Macabro hallazgo en la Aduana: encontraron por segunda vez un cráneo humano en una encomienda
Por segunda vez en menos de un mes, encontraron en una encomienda que partía desde Argentina, una calavera. En esta oportunidad tenía como destino Estados Unidos.
Un hallazgo escalofriante se produjo en una inspección aduanera: encontraron una calavera humana que iba a ser enviada al exterior a través de una encomienda internacional. El paquete incluía la factura con el valor del producto e instrucciones para su ingreso al país de destino.
El hallazgo se produce exactamente 30 días después de otro envío frustrado tanto o más macabro. El 13 de diciembre pasado, en la misma oficina de Aduana en la que ahora descubrieron la calavera, detectaron y frenaron el envío de un cráneo humano momificado que, oculto entre caretas del Hombre Araña, tenía como destino el barrio neoyorquino de Brooklyn.
En esta ocasión, la calavera fue secuestrada por personal de la Dirección General de Aduanas en el Centro Postal Internacional ubicado en la Planta Logística del Correo Argentino de la avenida Fair, en la localidad de Monte Grande, partido de Esteban Echeverría.
Tras detectar mediante el escaneo que la encomienda podía llevar restos óseos, inspectores de esa dependencia de la Aduana ubicada en el Sur del Conurbano Bonaerense, obtuvieron la autorización judicial para abrir el paquete, que estaba siendo enviado a los Estados Unidos.
En la caja de cartón envuelta en papel madera hallaron, dentro de una bolsa de nailon transparente, una calavera humana. Dentro de la caja había también una factura por 295 dólares estadounidenses y un instructivo en inglés, de cinco hojas, titulado "Guía para la importación de restos humanos a los Estados Unidos para entierro o subsiguiente cremación".
Desde el organismo que dirige Guillermo Michel comunicaron que, más allá de cual sea la normativa vigente en el país de destino -en este caso, los Estados Unidos de América-, el envió de restos óseos no está permitido por el régimen de encomiendas postales de la Argentina.
En el caso de que se quisiera realizar la exportación de una calavera o cualquier tipo de restos óseos, la operación debería contar con el aval del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).
Por tal motivo, los inspectores aduaneros procedieron al secuestro del envío postal, dieron comunicación formal a la fiscalía de turno y elevaron su informe al juzgado actuante.
Asimismo, dado que la calavera podría tener valor arqueológico, convocaron al Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano para su peritaje.
El 13 de diciembre pasado, en la sección Encomiendas Postales Internacionales de la Aduana de Monte Grande, se detectó y detuvo el envío de un cráneo momificado perteneciente a un niño de aproximadamente 10 años de edad.
Fuente: Clarín