Ser prematuro por partida triple: la historia de Uma, Briana y Luana en una terapia neonatal de Comodoro
Uma, Briana y Luana son trigemelas y fueron prematuras. Las pequeñas comodorenses estuvieron 40 días en incubadora peleando su propia batalla para salir adelante. En la Semana del Prematuro, Silvina, su mamá, recordó aquellos días y valoró el trabajo de las enfermeras que las cuidaron como si fueran “su segunda mamá”.
COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) – Para Silvina Romero, las enfermeras que atendieron a sus trigemelas fueron como sus segundas mamás cuando ellas estaban en incubadora por haber nacido en forma prematura. “Vienen a ser como la segunda mamá de uno, porque uno no puede atenderlas porque no está capacitada y ellas las cuidaron, además me guiaron en todo lo que tenía que hacer”, dijo a ADNSUR.
El último mes, en el marco de la Semana del Prematuro, Silvina volvió a ponerse en contacto con Adriana Quiroga, una de las enfermeras que junto a Alicia Núñez, Luzmira Queipul y Carolina Ferreyra, atendieron a Uma, Briana y Luana.
Es que Clínica del Valle, la institución donde permanecieron internadas por 40 días en terapia neonatal, decidió colocar una foto de las chicas como símbolo de lucha, de que los prematuros pueden salir adelante.
Para Silvina estos días no son una fecha más del año. “Esto me representa volver 9 años atrás, cuando todo me parecía que era una pesadilla. Ahora lo recuerdo con amor, una etapa superada y lograda de mis hijas que son las verdaderas luchadoras”, aseguró.
Silvina admite que esos días fueron difíciles. Sin embargo, las enfermeras hicieron que todo sea más fácil. “Ellas le ponen amor, porque mientras vos estás en tu casa, porque no estas capacitada para cuidarlas; ellas son las que le dan un gesto de cariño, las abrigan y las contienen. Realmente me ayudaron muchísimo”, destacó, valorando el rol de las enfermeras.
40 DÍAS INTERNADAS
Las trigemelas nacieron el 26 de agosto de 2010, a las 33 semanas. Uma pesó 1.260 kg; Briana, 1.550 Kg y Luana 1,680 kg.
De la cesárea participó un equipo de más de 10 personas y por la preeclamsia que sufrió Silvina recién pudo ver a sus hijas al tercer día en la terapia intensiva infantil, a donde estuvieron bajo un estricto control médico y de las enfermeras.
Para ella fue “fue horrible no poder verlas”, contó a ADNSUR. Para las nenas también fue complicado. Bajaban de peso por el esfuerzo de succión de la leche y cada parte era una esperanza o un miedo nuevo.
Uma, por ser la más pequeña, era la más delicada. Sin embargo, quien puso en vilo a sus padres fue Briana que sufrió una infección en el catéter. El parte médico fue duro pero real. “Ya le pusimos todo lo que le podíamos poner, si no pasa las próximas horas no tenemos nada por hacer” le dijeron a Silvina y su marido. Pero ella salió.
Silvina cuenta que fueron 40 días de angustia hasta que gracias al trabajo de los profesionales las trigemelas fueron dadas de alta.
En casa el cuidado de las pequeñas continuó siendo riguroso, con controles médicos semana a semana.
Recién a los seis meses la familia comenzó a llevar una vida normal, adaptándose a las necesidades y los cuidados que implican tres niñas.
En agosto pasado, Uma, Briana y Luana celebraron sus 9 años, demostrando que los prematuros pueden ganar la batalla, tal como perpetua el cuadro que quedó colgado en la clínica como símbolo de que todo es posible.