Provincia advirtió que si el dragado del río Chubut no se hace “va a cerrar el puerto de Rawson”
Lo dijo el ministro de Infraestructura, Gustavo Aguilera, quien además señalo que el intendente Biss presentó un amparo que paralizó la obra “ante la presión de los vecinos y los tiempos electorales en los que estamos”.
La polémica en torno a la obra del dragado del Río Chubut en Puerto Rawson continúa y promete tener varios capítulos más.
Tras haber sido paralizada por la justicia ante el amparo presentado por la Municipalidad de la capital provincial, el ministro de Infraestructura del Chubut, Gustavo Aguilera, reiteró que los análisis de todas las muestras de agua tomadas, previo a iniciar las tareas, “arrojaron valores muy por debajo de los límites contaminantes permitidos”.
Lamentó el funcionario provincial el freno de los trabajos y habló de las consecuencias que tal situación trae aparejada en materia económica y sobre todo los perjuicios que le ocasionará a la ciudad de Rawson. “La obra del dragado hay que hacerla sino va a cerrar el puerto, es así”, declaró en la mañana de este miércoles a Radio Chubut.
Aseguró que ahora esperarán los resultados de las nuevas muestras que se tomaron durante este fin de semana, luego de una protesta de vecinos alertados por el color oscuro de los sedimentos que se arrojaban al mar, remarcando que “si los resultados son similares a los de abril de este año, la obra debería continuar”.
Agregó en ese sentido que “nosotros estamos tranquilos que las muestras que se tomaron con el CENPAT son de lugares más internos del estuario” y detalló que las mismas se extrajeron de tres lugares diferentes, “y están muy por debajo de los límites máximos de contaminantes permitidos”. Y como para que no queden dudas citó como ejemplo que “si el permitido es 100, estamos en 10, 11, por lo que estamos muy por debajo de los límites contaminantes permitidos”, remarcó.
Aguilera también fue consultado sobre el amparo que presentó el intendente de Rawson, Damián Biss, al que la justicia hizo lugar, paralizando el dragado hasta que se acredite que los sedimentos arrojados al mar no afectan al ambiente y a la salud de la población. “Yo creo –opinó- que debe haber tenido una reacción ante la presión de los vecinos. Una reacción apresurada ante una presión mediática y de los vecinos y a los tiempos electorales en los que estamos”, afirmó.