Playas peligrosas: en tres años hubo 99 rescates en Comodoro
La zona sur de la Cuenca del Golfo San Jorge se caracteriza por las extensas playas que tienen Comodoro Rivadavia y Rada Tilly. Y cada verano miles de personas llegan a las costas en los días de calor y disfrutan del paisaje de la zona. Desde el Servicio de Guardavidas de esta ciudad confirmaron a ADNSUR que en las últimas tres temporadas se realizaron 99 rescates, y en este diciembre ya se contabilizaron otros 7. Playas extensas, algunas contaminadas, otras sin servicio permanente de guardavidas y negligencia de los propios bañistas hacen a la vida en los balnearios patagónicos que ya se han cobrado varias vidas.
Con el comienzo de la temporada de verano 2018 – 2019 el peligro de la muerte esta latente y por esa razón a comienzos de este mes quedaron habilitados los servicios de guardavidas de Comodoro Rivadavia y Rada Tilly.
Fue el 14 de diciembre cuando se habilitó en forma oficial el Servicio de Guardavidas en Comodoro y hasta la fecha ya se contabilizaron 7 rescates: 2 en la costanera, otros 2 en Kilómetro 3 y los restantes en Caleta Córdova, una playa que está creciendo en afluencia de visitantes en los últimos años.
UN SERVICIO EN EXTENSIÓN
El servicio se creó en la década del 80 cuando comenzó a cubrir la Costanera con cuatro guardavidas. Para 1988, con Kilómetro 3, ya había dos playas habilitadas con un staff de 8 rescatistas. Luego comenzó a cubrirse Kilómetro 4 y en los últimos años Caleta Córdova.
En la actualidad el área cuenta con 38 guardavidas, dos jefes operativos y un radio operador. Además tiene tres móviles con embarcaciones: uno está en Caleta Córdova, otro en la Costanera y el restante recorre los kilómetros, con un área de cobertura cercana a los 50 kilómetros, entre Caleta Córdova y el límite el puesto Ramón Santos que divide Chubut de Santa Cruz.
Precisamente esa extensión es uno de los principales inconvenientes al momento de brindar seguridad en el agua, teniendo en cuenta que solo cuatro playas del área urbana de Comodoro Rivadavia cuentan con servicio de guardavidas, mientras que las de los kilómetros cada vez son más concurridas.
Desde el servicio de esta ciudad, que cubre la mayor jurisdicción, confirmaron a ADNSUR que en las últimas tres temporadas se realizaron 99 rescates: 24 en el verano 2015-2016, 42 en el 2016-2017 y 33 en 2017 – 2018.
PLAYAS HERMOSAS PERO CON ESCASA REGULACIÓN
La Bajada de los Palitos, playa Bonita y playa Ansina se caracterizan por su arena y su extensión. Se trata de costas que no cuentan con ningún tipo de control municipal ya que al estar alejadas de la ciudad carecen de servicios. Por ejemplo, en ese sector no hay servicio de policía y debe acudir la comisaría de Rada Tilly. Tampoco hay un puesto de Defensa Civil ni Bomberos Voluntarios y en esos casos también deben acudir los servicios de la villa balnearia.
Esas playas tampoco cuentan con guardavidas permanentes, y en la actualidad cuentan con recorridas que realiza el servicio de Comodoro de oficio, que en caso de urgencia cuenta con el apoyo de Prefectura. Sin embargo, a contrapartida de lo que sucede en la ciudad esas costas no están contaminadas y al carecer de control es posible acampar o realizar asados, lo que no sucede en playas como la de Kilómetro 3, la Costanera o la misma Rada Tilly.
Así su convocatoria las convierte en un punto de peligro a tener en cuenta, ya que todos los años se registran incidentes en el agua o en la arena. Por ejemplo, en septiembre de 2012 se produjo el rescate de Maximiliano Guerrero, un hombre que practicaba kitesurf al igual que Piriz, en diciembre de 2015 la familia Caro tuvo que ser rescatada cuando quedó atrapada por la marea en una zona de cuevas, y hace dos semanas se asistió a dos kayakistas que no podían salir del agua.
