El desarrollo de las cirugías con robots no se detiene en el mundo entero. Llevan muchos años de investigación y práctica, y una de las últimas experiencias fue la realizada por profesionales españoles en el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona. Allí se llevó a cabo el primer trasplante pulmonar con cirugía completamente robótica a través de una pequeña incisión debajo del esternón por donde se retiró el pulmón enfermo y se introdujo el nuevo.

Se trata de una técnica pionera porque hasta hoy sólo se había realizado una experiencia similar en el Hospital Mount Sinai de Nueva York, pero fue una cirugía robótica parcial, informó hoy el jefe de Servicio de Cirugía Torácica y Trasplante Pulmonar de Vall d’Hebron, Albert Jauregui, por lo que consideró que se trata de un hito internacional.

Personal médico del Hospital Universitario Vall d'Hebron lleva a cabo una operación robótica de pulmón sólo con la práctica de una pequeña incisión
Personal médico del Hospital Universitario Vall d'Hebron lleva a cabo una operación robótica de pulmón sólo con la práctica de una pequeña incisión

En una conferencia de prensa, el médico español explicó que los trasplantes de pulmón son cirugías agresivas porque obligan a hacer una incisión en gran parte del pecho y romper las costillas, con el fin de poder llegar a los órganos. Para tratar de evitar esta situación, expertos del Hospital Vall d’Hebron crearon “una técnica nueva, mínimamente invasiva, para no abrir el tórax ni el esternón como si fuera el capó del coche”, graficó Jauregui.

Esta nueva técnica consiste en hacer “una incisión pequeña por debajo del esternón, sin romper las costillas, por donde entra y sale el pulmón”, explicó. Además, se practican otras incisiones aún más pequeñas en el lateral de la caja torácica para entrar los brazos y cámaras 3D del robot quirúrgico Da Vinci, con el que el cirujano opera para retirar e introducir los órganos usando la apertura por debajo del esternón.

Para introducir el nuevo pulmón, los especialistas “desinflaron” el órgano en el quirófano a fin de permitir su ingreso por la pequeña incisión debajo del esternón, en un lugar del cuerpo que tiene la ventaja de disponer de una piel “muy elástica”, que da margen para ampliar la apertura aunque “sin tener que tocar ni una costilla”, resaltó Jauregui.

Xavier, el paciente que fue sometido a la innovadora cirugía, durante su tratamiento de recuperación
Xavier, el paciente que fue sometido a la innovadora cirugía, durante su tratamiento de recuperación

Esta innovadora intervención se llevó a cabo a finales de febrero en el Hospital Vall d’Hebron y duró unas 5 horas. El paciente operado, de nombre Xavier, de 65 años, tenía una fibrosis pulmonar diagnosticada en 2007. En un principio se pensó que esa enfermedad la había provocado el consumo de tabaco, pero después de dejar de fumar el órgano siguió deteriorándose lentamente hasta que llegó un momento en el que requirió de un trasplante, aunque en su caso bastaba con que fuera de un solo pulmón.

Ya recuperado de esta operación innovadora, el hombre tuvo palabras de agradecimiento para el donante y su familia, sin el cual no hubiera podido gozar “de esta ventaja” de poder ser trasplantado. Como ha trabajado de electricista industrial, rodeado de máquinas, el paciente admitió que no tuvo recelos en aceptar someterse a una operación con un robot, porque es consciente de que puede “evitar los riesgos del fallo humano”.

Aunque aún le queda trabajo de recuperación, Xavier dijo que está “encantado” con el resultado, porque durante el posoperatorio “el nivel de dolor ha sido cero”.

Los trasplantados toman medicación de por vida para controlar el rechazo del nuevo órgano y esto complica la cicatrización de la cirugía, pero, como las incisiones en este caso fueron pequeñas, Xavier solo ha requerido de paracetamol después de la intervención, cuando en un trasplante convencional de pulmón se administran fármacos opioides, es decir calmantes mucho más potentes.

Los trasplantados toman medicación de por vida para controlar el rechazo del nuevo órgano y esto complica la cicatrización de la cirugía, pero, como las incisiones en este caso fueron pequeñas, el paciente solo ha requerido de paracetamol
Los trasplantados toman medicación de por vida para controlar el rechazo del nuevo órgano y esto complica la cicatrización de la cirugía, pero, como las incisiones en este caso fueron pequeñas, el paciente solo ha requerido de paracetamol

Esta nueva técnica no sólo disminuye el dolor posoperatorio, sino que permite avanzar la rehabilitación respiratoria y tiene la capacidad de reducir los días de estancia en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y de hospitalización, aunque aún es temprano para concretar cuántos días de reducción supondría respecto a trasplantes convencionales, porque sólo ha habido un primer caso, puntualizó Jauregui.

El jefe de Servicio de Cirugía Torácica y Trasplante Pulmonar de Vall d’Hebron cree que con el tiempo esta técnica se podrá aplicar a trasplantes de los dos pulmones —bastaría con la misma incisión debajo del esternón, aseguró— y que se ampliará a más pacientes, aunque en estos momentos aún es una cirugía “muy nueva”, por lo que de momento se podrá ofrecer sólo a “candidatos muy seleccionados”.

Los ejemplos en torno de los avances de la cirugía robótica son numerosos. Entre ellos, por ejemplo, en 2021, en Argentina un paciente de 73 años, con diagnóstico de cáncer de próstata y una hernia inguinal bilateral, con deslizamiento de vejiga de un lado y visceral del otro, fue intervenido en una sola operación conjunta con ayuda de un robot.

Tal como ocurrió con el caso español, el hombre tuvo un post operatorio más breve y menos doloroso de lo habitual y con menos eventos adversos. La intervención se realizó en el Sanatorio Otamendi de la Ciudad de Buenos Aires y se extendió por siete horas. Contó con la participación de dos cirujanos, dos urólogos, dos bioingenieros, un anestesiólogo, un cardiólogo y un equipo de dos instrumentadores quirúrgicos. Para esta operación se utilizó por primera vez el robot Da Vinci XI.

Pero estos avances se remontan mucho más allá en el tiempo. En 2001, el cirujano francés Jacques Marescaux, quien se encontraba en Nueva York, Estados Unidos, realizó una intervención mínimamente invasiva para extraer la vesícula biliar a una paciente de 68 años que se estaba en Francia. Lo logró al controlar los brazos del robot Zeus y mediante un sistema de fibra óptica de alta velocidad. Tardó solo 45 minutos.

Fuente: Infobae

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