Rescate en la nieve: el increíble relato de los habitantes aislados en Cerro San Bernardo

Blanca Aranda, una habitante de la zona de Cerro San Bernardo, compartió con ADNSUR los detalles de un extraordinario operativo de rescate realizado por el ejército argentino. El pasado 26 de junio, a las 9:30 de la mañana, un convoy militar partió en dirección a las estancias aisladas por la nevada, llevando suministros y asistencia a los pobladores. Aranda narró cómo el operativo se desarrolló en medio de condiciones extremas, con nieve acumulada que alcanzaba alturas de hasta un metro y medio.

Blanca, acompañada por Diego Valera, administrador de la estancia El Sombrerito, y Fidel Escobar, partió junto al convoy del ejército que incluía dos tanquetas. “Nosotros salimos el día 26 a las 9:30 de la mañana. Salió el carretón del ejército con dos tanquetas”, comentó Aranda. A medida que avanzaban, las tanquetas despejaban el camino, pero las camionetas que acompañaban al convoy no podían seguir debido a la acumulación de nieve en los laterales.

El grupo subió a las tanquetas y cargaron víveres para las personas aisladas. “Cargaron todo lo que llevaban y seguimos en las tanquetas. Dejamos a Escobar en su establecimiento y continuamos hacia la estancia de Diego Valera”, explicó Blanca. Sin embargo, la travesía no fue fácil, ya que la nieve volada había creado enormes acumulaciones en las subidas y bajadas del camino.

La primera parada fue en el campo de Osvaldo Cólico. “Llegamos y vimos que estaba bien, aunque rodeado de nieve. Le dejamos víveres y continuamos”, dijo Aranda. Posteriormente, se dirigieron a la estancia El Sombrerito, donde también dejaron suministros. Sin embargo, durante el recorrido, una de las tanquetas se averió. “Se rompió una tanqueta, así que cargamos todos los víveres en la otra y seguimos”, añadió Blanca.

A medida que la noche caía, el grupo decidió no bajar a la casa de Aranda debido a la oscuridad y el riesgo de quedar atrapados. Finalmente, al intentar regresar a la ruta, la segunda tanqueta también sufrió problemas mecánicos. “Hicimos un kilómetro y la tanqueta empezó a humear y quedó inutilizable”, relató Blanca. Ante la situación, decidieron volver a la estancia más cercana y pasar la noche allí, haciendo uso de linternas y celulares para iluminar el camino.

Al día siguiente, intentaron comunicarse con las autoridades desde un punto con señal, tarea que les tomó tres horas de ida y vuelta a caballo. “Escobar y el mecánico fueron a buscar señal para explicar la situación y pedir ayuda”, mencionó Blanca. El ejército respondió enviando un camión con cadenas para intentar el rescate de nuevo.

El viernes, mientras esperaban el rescate, Blanca decidió visitar su casa para asegurarse de que todo estuviera en orden. “Fuimos hasta mi casa con un sargento y un soldado, aprovechando la huella dejada por las tanquetas”, contó. Al regresar, aún no había noticias del nuevo operativo.

El sábado por la mañana, Blanca y el grupo escucharon que el ejército haría un nuevo intento de rescate. “Subteniente Cardozo y Escobar salieron a caballo para buscar señal de nuevo”, dijo Blanca. Poco después, llegaron los refuerzos: un camión del ejército y la tanqueta restante. “Mi hijo y el hermano de Diego Valera llegaron con sus camionetas, y detrás venía la tanqueta”, narró Blanca.

Los soldados del ejército, quienes habían acompañado a los pobladores durante todo el operativo, fueron fundamentales. “Prendieron un fogón y compartimos comida. Fueron muy solidarios”, comentó Blanca. Finalmente, el grupo logró regresar a la ruta y Blanca pudo llegar a su casa en Sarmiento.

Blanca expresó su profundo agradecimiento al ejército, destacando el compromiso y valentía de los soldados. “Estamos muy agradecidos al Regimiento 25 de Infantería y al Grupo de Artillería”, afirmó. Entre los nombres mencionados por Blanca están el cabo Pablo Roberts, los soldados voluntarios Leonardo Terán y David Casillas, y los oficiales al mando, el coronel Roberto Cari y el mayor Fermín Díaz Lastra.