La tragedia de más de cincuenta personas atrapadas en Edimburgo por una estafa millonaria sigue sin resolverse, mientras el tiempo apremia y las condiciones empeoran. Iniciado por la profesora Liliana Silva de Catriel, quien también fue víctima del fraude que ascendía a ocho millones de pesos por pasajero, el grupo se encuentra desesperado tras no recibir respuestas satisfactorias de las autoridades argentinas.
Silva, en una entrevista con RÍO NEGRO RADIO, reveló que además hay más afectados en Neuquén y Río Negro, quienes estaban pagando sus viajes para realizarlos en el futuro. A pesar de haber solicitado ayuda al gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, y haber contactado con las intendencias locales, la situación de los varados no mejoró.
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La situación en Edimburgo se torna más crítica cada día. Con más de diez menores de edad entre ellos, muchos pasajeros comenzaron a enfermarse debido al estrés y las condiciones adversas. Gripes, conjuntivitis y brotes en la piel son algunas de las dolencias que afectan al grupo, mientras enfrentan la incertidumbre de quedarse sin recursos básicos en breve.
El dinero reunido apenas alcanza para dos días más de alojamiento y comida, tras lo cual temen ser desalojados o incluso deportados, una perspectiva que podría dejar marcas permanentes en sus registros migratorios y complicar su retorno a Argentina.
Liliana Silva criticó duramente a la Cancillería argentina, acusándola de falta de respuesta y de solicitar documentación sin ofrecer soluciones concretas. Tras días de espera, las autoridades diplomáticas indicaron que el problema debía ser resuelto de manera particular, dejando al grupo en una situación aún más vulnerable.
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Con los pasajes de regreso a Argentina ya en su poder, los varados carecen de alojamiento, comida y recursos para los traslados dentro de Europa. La falta de fondos para pagar las multas por cambios de fecha en los billetes agrava aún más su situación, impidiéndoles retornar antes de la fecha programada.