El remate de la planta de Guilford alcanza para cubrir sólo una cuarta parte de la indemnización de los extrabajadores
Tras la venta en 550 millones de pesos, el crédito en favor de los trabajadores sería de unos 470 millones de pesos, a repartir entre 120 ex obreros.
El remate de la planta de Kilómetro 8 de Guilford no aportó los resultados esperados. Con una base de 400 millones de pesos y una expectativa de alcanzar al menos unos 1.000 millones de pesos, la puja entre tres compradores arrojó un saldo bastante magro, con sólo 550 millones de pesos.
La propiedad de 32.000 metros cuadrados y casi la mitad en superficie cubierta, fue subasada por el martillero público Andrés Zárate reconoció que el precio no cubrió las expectativas previas.
"El mercado está complicado en Comodoro, hay mucha tierra, mucho construido y llegó a este precio, que no alcanza los 18.000 pesos por metro cuadrado. Es algo irrisorio -reconoció, en diálogo con 'El Ciudadano del Sur'-, pero no hay más plata y la gente sabe el termómetro de Comodoro. Si hubiese sido hace 2 años, era otra la expectativa, pero bueno, acá estamos".
“ALCANZA PARA SÓLO UN 25% DE LAS INDEMNIZACIONES”
Por su parte, el abogado Jorge Echelini, representante de los extrabajadores, detalló que si bien todavía falta la aprobación de la subasta y las liquidaciones de los acreedores prioritarias, quedará un saldo aproximado de 470 millones de pesos a distribuir entre los obreros que tienen pendiente el cobro de sus indemnizaciones.
“Se podría decir que el precio obtenido cubre un 25% de las pretensiones actualizadas de los trabajadores, siempre hablando de montos aproximados”, indicó el abogado laboralista, quien representa a 90 de los 120 ex obreros, en diálogo con ADNSUR.
Echelini detalló además que el primer acreedor es el hipotecario, según dispone la ley, que dispone ese orden de privilegio. En segundo lugar cobrará la municipalidad de Comodoro Rivadavia, en concepto de impuestos adeudados, ya que el remate salió libre de esos tributos. Y en tercer lugar los trabajadores, siguiendo el orden de embargos laborales trabados en los últimos 8 años.
“No todos han embargado la planta -aclaró-, porque había otros trabajadores que fueron rematando y vendiendo, pero en la planta debe haber un universo de 88 ó 90 trabajadores (que yo represento), que son los que los que tendría que cobrar estos 470 millones. No es una cuenta directa, de dividir el total por la cantidad de personas -advirtió-, sino que cada uno tiene un crédito distinto”.Además, se suman otros 30 ex operarios representados por otros letrados.
NO QUEDA MUCHO POR REMATAR
No hay muchas probabilidades de que los ex operarios puedan acceder a otros bienes de la empresa declarada en quiebre, ya que en la zona quedan algunas casas, “que tienen más embargos de lo que valen esas propiedades”, detalló el abogado.
Y en otras partes del país hay algunos bienes, pero “son de más dificultosa realización, porque se trabaja con otro tipo de juzgados, fuera de la jurisdicción, con mucho menos auxilio de la justicia de lo que hemos tenido aquí”, apuntó Echelini.
“Esperanza siempre hay y yo el compromiso que tengo es tratar de vender hasta el último tornillo, así que lo que tengamos y lo encontramos vamos a tratar de rematar -prometió-. Pero bueno, afuera se hace muy dificultoso y los costos son elevadísimos. Siempre dije lo mismo, desde que empezó este proceso ha sido remar en dulce de leche y seguimos en las mismas circunstancias”.
Finalmente, indicó que no se sabe nada sobre el comprador ni la finalidad con la que adquirió las instalaciones, ya que la puja en la subasta fue entre compradores a comisión.