En los últimos días se registraron múltiples explosiones solares (o tormenta geomagnética) que provocaron magníficas auroras boreales y australes en todo el mundo: muchas de ellas se lograron ver en gran parte de la Patagonia.

Este fenómeno fue generado por una tormenta geomagnética, también llamada tormenta solar. Se trata de una perturbación temporal de la magnetósfera terrestre que puede ser causada por una onda de choque de viento solar y/o una eyección de masa coronal que interactúa con el campo magnético terrestre. 

El incremento en la presión del viento solar inicialmente comprime la magnetósfera. El campo magnético del viento solar interactúa con el campo magnético de la Tierra y transfiere la energía a la magnetosfera.

Estas son las mejores imágenes de las auroras boreales y australes en el mundo

Ambas interacciones causan un incremento en el movimiento del plasma a través de la magnetósfera (conducido por campos eléctricos incrementados dentro de la magnetósfera) y un incremento en la corriente eléctrica en la magnetosfera e ionosfera. La presión del viento solar sobre la magnetosfera aumentará o disminuirá en función de la actividad solar.

¿Cómo nos afecta la tormenta solar? 

Una alerta o aviso de tormenta geomagnética indica que la meteorología espacial podría afectar a infraestructuras críticas en la Tierra o en órbita cerca de ella. Podría introducir corriente adicional en los sistemas, lo que podría dañar tuberías, vías férreas y líneas eléctricas.

Según el astrónomo del Observatorio Lowell, Joe Llama, las comunicaciones que dependen de ondas de radio de alta frecuencia, como la radioafición y la aviación comercial, son las que tienen más probabilidades de verse afectadas. Eso significa que es poco probable que tu teléfono móvil o la radio de tu auto, que dependen de ondas de radio de frecuencia mucho más altas, fallen.

La radioafición y la aviación comercial, son las que tienen más probabilidades de verse afectadas por la tormenta solar

Aun así, es posible que se produzcan apagones. Como con cualquier apagón, puedes prepararte manteniendo tus dispositivos cargados y teniendo acceso a baterías de reserva, generadores y radio, indicó un informe de The New York Times.  

La tormenta solar más notable de la que se tenga registro en la historia se produjo en 1859. Conocida como el Evento Carrington, duró casi una semana y creó auroras que se extendieron hasta Hawái y América Central y afectó a cientos de miles de kilómetros de líneas telegráficas.

Pero eso era tecnología del siglo XIX, utilizada antes de que los científicos comprendieran plenamente cómo la actividad solar perturbaba la atmósfera terrestre y los sistemas de comunicación.

“Ese fue un evento de nivel extremo”, dijo Shawn Dahl, pronosticador del Centro de Predicción Meteorológica Espacial de la NOAA. “No tenemos previsto eso”. A diferencia de las alertas y avisos de tornados, los anuncios de la NOAA no están dirigidos a la población en general. 

“La mayoría de los habitantes del planeta Tierra no tendrán que hacer nada”, explicó Rob Steenburgh, científico espacial del Centro de Predicción Meteorológica Espacial de la NOAA. 

El objetivo de los anuncios es dar tiempo a las agencias y empresas que operan estas infraestructuras para que pongan en marcha medidas de protección que mitiguen cualquier efecto. “Si todo funciona como debe ser, la red será estable y podrán seguir con su vida cotidiana”, dijo Steenburgh.
 

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