La historia del dueño de El Petiso, el hombre de 89 años famoso por la sopa y el churrasco en Gobernador Costa

El Petiso se llama  Alberto Delgado, pero nadie lo nombra así.  Sus clientes saben que sus churrascos son únicos y eso es lo que importa. Es casi una comprobación científica que realizan aquellos que recorren el país y que vuelven siempre para corroborar que ese sabor que les quedó en la boca sigue existiendo.

En la calle principal de Gobernador Costa, sobre la ruta 40, la parrilla espera tranquila a que lleguen los comensales. No hay viajero que se resista a sus encantos.  Su comedor con manteles de hule con flores y platos con paisajes hace sentir a todos como en su casa.

El Petiso tiene su puesto de control al fondo del local y desde allí supervisa todos los movimientos. A veces tiene la vista perdida en un horizonte que pocos ven. Mira, vaya a saber qué recuerdos, de los tantos que tiene en sus 89 años vividos.

Cada vez que se abre la puerta, él despierta su atención y comienza con las indicaciones. Ordena la mesa en la que deben sentarse. Porque El Petiso da órdenes, no tiene tiempo para dudas. Se come lo que hay y se sientan en donde él dice. En su parrilla hay un verdadero menú por pasos, los que El Petiso indica y el primero es la sopa.

LA SOPA

Dicen los historiadores que la sopa se remonta a la Edad de Piedra, de cuando se descubrió el fuego y el homo sapiens remojaba sus alimentos en agua para ablandarlos. Desde su origen y hasta el Siglo XXI hay mucho para describir, y eso será tema para otra nota.

Al Petiso no le interesa aquella historia, porque él escribe la propia y como es un hombre práctico no se detiene en secretos ni ingredientes complicados.

Una olla de 20 litros es la que se usa todos los días. Allí Alberto coloca las verduras que finamente picó una de sus hijas, las mezcla con carne con hueso, preferentemente de vaca, las saltea y luego hierve por unas cuantas horas.

“Mi papá maneja todo en la cocina, lo hace como si aún tuviera 20 años”, comentó la hija.

La sopera viaja de mesa en mesa y el ruido de las cucharas que no dejan nada en los platos se escucha por todos los rincones.

Una vez terminada la humeante entrada aparece el churrasco acompañado de una ensalada mixta y papas al horno o hervidas.

LOS CHURRASCOS

Una torre de carne cruda se alza sobre el mostrador y espera hasta que le llegue turno de chillar en la parrilla.

En los platos, casi obsceno, el churrasco mantiene la grasa a los costados y los inunda de jugo. El olor es irresistible para los carnívoros ortodoxos.

Luis Quintín tiene a su familia en Comodoro Rivadavia, y viaja periódicamente desde Esquel para visitarla. Para él y su señora ya es una tradición almorzar o cenar en El Petiso.

“Los mejores churrascos los comemos acá, nunca probé otro igual”, afirmó Luis, mientras disfruta de una abundante cena junto a su compañera.

El menú a veces varía, el Petiso dice que también ofrecen pastas  o polenta, o lo que inspire a otra de sus hijas que también participa en la organización del menú que se ofrece diariamente.

Los postres no hacen ostentación, pero siempre satisfacen el deseo de comer algo dulce: flan o duraznos en lata y al final un té bajativo o un café que despierte a los comensales, todo dependen del estado en el termine cada uno.

La parrilla El Petiso hace más de 40 años que presta servicio de comidas en la provincia del Chubut. Gobernador Costa está ubicado a unos 417 km de Comodoro Rivadavia y es el paso obligado para todos los que se dirigen a hacia la cordillera.

El pueblo fue fundado en 1925 y cada año que pasa lo embellece, el tiempo le sienta bien. Sus calles arboladas y prolijas se lucen como acuarelas. Casitas de colores y carteles que anuncian comercios y hospedajes se despliegan a medida que avanza la avenida principal.

La ganadería ovina es la actividad comercial más importante y el turismo comenzó a mirar con otros ojos a esta región.  La Fiesta Provincial del Caballo en el mes de febrero, el museo histórico del Cacique Sayhueque y los 90 km que lo separan del lago Azul lo convierten en algo más que el paraje donde muchos paran solo a cargar combustible.

Alberto Delgado nació El Bolsón, provincia de Río Negro y gran parte de su vida la llevó adelante en Gobernador Costa. Él es El Petiso, el que cocina como ninguno y pertenece a la historia de este pueblo enclavado en el valle del arroyo Genoa.

La estrella Michelin jamás llegará a estos pagos para darle mención a su parrilla,  pero esto no importa,  porque para él y el pueblo la única distinción es la de los viajeros que pasan, comen y vuelven satisfechos.