Martín Gurisich, jefe de turno del Servicio de Guardavidas de Comodoro Rivadavia, en diálogo con ADNSUR explicó que el área actualmente cubre de oficio estas playas, ya que por disposición municipal solo se debe brindar el servicio en forma permanente en las playas habilitadas: la Costanera, Kilómetro 3, Kilómetro 4, y Caleta Córdova.
“De diciembre a marzo a esas playas las hacemos los fines de semana o los feriados porque son playas que tienen una particularidad: el día que está lindo se llenan, peor el día que esta feo no va nadie. Entonces tener un servicio fijo apostado es muy difícil. Lo que hacemos es mandar un servicio con una camioneta que va con cuatro guardavidas, una embarcación y mucho equipamiento para poder atajar cualquier eventualidad que suceda”, explicó.
Este año ese recorrido aún no se implementó ya que se espera la incorporación de un móvil. De esta forma, está previsto que comience a funcionar en enero. Gurisich, no obstante, adelantó que se analiza en forma permanente cómo evoluciona la presencia de gente en esas playas, principalmente en La Bajada de los palitos y Los Limites que son públicas.
Diferente es lo que sucede con La Herradura, que fue loteada y su administración debe contratar un servicio propio que aún no tiene.
El guardavidas al ser consultado por los rescates en ese tipo de playas, aseguró que la gente “es bastante prudente al momento de nadar”.
“Las veces que hemos tenido que asistir es porque sube la marea y quedan atrapados en las cuevas, y lo otro que preocupa es la falta de seguridad en la área, andan con cuatri a máxima velocidad y hay niños jugando alrededor. De hecho el año pasado tuvimos que asistir a un motociclista que se cayó a un médano y tuvo que ir una ambulancia”, señaló.
LA DIFICULTAD DE APLICAR EL CONTROL EN LAS PLAYAS REGULADAS
Paradoja de una ciudad compleja, mientras las convocantes playas de los kilómetros carecen de regulación, los balnearios de la zona urbana son controlados pero allí la dificultad radica en la forma de aplicar la normativa vigente.
Es que una de las principales dificultades que encuentran los bañeros al momento de controlar el mar es el ingreso de embarcaciones de menor porte, que tanto en unas playas como otras, ingresan sin control, además de las prohibiciones que hay en los sectores costeros.
Para poder cambiar esto desde el servicio este año se impulsó una modificación a la ordenanza vigente. La misma ya fue aprobada por el Concejo Deliberante. Sin embargo, todavía no fue promulgada y aplicada por la Municipalidad.
El proyecto establece que el guardavida podrá exigir a todo nadador deportivo que realice un despacho en el Libro de Agua para saber su horario de ingreso y de egreso. Además estará facultado para prohibir el inicio de fuego en los sectores de cobertura y el ingreso de automóviles.
¿ES POSIBLE HABILITAR MAS PLAYAS?
La pregunta que surge es si es posible habilitar más playas. Para Gurisich la respuesta no pasa por el costo que tendría implementar un servicio con personal, casilla, baños químicos, equipo de radio y personal policial sino por la conflictividad social que podría traer aparejado el control en sectores que hoy carecen de regulación.
“Las normas no son agradable a la gente que sabe que en esas playas van a poder hacer lo que quieran. Son cuestiones que hay que ir evaluando, si la policía está dispuesta a poner dos agentes fijos. Hay toda una normativa que entra en juego y hay que pensar la conflictividad social que puede generar. Pero son cuestiones que deben estudiarse”, señaló.
Es que tal como dijo la conflictividad es un punto a evaluar ya que solo en la Costanera durante la temporada 2017 – 2018 los guardavidas tuvieron que intervenir en 25 peleas, y esta temporada ya se secuestraron dos elementos cortantes en ese tipo de incidentes.