La jueza de Comodoro "de los besos" con el preso al que condenó aseguró que cayó "en una trampa mortal"
Mariel Suárez se defendió en una entrevista de las acusaciones en su contra, se definió como víctima y destacó que la gente en la calle la saluda y que cuenta con miles de seguidores en Facebook.
La jueza Mariel Suárez, protagonista del escándalo judicial y mediático tras haber visitado en la cárcel a un preso condenado por homicidio que trascendió a partir de la difusión de un video en el que se vio un encuentro cercano, volvió a defenderse y aseguró que cayó "en una trampa mortal".
Suárez destacó que no tiene "ninguna relación sentimental" con Cristian Bustos, el preso al que su tribunal había condenado días antes por homicidio y con quien se lo vio en un video que se difundió en todo el país.
"Todo lo que se dijo es puro verso. Yo voy a escribir un libro, estaba haciendo una actividad académica. Eso no está cuestionado en el sumario. Lo de los supuestos besos pasó casi a segundo plano. No hay una imputación concreta sobre eso. La sumariante consideró que yo estaba sentada en el piso y que eso es una falta de ética porque no se condice con mi vida pública", resaltó la magistrada en una entrevista con Clarín.
Además, volvió a objetar lo que se mostró en el video en el que se mencionó que se besó con el preso.
"La trascendencia del video estuvo armada. Fue adrede. Y digo que es una entrevista privada porque lo dice la ley. En cuanto a lo que se dice y en cuanto a la imagen. Si bien hay cámaras por seguridad no se tienen por qué difundir las imágenes de esas cámaras. Sólo se pueden difundir cuando se violaron reglas o cuando hay una orden de una autoridad competente", agregó al respecto.
Y de paso, insistió con que "no tiene por qué caer mal mi visita. Porque yo había terminado con mi trabajo. Lo condené antes. Nunca antes había hablado con él, ni lo entrevisté, ni tuve ninguna relación".
"Y además lo entrevisté para que me diera la autorización para escribir un libro sobre su historia y sus hermanos. Yo podía ir. Ahora sí, tendría que excusarme de actuar si hay alguna revisión de pena o algo que tenga que ver con su sentencia porque tengo una relación académica con él. Cayó mal porque todo el mundo habla de “la jueza de los besos”. Y no fue así", destacó.
Si bien contestó que no estaba dispuesta a hablar de su "vida privada", la jueza resaltó: "Adelgacé unos cuantos kilos. Y hubo gente de mi familia que no podía dormir a la noche. Lo que sí, en mi trabajo se complicó sobre todo con mis colegas. Prejuzgando y violando el principio de inocencia".
"Tuve que enfrentar una guerra interna. A mí me discriminaron y violaron todo principio constitucional. Yo camino tranquila por la calle. La gente me para y me saluda. Me dice que siga adelante. Además en mi página de Facebook tengo cerca de 5.000 seguidores. Tengo claro que lo que “sirve” es hablar del romance de la jueza con un preso. Y lo digo en todo sentido. Hacia adentro y hacia afuera de la Justicia", dijo.
También atribuyó los "ataques" en su contra a que sabe "un montón de cosas".
"Esto tiene que ver porque dije en mi sentencia que lo mejor que hizo la policía fue ´limpiar la escena del crimen´. ¿No les parece que es suficiente para tener la policía en contra?", dijo.
Tras considerar que todo el caso tiene un componente machista y que está por fuera de toda corporación, destacó que el sumario en su contra no terminó y definió que hay "una clara intencionalidad" en su contra.
"El tema de fondo es que fue una jueza mujer la que fue a entrevistar a un preso. Si hubiera sido un hombre con Bustos o con otra mujer detenida nadie hubiera dicho nada. La Justicia es machista. Pase lo que pase yo siento que ya estoy prejuzgada y condenada", agregó.
También dijo que no volvió a estar con “Mai” Bustos desde diciembre.
"Pero una vez que pase todo esto, y si para poder completar mi libro lo tengo que volver a entrevistar, por supuesto que lo voy a hacer. Yo no hice nada que esté fuera de la ley. Cuando fui a entrevistarlo ya había realizado mi trabajo. Ya lo había condenado", se defendió..
"No estoy arrepentida de nada. Porque considero que no hice nada malo. No soy una persona culpógena. Yo construyo, no tengo rencor. No siento odio aún contra las personas que me afectan. Y además no prejuzgo a nadie, más allá de lo que cualquiera pueda pensar. Me molesta la condena anticipada que hicieron sobre mí. Que me hayan identificado al minuto como la jueza de los besos. Si hubieran puesto la del “supuesto beso” era otra cosa. Estaba la duda", agregó.
"Caí en una trampa mortal inevitable", dijo a modo de final sobre su evaluación de todo el tema.