La historia de Valentino, un nene chubutense que luchó por su identidad

Mariana Blanco vive en Gaiman, trabaja en la Policía del Chubut  y también participa de las Ferias Populares, donde exhibe los productos para la venta. La acompañan su madre y su hermana. Antes de saber leer y escribir, una de sus primeras frases que le dijo su hijo Valentino fue “Má, yo quiero que aparezca tu apellido en mi DNI". Quiso reafirmar su identidad quizás impactado porque veía que Mariana era su madre y padre al mismo tiempo.  

A partir de ese momento, comenzó la etapa de mantener reuniones con los ámbitos judiciales correspondientes hasta que la voluntad del nene se logró concretar hace pocas semanas. Humanamente, no fue un proceso fácil porque Valentino tuvo que recibir contención psicológica para enfrentar el ciclo con la entereza y la resiliencia que también las infancias nos enseñan a los adultos.

La Justicia respaldó la decisión de Valentino

La novedad de las últimas semanas es que la Justicia –finalmente- avaló que en el DNI de Valentino aparezca el apellido de su madre como el nene pretendía. 

"Logramos este trámite que tuvo su demora lógica con la burocracia de trámites pero ya lo tenemos”, subrayó Mariana.

“Valentino está muy feliz con su nuevo DNI, así que estamos disfrutando de esta nueva etapa”, destacó.

“Esto comenzó cuando el nene tenía 4 años, se hicieron todas las etapas lógicas en este proceso, él estuvo con psicólogos durante 3 años hasta que hicimos el pedido formal en la justicia junto con nuestra abogada”, recordó.

“Durante 13 meses esperamos esta respuesta, donde él fue intervenido por el equipo técnico interdisciplinario del Juzgado de Familia de Trelew. Yo también fui a una entrevista y se estableció la sentencia final que dictó la jueza de familia, la Dra. Paz", agregó. 

"Después de los 13 meses, él logró tener su nueva identidad, sacarse el apellido paterno, que era su gran deseo y después de dos meses tuvimos el nuevo DNI”, precisó.

“Muchas personas se identificaron con el caso"

“El nene se posicionó claramente con este deseo y todo se cumplió. Por supuesto que hubo que presentar las cuestiones legales correspondientes. Después de todo este trámite me vinieron a ver muchos chicos y muchos padres que se comunicaron conmigo. Yo les digo que sigan luchando porque -todo lo que uno quiere- se puede. Muchas personas se identificaron con el caso”, reveló.

“Valentino es un buen alumno, un buen hijo, se relaciona muy bien con sus pares, tiene amigos y va a karate. Asiste a una escuela de jornada completa”, destacó Mariana Blanco.

Las ferias populares: una oportunidad en tiempos de crisis 

El desarrollo de las Ferias que se llevan adelante en el Centro de Jubilados y Pensionados en Gaiman que “se organizan con algunos emprendedores independientes. La idea es darle una oportunidad a la gente que no tiene trabajo con esta situación tan difícil que estamos pasando a nivel provincial y en el país en general”, explicó Mariana.

“Se puede brindar un espacio con otros costos, con ropa usada y con todo tipo de productos que les pueden interesar a los vecinos”, añadió.

Las infancias enseñan

A lo largo de la historia, existió un distinto tratamiento de las infancias. La generación de nuestros abuelos y padres tuvieron que trabajar desde muy niños en condiciones penosas. Incluso la escolarización queda relegada a un segundo plano porque lo importante era contribuir a la economía doméstica. Casi que se los veía como a ‘adultos en miniatura’.

Los tiempos cambiaron. Ahora hay otra comprensión para las infancias, se las trata con otra ternura, comprensión, se vela por el cumplimiento por sus derechos. El respeto de una decisión de un niño también es un derecho conquistado y una señal de los nuevos capítulos que se abren en el S.XXI. 

Las infancias nos dejan mensajes de un protagonismo de los nuevos tiempos. La pasión de Thiago con la Causa de Malvinas, la decisión de Valentino, la comprensión entre los propios estudiantes para erradicar el ‘bullying’ en las escuelas junto con la sensibilidad, apertura mental, preguntas que pueden descolocar a los adultos demuestran que también las infancias nos enseñan que el camino de los valores básico es fundamental para transitar la vida mientras los adultos estamos enfrascados en el dinero, los vaivenes del país, la dinámica laboral y los cambios cada vez más vertiginosos en nuestro entorno.