Qué comprabas con 100 pesos hace 4 años, para qué te alcanza hoy y la app que te ayuda mejorar tu economía
Un kilo de carne picada y el vuelto; 3 kilos de pan, 2 docenas de huevo o 4 litros de leche eran algunas de las compras que podía cubrir el billete de 100 hace apenas cuatro años; hoy habría que elegir entre un paquete de harina, uno de fideos o un kilo de papas, con un par de caramelos por los 20 pesos de cambio.
En 4 años, el “carrito” del INDEC casi cuadriplicó su valor. En agosto de 2017, la lista de compras del organismo para monitorear algunos precios de la canasta básica sumaba 463,75 pesos en la región patagónica, mientras que en agosto de 2021 ese monto se elevó a 2.210 pesos. Es como si el billete de 100 pesos de aquel momento se hubiera reducido hoy a menos de 27 pesos. ¿Ya probaste la aplicación para comparar precios entre distintos supermercados?
La inflación no es un fenómeno nuevo en el país, desgraciadamente. Sin embargo, en los últimos años se ha acelerado fuertemente, iniciando en 2017 un período que elevó los niveles anuales hasta valores cercanos a los de fines de los 80 y principios de los años 90.
Hace cuatro inviernos, lo que costaba una lista de compras de 14 productos que releva permanentemente el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), hoy no te alcanza ni para comprar un kilo de carne picada común.
Así podría resumirse la inflación acumulada en este período, donde los precios relevados para medir el Indice de Precios al Consumidor se incrementaron más de un 376 por ciento.
La culpa no es de la Taruca
Dicho de otro modo, el billete de 100 pesos que tenías en el bolsillo en agosto de 2017 hoy se ha reducido, por su poder de compra, a algo menos de 27 pesos. Aunque siga teniendo el mismo color (o bastante parecido, porque del azul pasó a algo más parecido al violeta) y el valor nominal sea ídem.
No, la culpa no es de la Taruca, especie de ciervo autóctono del norte argentino que reemplazó al viejo Roca a partir del año 2018. La causa del retroceso del billete de 100 mangos es la inflación, que tiene la mala costumbre de ganarle a lo que las mayorías silenciosas reciben en concepto de ingresos en sus bolsillos.
Paradoja al margen: la venta de billetes de 100 pesos fuera de circulación adquiere hoy valores más relevantes si se buscan en sitios que los ofrecen para coleccionistas.
Con lo que comprabas 14 productos, hoy no alcanza ni para preparar unas empanadas
Los números oficiales del INDEC reflejan el modo en que evolucionaron los precios en los últimos 4 años. Periódicamente el organismo publica un relevamiento de precios de determinados productos de una canasta hogareña bastante módica, que incluye 14 productos. Aquí el listado de compras de los técnicos:
Pan Francés por kg; harina común por kg; arroz común por kg; fideos guiseros por kg; carne picada común por kg; pollo por kg; aceite vegetal por kg; leche en sachet por litro; huevos por docena; papas por kg; azúcar por kg; detergente por litro; lavandina por litro; jabón de tocador por unidad.
De ese registro surge, para la región de la Patagonia, que en agosto de 2017 la suma de esos productos ascendía a 463,75 pesos. Un kilo de carne, por ejemplo, valía entonces 92,76 pesos, el kilo de pollo 43,33 pesos o un litro de leche, 24,53 pesos, por citar algunos ejemplos.
En la medición de agosto, recientemente divulgada, esos precios se multiplicaron sensiblemente. La carne picada cotiza a 529,23 pesos; el pollo, 203,75 pesos por kg; y la leche, en sachet, se ubica en los 102,75 pesos.
Si en 2017 comprábamos 4 litros de leche en sachet con 100 pesos, hoy no alcanza para uno; si en ese momento llegabas a casi 2 litros de aceite, hoy alcanzaría para sólo un tercio, o 300 centímetros cúbicos. Y entonces llegabas a 5 kilos de papas, hoy apenas alcanza para uno, con algunas monedas de vuelto.
