Un joven vecino de Rawson, Juan Ignacio Iguri (perteneciente a una familia reconocida dedicada a la venta de helados y postres de la firma ‘Michi’) emprendió un viaje rumbo a Comodoro Rivadavia para reencontrarse con amigos y luego salir de vacaciones a la cordillera.

Un camino tranquilo se comenzó a convertir en una pesadilla porque - pocos kilómetros después de Garayalde-  lo sorprendió un temporal de viento, intenso frío, nieve y lluvia que lo dejó inmovilizado junto con otros vehículos.

Si bien las condiciones meteorológicas eran desfavorables, la ruta permanecía en condiciones aceptables. Luego de Garayalde, Juan Ignacio iba a quedar aferrado en el lugar. Ahí comenzaba la peor parte.

UN DÍA INTERMINABLE

En diálogo con ADNSUR, Juan Ignacio precisó “salí en la camioneta (tipo utilitaria) el martes 18 de junio a las 15 hs. desde Rawson con destino a Comodoro Rivadavia para visitar a un grupo de amigos. Estaba todo normal pero -luego de pasar por Garayalde- ya se percibía viento y había nieve en las banquinas”.

“Cada vez que se circulaban más kilómetros, las condiciones meteorológicas y el estado de la ruta 3 empeoraba. En un momento, apareció la ‘máquina barredora’ de Vialidad Nacional que tiraba sal y limpiaba el camino. A la altura de Pampa Salamanca, ya nos quedamos en una fila muy grande de vehículos”, recordó.

Juan Ignacio Iguri proviene de una familia tradicional de Rawson dedicada a la venta de helados de la firma 'Michi'.

“Nos hicieron desplazar porque -supuestamente- la máquina barredora iba a regresar a despejar el camino para poder continuar con el viaje. Pero había un camión de carga atravesado en la ruta y no se podía continuar”, precisó.

“Luego que se retiró el ‘camión barredor’, se hizo de noche y comenzó la incertidumbre. Pasaban las horas, nevaba cada vez más y nadie se acercaba. Yo estaba dentro de la camioneta esperando nomás”, relató.

“Mi objetivo era pasar por Comodoro Rivadavia, visitar a unos amigos y luego seguir viaje hacia la cordillera. Por eso, tenía cadenas para las ruedas, una valija con calzados, prendas térmicas y alimentos para el clima de la cordillera”, detalló.

Horas interminables en medio de la nieve, con el vehículo en marcha para activar la calefacción y poca señal en el celular.

“Ante esa circunstancia, pasamos la noche en el lugar y -mientras tanto- seguía nevando sin parar. En todo momento, tenía el motor en marcha para mantener encendida la calefacción pero -a la medianoche- me quedé dormido. Cuando me desperté a las 06 hs. AM, el vehículo estaba casi cubierto de nieve y no podía abrir las puertas. Tuve que salir por la ventana para observar la situación”, reveló.

“Lo peor es que no pase alguien ni tampoco tener información clara. Es la incertidumbre de no saber si alguien iba a venir o sino nos vestimos y salimos a caminar. Cuando me bajé por la ventanilla, me enterraba toda la pierna en la nieve. También es feo porque no podés abrir las puertas y tanta cantidad de nieve también te desorienta”, reconoció.

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El dato excepcional que explica por qué las Rutas 3 y 26 cercanas a Comodoro acumulan tanta nieve y hielo

EL RESCATE LLEGÓ LUEGO DE 30 HORAS

“En esos casos, todos los conductores de los camiones y ocupantes de los vehículos porque todos nos brindamos ayuda mutua. Hubo un camionero que le calentó agua para el mate a un montón de gente que subsistía con lo que tenía”, valoró.

“El rescate llegó el miércoles pero recién a las 20 horas pero luego de casi 30 horas de espera si tenemos en cuenta a la gente que mayor tiempo permaneció en el lugar. Yo era uno casi de los últimos de la fila y me terminaron sacando a la medianoche. También, venían otros equipos de Vialidad Nacional y Gendarmería Nacional desde Garayalde junto con otros vehículos que también estaban varados”, recordó.

Todos para uno y uno para todos. En los momentos críticos, aflora la solidaridad, la empatía y el compromiso mutuo. Son los valores que cultivamos los argentinos y en la Patagonia marcan la defensa a la vida contra un clima muy hostil en el invierno.

“A partir de ese momento, hicimos una caravana hasta el puesto policial en Comodoro Rivadavia y era una fila de autos interminable que se había acumulado en los kilómetros previos”, puntualizó.

