Mascotas presidenciales: historias de Sarmiento, Illia y Urquiza

Arturo Illia: Un evento accidentado.

Arturo Illia tuvo un mandato presidencial entre 1963 y 1966. La familia presidencial tenía dos perros: “Mandinga” y “Odradek”, este último un galgo de pelaje color ocre y negro y ojos amarillos.

Ambos perros asistieron al casamiento de la hija de Illia, Emma Silvia, en la Quinta de Olivos. El futuro matrimonio había ambientado el espacio con un estanque de sapos y cisnes del zoológico local. Pero algo inesperado sucedió antes que logren dar el sí… Un asistente al evento gritó porque “Mandinga” se estaba comiendo a los cisnes. Todo culminó con el perro atado y las aves siendo retiradas del lugar.

Urquiza y Sarmiento: el temor a “Purvis”

Justo José de Urquiza tuvo un perro muy famoso en la historia local, llamado “Purvis”, que lo acompañó en sucesos históricos como la Batalla de Caseros. El mastín fue retratado en obras del artista Juan Manuel Blanes y también en los grabados editados en la imprenta del Ejército Grande.

“Purvis” siempre estaba junto a Urquiza en las batallas; nada lo espantaba. En el combate de India Muerta, un proyectil de cañón impactó muy cerca de él, quedando el perro a unos metros de distancia, pero se incorporó a los segundos, como si nada hubiese pasado.

Dicen que Urquiza tenía una especie de “ranking” de personas a las que el perro había mordido. En la lista estaba uno de los hijos de Urquiza, llamado Pedro Teófilo, su propio secretario Angel Elías y el barón de Grati que había sido mordido cuatro veces, entre cientos de personas.

Sarmiento aseguraba que a él ningún perro había podido morderlo nunca y afirmaba que “Purvis” mordía a toda persona que se acerque a Urquiza. Durante un tiempo jugó con la posibilidad de ser atacado. En reiteradas oportunidades contó que el perro mordía a todos, salvo orden contraria.

Cuando asesinaron a Urquiza en abril del año 1870, “Purvis” ya había fallecido. “Purvis” nunca pudo morder a Sarmiento.

Sarmiento: su proteccionismo y contradicciones

Volviendo a Domingo Faustino Sarmiento, en el año 1879, fundó la Sociedad Argentina para la Protección de los Animales. El Congreso sancionó una ley de cuidado de animales en 1891, que se llamó “Ley Sarmiento” en honor al expresidente que impulsó el proteccionismo y la preocupación por los perros callejeros en el país.

Aunque no todo fue positivo. El expresidente también tomó decisiones contradictorias al amor que profesaba hacia los perros. En 1874, sancionó la Ley 658, que creó el Parque Tres de Febrero, incluyendo en el mismo, animales exóticos y autóctonos. Posterior a esto en su cargo como titular de la Comisión de ese parque inició la construcción del zoológico de Buenos Aires.