Perón inédito: las cartas y fotos que Juan Domingo le mandó a su familia que vivió en Rada Tilly
A 50 años del fallecimiento de Juan Domingo Perón, sus cartas y fotografías familiares siguen siendo un objeto de fascinación e interés para los historiadores y la sociedad en general. En este capítulo de Comodoro aquella vez de ADNSUR, se dan a conocer algunas imágenes que pertenecen al archivo familiar de Antonio Perón, un sobrino del presidente que vivió en Rada Tilly.
“Estar ante un jefe de Estado siempre es interesante y conocer la intimidad de ese personaje tan distante de nosotros también lo es. Las cosas simples de la vida cotidiana se vuelven más relevantes”
Esta fue la afirmación de Gabriel Carrizo, historiador y docente en la Universidad Nacional San Juan Bosco e investigador del CONICET, que en entrevista con ADNSUR dio detalles sobre la importancia de las cartas y fotografías como documento histórico.
“Para la historiografía, toda documentación es relevante y puede darnos detalles sobre algo que no conocíamos e incluso, nos puede despertar el interés por conocer más sobre esa figura”, destacó Gabriel.
Cuando se piensa en estas personalidades, se hace difícil imaginarlos mientras comparten una comida con la familia o se preocupan por la vida de sus seres queridos. Pareciera que esas simples facetas no les pertenecen.
El hermano mayor de Juan Domingo Perón fue Mario Avelino, que tuvo 10 hijos y con ellos una descendencia prolífera.
Antonio Avelino fue uno de los sobrinos de Perón y pasó sus últimos años de vida en la ciudad de Rada Tilly, junto a su esposa Olga Moreno y su hijo Mario. Antonio falleció en el 2004 y su esposa es quien mantiene a resguardo las cartas y fotografías que Perón intercambió con la familia.
Olga recibió a ADNSUR en su casa y la entrevista transcurrió con la lentitud del sol que se pone en una tarde de otoño. Cada carta y cada foto disparaban recuerdos que iban desde Comodoro a Camarones, de la Quinta Olivos a España, de Buenos Aires a Italia. Y así, entre sobres y letras caligráficas, la vida personal de aquel líder político se armaba como un rompecabezas interminable.
“Antonio me dictaba las cartas para su tío, él decía que yo tenía mejor letra”, comentó Olga mientras pasaba de mano en mano los sobres y revivía aquellos momentos familiares. La comunicación que mantenían era periódica.
El papel de algunas cartas pasó del blanco rabioso al natural gastado y las palabras siguen allí intactas, se resisten a perder la tinta y las noticias que transportaban. Olga posee un inventario mental de fotos, cartas y muchas anécdotas.
CARTAS, FOTOGRAFÍAS Y RELATOS COMO DOCUMENTO HISTÓRICO
Olga nació en Camarones en 1939, en la habitación Nº1 del Hotel España ya que su familia era la propietaria. Su mamá era muy amiga de Juana Sosa Toledo, la madre de Juan Domingo Perón. Las familias siempre estaban en contacto.
“Conocí a mi esposo cuando él tenía 8 años y yo 5. Fue para una reunión familiar, esa noche la abuela Juana descoló 3 acordeones, tocaba muy bien”, recordó Olga.
En esos años había un parador tipo hotel para los viajeros con despacho de nafta en la zona de Cañadón Ferraris, lo atendía la sobrina mayor del General, Mercedes Eufemia, junto a su esposo y fue allí que Olga se cruzó por primera vez con su futuro esposo.
“El relato oral, los recuerdos y las anécdotas también son consideradas fuentes históricas”, afirmó Gabriel.
Son elementos importantes, ya que allí aparecen las distintas formas de recordar el pasado y también las emociones.
“Antonio vivió unos meses con su tío en la residencia de Olivos, desde enero a septiembre del 55”, relató Olga.
Durante su estadía en la residencia ambos compartían cenas musicalizadas con melodías paraguayas. “A Perón le gustaba la música de arpas”, contó su sobrina política.
Los recuerdos llegaban a Olga uno tras otro y en cada palabra los revivía.
“Una noche después de cenar decidieron dar una vuelta en una moto Harley Davidson que Perón tenía en la residencia. Conducía Antoñito, pasearon tranquilos por la avenida hasta que los custodios se percataron de la escapada y los perseguieron para que volvieran a la casa”, recordó Olga que parecía verlos ahí mismo.
“El día que Perón se fue al exilio, Antonio quiso acompañarlo y su tío no lo permitió”, evocó Olga
“Quedate con tu mamá Antoñito, ella te necesita”, respondió Perón ante el pedido de su sobrino
Olga reconoció que ya le quedan pocas cartas porque muchas las regalaron. Las hay mecanografiadas y escritas a mano con la firma de Perón siempre en original y en ocasiones acompañada por la firma de Isabelita.
En este párrafo se puede observar el tono familiar que mantenía con su sobrino y aporta datos sobre una frase que utilizaba su abuelo, el doctor Tomás Perón para referirse a la salud de sus pacientes.
“Perón fue un gran comunicador, un gran escritor de cartas, se comunicaba con la dirigencia política por medio del género epistolar”, recalcó el historiador.
Carrizo explicó que en el Archivo General de la Nación hay fondos documentales que pertenecen a distintos presidentes y sobre los mismos trabajan los historiadores. Allí se ponen a resguardo las cartas que recibían de los ciudadanos y también el intercambio epistolar que estos líderes tenían con políticos, etc.
“En la Argentina existen trabajos que han privilegiado el análisis de las presidencias de Perón y de Alfonsín a través de las cartas”, indicó el historiador.
Olga mantiene en su memoria los detalles más pequeños sobre los momentos que le relató su esposo y los que ella misma vivió.
El 3 de diciembre de 1972, Antonio, Olga y su hijo Mario fueron a visitar a Perón a la residencia de Gaspar Campos. Había varias personas en la casa, entre ellos López Rega.
"El rumor de las voces en la casa se cortó, me di vuelta y él estaba ahí, en colores, impecable. Fue un shock. Me tendió la mano con una sonrisa de oreja a oreja y yo lo abracé", recordó Olga.
Allí fue que Olga conversó con su tío, el general, el compañero. Todas sus facetas estaban frente a ella y aquel hombre que conocía en blanco y negro a través de las fotos y los noticieros tomaba cuerpo ese día.
El historiador Gabriel Carrizo hizo hincapié en que tanto las cartas, las fotografías y las anécdotas permiten conocer varias dimensiones de la personalidad de Juan Domingo Perón, el hermano, tío, militar y político.
También invitó a reflexionar sobre la importancia de las cartas personales, de cualquier familia. Leerlas después de muchos años permite refrescar recuerdos y entender otros contextos y estados de ánimo. Todo aporta datos, a veces impensados.