La AMIA reclamó justicia a diez años de la muerte de Nisman: "La escena del crimen fue alterada por casi 100 personas"
Al cumplirse diez años del asesinato de Alberto Nisman, la AMIA rindió homenaje al fiscal y denunció la impunidad que persiste en su caso, comparándola con la de los atentados a la mutual judía y la Embajada de Israel. En el acto, figuras políticas y judiciales reafirmaron su compromiso con la búsqueda de justicia.
La AMIA llevó a cabo un acto en su sede en memoria del fiscal Alberto Nisman, al cumplirse diez años de su muerte, y manifestó su pesar por la falta de justicia en su caso, comparándola con la impunidad que persiste en los atentados ocurridos en la década de los noventa, tanto en la sede de la mutual judía como en la Embajada de Israel.
El homenaje estuvo encabezado por la ex esposa de Nisman y jueza federal, Sandra Arroyo Salgado; el ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Waldo Wolff; el presidente de la AMIA, Amos Linetzky; y el periodista Joaquín Morales Solá, quienes ofrecieron los discursos principales.
En representación del Gobierno, asistieron el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el ministro de Salud, Mario Lugones. También estuvieron presentes Laura Alonso, vocera del jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, y la fundadora de la Coalición Cívica, Elisa Carrió. Además, la madre de Nisman, Sara Garfunkel, estuvo presente en el evento, y al comienzo del acto encendió una vela en homenaje a su hijo.
Amos Linetzky, presidente de la AMIA, expresó que el asesinato de Nisman es un claro reflejo de la impunidad que ha caracterizado el tratamiento de otros casos emblemáticos, como el de la Embajada de Israel y la propia institución.
Recordó que la justicia determinó que Nisman fue asesinado el 18 de enero de 2015, y que su muerte estuvo vinculada a su investigación sobre la causa AMIA. Linetzky subrayó que el fiscal sabía que su vida corría peligro, pues había recibido amenazas, y destacó la importancia de rendir homenaje a su memoria.
El presidente de la AMIA también detalló las irregularidades en el manejo del caso: "La escena del crimen fue alterada por casi 100 personas que intervinieron; decenas de agentes de inteligencia estuvieron en el lugar antes de que la noticia se hiciera pública, y la custodia lo dejó solo durante más de 12 horas". Recordó que diez años después, la falta de respuestas sigue siendo el denominador común con los atentados de los noventa. "La impunidad persiste", enfatizó.
A continuación, fue el turno de Sandra Arroyo Salgado, quien recordó la bajeza de la campaña de desprestigio contra Nisman tras su asesinato. Sin embargo, destacó que la memoria de su trabajo y su legado perdura, especialmente a través de sus hijas, Iara y Kala, quienes crecieron para convertirse en mujeres de bien, sin odios ni rencores. "Ellas crecieron con los valores que él les enseñó: luchar por sus derechos y por un Poder Judicial que actúe con justicia", dijo la jueza federal.
En una reflexión política más fuerte, Arroyo Salgado criticó la gestión de Cristina Kirchner, al señalar que "el Memorándum de entendimiento con Irán no es la política exterior de un Poder Ejecutivo", sino que fue "la mayor injerencia de un poder sobre otro desde el retorno de la democracia".
Por su parte, Waldo Wolff recordó que la postura del expresidente Néstor Kirchner frente a la causa AMIA fue diferente a la de su esposa, Cristina Kirchner, y repudió las acciones de su gobierno. "Durante los años de Cristina Kirchner, se fabricaron causas contra las autoridades de la comunidad judía y se ridiculizó al fiscal Nisman", señaló. En referencia a una frase de la expresidenta, quien había dicho en un acto “a ellos les dejamos el silencio” en alusión a la marcha del silencio que se realizó tras el primer aniversario de la muerte de Nisman, Wolff respondió: "Diez años después le contestamos: señora, no nos callamos, y la vamos a sentar en el banquillo de los acusados".
El acto en la sede de la AMIA, marcado por la conmemoración y la denuncia, subrayó la persistente lucha por la justicia en el caso Nisman y por la memoria de los atentados de los noventa, que siguen siendo un símbolo de la impunidad en la historia reciente de Argentina.
Con información de NA