue hace 30 años. Eran las dos de la tarde del domingo 16 de enero, cuando la nena de 12 años le dijo a su madre que se iba a tomar un helado al centro en San Martín de los Andes. Sus papás le dieron plata para el colectivo y que no tuviera que volver caminando, pero nunca regresó.
La buscaron por todos lados; se hicieron operativos, empapelaron la ciudad con su foto, se inició una investigación pero nunca más se supo de ella. Se habló de un secuestro de una red de prostitución, de un crimen e incluso que podría haberse ido por sus propios medios, pero tan solo una nena. Natalia tendría hoy 42 años, y se convirtió en uno de los casos más trascendentales tanto para la justicia como para Missing Children.
Además del caso Ciccioli, también sigue sin resolverse la desaparición de Maximiliano Flores en Plottier, un adolescente que tenía 17 años en febrero del 2015 cuando le robó dinero a sus padres y se fue a Necochea junto con un amigo nuevo, de 27 años. A los pocos días, ese hombre regresó de la playa solo y dijo que había perdido contacto con Maximiliano, sus familiares desesperados comenzaron una intensa búsqueda, pero nunca obtuvieron una pista certera que pueda confirmar donde está.
"Tenemos chicos que estaban perdidos que ya cumplieron la mayoría y aún así seguimos publicando en la página de personas desaparecidas, porque la familia nunca puede cerrar el círculo, hay una luz de esperanza que les permite seguir adelante. Hay casos que son muy tristes, tremendos porque cuando uno es voluntario hay un chiquito perdido y lo encuentran muerto, es terrible, es duro, te empezás a sentir mal, te pones en el lugar de la familia, de los padres pero bueno enseguida llega otra denuncia y tenés que seguir colaborando porque es un trabajado incansable", concluyó Pérez.
CÓMO COMUNICARSE CON MISSING CHILDREN
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