Los elementos de limpieza no se quedan atrás. Si podías comprar casi 3 litros de detergente, hoy con 100 pesos alcanza para poco más de medio litro; de 5 litros de lavandina, hoy apenas se llega a uno, ya que el precio mínimo oscila los 65 pesos; y el jabón de tocador, por el que podías pedir casi 6 unidades, hoy te llevás uno y empezás a juntar el vuelto para la próxima compra.
Lo dicho: el valor de la lista del INDEC que en 2017 costaba menos de 464 pesos, hoy no alcanza ni para comprar un kilo de carne picada común, de esa que se podría pedir para preparar unas empanaditas… Salvo que te conformes con “tres empanadas”, como aquella escena de “Esperando la carroza”.
¿Qué pasó con los salarios?
De acuerdo con los datos oficiales del INDEC, los salarios no han evolucionado en la misma proporción. El que más se acercó es el empleo registrado en el sector privado, que representa una porción cada vez menor del mercado laboral del país.
Los incrementos salariales hasta junio pasado, para el promedio del sector privado, alcanzaron un valor que no llega a triplicarse: por cada 100 pesos de salario en ese entonces, hoy se ha elevado a 291.
En el sector público, la variación es algo inferior, al elevarse a 277 pesos por cada 100 pesos percibidos en los haberes de ese sector. Y en el sector informal, es decir el empleo no registrado, la suba es aun más baja, con 267 pesos por cada 100 que se percibían en 2017.
En todos los casos, conviene no perder de vista que el costo de los alimentos y productos de limpieza relevados por el INDEC se encarecieron en un promedio que casi cuadruplica los precios: lo que por entonces costaba 100, hoy se elevó a 376.
La app para comparar precios
ADNSUR ya había presentado anteriormente la aplicación ‘Comprando’ (en todo caso, aquí te dejo el link por si lo querés repasar, con la colega Mariana García y el contador César Herrera), que sirve para comparar los precios en distintos comercios o supermercados, pero bien vale recordar que este instrumento sigue vigente y puede ser de alguna utilidad a la hora de planificar las compras, siempre que haya tiempo y poca distancia entre los distintos lugares.
La aplicación permite enfocar el código de barras de un producto, por ejemplo, de jabón en polvo, si estás en tu casa y tenés que salir a comprar. El sistema permite conocer cuáles son las opciones de precios más cercanas al domicilio, tanto de supermercados, comercios mayoristas o comercios de cercanía, en caso de que sus propietarios incorporen las ofertas.
Si ya estás en el supermercado y tenés dudas con un precio, pensando que viste tal producto en otro lugar, escaneás el producto y también se realiza la comparación.
Claro, en ese caso hay que contar con el tiempo suficiente como para postergar compras en un lugar y dirigirse al otro. En regiones como la nuestra, además, entra en juego la distancia. No es lo mismo si estás en km. 8 o Rada Tilly y la mejor oferta te aparece en el centro, a si ya estás en un punto menos alejado y las opciones se presentan para distintos supermercados en el área. En todo caso, el cálculo del costo de combustible también es una variable a considerar.
La alternativa más útil puede ser al momento de preparar la lista de compras, o bien para buscar algún producto específico, que es otra de las opciones que ofrece la aplicación, que puede descargarse gratuitamente en el celular.
Del mismo modo, la aplicación para encontrar “Precios cuidados”, el programa del gobierno por el que ofrece determinados productos a valores de promoción, puede descargarse desde www.argentina.gob.ar/precios-cuidados.
Ninguno de los instrumentos te resuelve el problema de fondo, pero al menos permite empezar a encontrar alternativas y poder verificar si el comercio en el que habitualmente hacés tus compras hace todo el esfuerzo que promete para aliviarte un poco el bolsillo.