La historia detrás del museo inclusivo en una ciudad Patagónica: fundado por una drag queen que dejó huella
Titi Ricciuto, un artista multifacético, creó el Museo El Charrúa en Aluminé, fusionando la historia local con su impronta inclusiva.
A 331 kilómetros de Neuquén capital, el pintoresco pueblo de Aluminé, al pie de la Cordillera de los Andes, alberga un museo que destaca no solo por su contenido histórico, sino también por el alma de quien lo fundó. Luis "Titi" Ricciuto, reconocido por su labor como drag queen y su papel como funcionario, fue el impulsor del Museo Municipal y Centro de Interpretación El Charrúa, un espacio que celebra la historia del lugar desde una perspectiva inclusiva y diversa.
El museo, que abrió sus puertas en 2016, se convirtió en una atracción cultural que complementa los paisajes majestuosos de Aluminé. Para Titi, quien nació en Bolívar pero se crio en este pueblo neuquino, el proyecto fue mucho más que una labor profesional: representó la oportunidad de devolverle algo a la comunidad que lo adoptó. “Quería que Aluminé tuviera su lugar para contar su historia, pero también para escuchar las voces de todos los que la habitan”, comentó Ricciuto en varias entrevistas.
El Museo El Charrúa está ubicado en el casco de la antigua estancia homónima, un edificio que fue restaurado utilizando técnicas tradicionales como la quincha, mezcla de caña y barro. Este lugar, que alguna vez perteneció a la familia Ayuso, fue expropiado por el municipio y adaptado para albergar el museo gracias a la iniciativa de Ricciuto, quien volvió a Aluminé en 2015, coincidiendo con el centenario del pueblo, para organizar los festejos y darle forma a su sueño.
Las salas del museo ofrecen un recorrido que atraviesa la historia de la región desde el territorio prehispánico mapuche hasta la llegada de los colonos. “Nos propusimos coexistir con los relatos. Hay voces mapuches, pero también hablamos de los colonos, de las estancias, de cómo se generaban los alimentos y la luz. No negamos una parte, hacemos que convivan”, explicó Titi, refiriéndose al enfoque intercultural que marca al museo.
Luis Ricciuto no solo dejó su huella en Aluminé con el museo, sino también con su arte. Formado en teatro, su carrera como drag queen lo llevó a escenarios nacionales, incluyendo una recordada aparición en el programa de Susana Giménez. “Uno de los momentos más emocionantes fue cuando le pedí a Susana que mandara saludos a la gente de Aluminé. Creo que fue la única vez que ese nombre se escuchó en su programa, y eso me llenó de orgullo”, recordó Ricciuto.
Su trabajo como drag queen comenzó en Rosario, pero su carrera se consolidó en Buenos Aires, donde también se desempeñó como actor y docente. Al regresar a Neuquén, combinó su faceta artística con la función pública, llegando a ser subsecretario de Diversidad de la provincia, un rol desde el cual promovió la inclusión y la visibilización de la comunidad LGBTQ+.
El Museo El Charrúa es más que una simple colección de objetos históricos. Para Titi Ricciuto, la inclusión y el respeto por las distintas identidades y culturas son fundamentales en su propuesta. “Queremos que todas las voces estén representadas, desde los mapuches hasta los colonos, y que cada visitante sienta que tiene un lugar en esta historia”, expresó.
El museo puede recorrerse tanto con guías especializados como de manera libre, gracias a las detalladas explicaciones que acompañan cada sala. Desde la primera, dedicada al territorio prehispánico Wallmapu, hasta la última, que relata la evolución de Aluminé como pueblo, el visitante es invitado a reflexionar sobre la diversidad cultural que caracteriza a esta región.
Con información de TN, bajo supervisión y edición de un periodista de ADNSUR.