Simeoni: “Vamos a ver caer el Chalet Huergo, no vamos a llegar a tiempo para evitarlo”
La erosión costera en Comodoro Rivadavia continúa poniendo en riesgo al Chalet Huergo. "Tómenle fotos, es un monumento histórico, lo vamos a mirar bien, pero podemos decir que ya lo perdimos", aseguró el geólogo Alejandro Simeoni
El Gobierno del Chubut declaró la “Emergencia Costera” en Comodoro Rivadavia. La medida faculta al Poder Ejecutivo a llevar adelante estudios y obras con el objetivo de garantizar una solución integral y consistente que pueda poner fin al proceso de la erosión costera.
En este marco, el geólogo Alejandro Simeoni advirtió que la erosión del mar en la costa de Km. 3 terminará por desmoronar el Chalet Huergo, al mostrar su escepticismo sobre la posibilidad de que una obra de protección se construya a tiempo para evitar ese final anunciado.
En diálogo con Actualidad 2.0, Simeoni recordó que décadas atrás, durante casi 100 años, el talud se mantuvo estabilizado con un sistema denominado ‘tablestacado’, consistente en la colocación de vigas de hierro verticales (como las mismas vías de ferrocarril que el sistema permitía sostener) atravesadas por tablones de quebracho y un relleno de tierra.
“Este sistema funcionó mientras las vías estuvieron en uso”, dijo en referencia al ferrocarril que en la ciudad funcionó hasta el año 1978. En esa reseña histórica, evaluó que la ampliación de la escollera del puerto, en los años 90, cambió el movimiento de las corrientes marinas, que antes de ese proyecto movían alternadamente el material pedregoso desde la zona sur al norte y viceversa, según los vientos, pero manteniendo un equilibrio.
“Cuando se amplió el puerto, toda la grava de la zona norte, donde está el chalet, derivó hacia la zona sur y por eso quedó desprotegida la restinga y propiciando la erosión en la playa de tanques, que incluso tuvo un deslizamiento y la empresa construyó un muro y después un enrocado para proteger, que es lo que todavía está funcionando", explicó.
Simeoni, que se desempeñó como subsecretario de Ambiente del Municipio durante el gobierno del ex intendente Jorge Aubía (entre 1999 y 2003), consideró que hoy se podría intentar un ‘tablestacado’ mediante el uso de plásticos recuperados en las playas, a través del uso de equipos especiales que el municipio debería comprar para hacer el prensado y lograr la resistencia necesaria del material.
“De ese modo mataríamos dos pájaros de un tiro”, propuso, al considerar que también es necesario el muro enrocado, o incluso con el uso de “acrópodos” de hormigón, como los utilizados en el puerto.
“El mar es inexorable y no vamos a llegar a tiempo”
Sin embargo, el geólogo expresó su total escepticismo de que este tipo de soluciones llegue con la celeridad que la urgencia del caso requiere.
“Estoy desesperanzado, yo creo que no vamos a llegar a tiempo. Tómenle fotos, es un monumento histórico, lo vamos a mirar bien, pero podemos decir que ya lo perdimos al Chalet Huergo. El mar es inexorable y los tiempos políticos son distintos, con las crisis económicas recurrentes. En definitiva, vamos a mirar cómo se rompe, así como ya vimos cómo se derrumbó el quincho que tenía este mismo chalet”.
Simeoni advirtió también que el embate del mar podría afectar a otras áreas de la ciudad, como lo está haciendo hoy con avenidas Ducós e Yrigoyen, en el tramo sur de la ruta 3, frente a la ex Proveeduría.
“La acción del mar es inexorable si no se protege adecuadamente. Esto funciona en momentos de tormenta, porque durante los tiempos normales, la erosión es prácticamente nula”, aclaró.
“Hemos destruido las playas de otras formas también, porque por inacción hemos dejado de cubrir la calle que entra al hospital Alvear, donde la erosión rompió el muro de contención. No se solucionó el problema y hoy ya comió la vereda y descalzó el ingreso, por lo que habrá que hacer una obra importante en ese sector. Lo mismo que en el camino ARA San Juan, donde la erosión ya rompió todo el ‘tablestacado’ del tren y se destruyó”.
Finalmente, lamentó que también los problemas de jurisdicción terminan siendo funcionales a que ninguna de las administraciones haya encarado el problema en los últimos años. “Esto es como los embarazos: a los nueve meses el chico nace, porque la naturaleza no espera. Acá, se va a caer el Chalet”.