PREOCUPACIÓN DE LA FAMILIA

“En el lugar donde nos quedamos, la señal no era constante. Teníamos señal 40 minutos y se perdía, retornaba luego de dos horas y se perdía. Todos tenían problemas para comunicarse, algunos salían afuera a hablar. Alcancé a hablar con mi familia, mi madre lloraba pero yo les decía que estaba bien pero durante varias horas no podía hablar con nadie”, describió.

“El tramo más largo que no tuve señal fue desde que llegaron los rescatistas a las 20 hs hasta la 01 hs AM cuando arrancó la caravana”, añadió.

 “En mi caso particular, pasé más frío el miércoles a las 20 hs. porque había bajado el sol, estuve afuera paleando para poder abrir las puertas, me había mojado y no podía entrar en calor”, admitió.

“Cuando nos liberamos, vamos todos en caravanas hasta el puesto policial y tardamos unas 3 horas y media casi 4 en bajar e íbamos custodiados por una barredora que iba tirando sal. Bajamos muy despacio realmente. Había mucha nieve en todo el cañadón Ferrarys, camiones y colectivos a los costados, había una sola mano y un paredón de nieve”, retrató.

El rol de los organismos presentes en el terreno como Vialidad Provincial, Vialidad Nacional, APSV, Policía del Chubut, Gendarmería Nacional y -en esta ocasión- el Ejército Argentino fueron fundamentales para activar los procedimientos que permitan circular por la ruta.

“Justo en nuestra caravana no habían colectivos pero había una familia con una nena que le habían pedido ayuda a un camionero. Una vez que nos vinieron a rescatar, estuvieron Gendarmería y el Ejército que llegó con tanquetas para llevarse gente si era necesario”, señaló.

 “Llegué como a las 5 hs AM a la casa de mi amigo donde tomé una ducha caliente, me bajó la tensión y recién pude descansar”, completó.

LECCIONES DEL CASO: ROL DEL ESTADO Y SIEMPRE VOLVEMOS A SAINT EXUPERY

La vida en la Patagonia te puede dejar expuesto a una situación hostil y compleja ante la oportunidad que agarre desprevenido a un ciudadano. 

En tal sentido, ante el impacto del tiempo durante el otoño y el invierno, hay que prestar atención a las alertas y a la información oficial que emitan los organismos correspondientes. Estas recomendaciones resultan claves para organizar un viaje o bien suspenderlo. 

La articulación entre los organismos y las Fuerzas provinciales y nacionales tiene que ser fundamental para emitir las alertas o interrumpir el tránsito en cualquiera de los trayectos para evitar que este tipo de situaciones se vuelvan a repetir. 

Los autocuidados de la ciudadanía, el rol del Estado con las alertas y el trabajo conjunto resultan importantes en estos contextos.

Hasta el momento, se vivieron situaciones dramáticas pero el escenario del fallecimiento de alguna persona en estas circunstancias se asoma como una amenaza implacable.

El rol del Estado resulta clave para prestar servicio en el terreno con todo tipo de acciones que colaboran con la ciudadanía. El mayor respeto a los trabajadores que también ponen sus vidas en riesgo tiene que ir acompañado de una mayor inversión, adquisición de nuevos vehículos, valoración de las fuentes laborales que cumplen estas funciones, conectividad de telefonía a lo largo de la provincia y un salto cualitativo en las herramientas tecnológicas.

Actualizamos las palabras de Saint Exupéry en su paso por la Patagonia en su etapa de la Aeroposta hace casi 100 años cuando afirmó “en ninguna otra parte, he conocido una mejor raza de hombres que la de los argentinos del sur. Estos hombres habían venido para establecerse, para perdurar. No se podría encontrar en otros sitios tanto sentido social,  solidaridad ni tampoco tanta serenidad”.

Saint Exupéry 'comprendió' la Patagonia hace casi 100 años: "No se podía encontrar tanto sentido social, solidaridad ni serenidad como en la Patagonia".

No es fácil la vida en esta región del país que se debate ante un clima hostil, la distancia con los centros de poder y el enigma que genera un territorio inmenso con baja densidad poblacional. "La Patria se hizo a caballo", se decía en el S. XIX. En estas décadas del S. XXI de vertiginosos cambios tecnológicos también la Patria se modela con la solidaridad, la empatía, el compromiso, el trabajo, la perseverancia y la tenacidad. En la Patagonia continental argentina, tenemos muy en claro esta lección. 

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