Tapabocas y barbijos: cuáles son las recomendaciones sobre su uso en el verano
Comenzó el verano y el coronavirus sigue presente en la playa, la pileta y en los parques. Los expertos coinciden que al aire libre es necesario mantener el barbijo, especialmente cuando no es posible mantener la distancia de 2 metros con otras personas no convivientes. Otras recomendaciones: mantener secos los tapabocas para no afectar su eficacia y cambiarlos con más frecuencia.
BUENOS AIRES (CHEQUEADO) - Comenzó la temporada de verano y las fotos y videos de personas en la playa sin tapabocas se hicieron virales. Y aunque el calor nos hace pensar que no necesitamos del tapabocas, no es así. El tapabocas es una de las tantas medidas que siguen vigentes para evitar la transmisión de la COVID-19. ¿Qué recomiendan los especialistas sobre su uso durante la temporada veraniega?
Al aire libre y cerca de otras personas, sí
En la playa, los protocolos sanitarios obligan a tener puesto el tapabocas en lugares cerrados, como en los restaurantes o en los baños públicos, y en los abiertos. Los especialistas recomiendan utilizarlo en todo momento al aire libre, especialmente si se está en contacto a menos de 2 metros con personas fuera de la burbuja social.
“No hay ninguna diferencia respecto a lo que venimos diciendo. Siempre que estemos en contacto con otras personas, en lugares cerrados o al aire libre” es necesario usarlo, explicó a Chequeado Pablo Scapellato, jefe de Infectología del Hospital Santojanni y miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI).
Además, los expertos recomiendan evitar que el tapabocas se humedezca, ya sea con sudor o con agua externa al cuerpo, como una pileta, una ducha o el mar. “Si el tapabocas se moja, cambia su eficacia, por lo que es necesario mantenerlo seco”, aseguró Scapellato.
Así también lo aseguran los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos en sus recomendaciones: “No usen mascarillas durante actividades que pueden humedecerlas, como nadar en la playa o en una pileta. Un tapabocas húmedo puede dificultar la respiración y puede no ser tan efectivo”.
“El tapabocas debería ser utilizado en espacios abiertos, junto a la distancia social, y es independiente de si estamos quietos o caminando. Tiene más que ver con cuánta gente estamos. Si estoy sentado, pero junto a mí hay otras personas, sería conveniente usarlo”, señaló a este medio Lautaro de Vedia, infectólogo del Hospital Muñiz y ex presidente de la SADI.
El virus que causa la COVID-19 no se contagia a través del agua o mientras se nada, como se explica en esta nota. Sin embargo, sí se puede transmitir con el contacto estrecho de una persona infectada. Por eso, los organismos sanitarios, como la SADI y la Organización Mundial de la Salud (OMS), recomiendan evitar las aglomeraciones y mantenerse con distancia del resto de las personas, incluso en el mar o en la orilla.
“Si no está dentro del agua, lleve mascarilla y manténgase a distancia de los demás. Lávese las manos con frecuencia, tápese con un pañuelo desechable o con la flexura del codo al toser o estornudar y quédese en casa si no se siente bien”, recomienda el organismo mundial.
Elena Obieta, médica infectóloga y jefa del Servicio de Enfermedades Transmisibles y Emergentes de la Municipalidad de San Isidro, en el Gran Buenos Aires, explicó en esta nota que el riesgo real concreto de las vacaciones de verano en la playa es “bajar la guardia” y dejar de adoptar las medidas básicas de precaución: distanciamiento social; uso de barbijo o mascarilla cuando no se pueda mantener la distancia de 2 metros con personas fuera de la burbuja; ventilación en ambientes cerrados (por ejemplo, en restaurantes) y lavado de manos.
“El peligro real es confiarse y sentir que, por estar de vacaciones, uno puede olvidar esas medidas”, dijo a Chequeado.
Sobre el uso de mascarillas con válvulas de exhalación, tanto la OMS como los CDC no recomiendan su uso, ya que “puesto que la válvula se abre en la espiración para facilitar la respiración, permite que se introduzcan virus a través del orificio de la válvula, lo que hace que la mascarilla sea ineficaz para prevenir la propagación de la COVID-19”. Estas mascarillas están pensadas “para trabajadores de la industria a fin de impedir que inhalen polvo y partículas cuando la válvula se cierra en la inspiración”, resalta la OMS.
Tampoco es conveniente llevar tapabocas para hacer ejercicio físico, porque podría reducir la capacidad de respirar con comodidad. “La mascarilla se puede humedecer más rápidamente con el sudor, lo cual puede dificultar la respiración y promover el crecimiento de microorganismos. Lo importante para protegerse durante el ejercicio físico es mantenerse al menos a un metro de distancia de las demás personas”, aconseja la OMS.
De friselina o algodón, con recambio frecuente
Para Laura Szafirstein, médica dermatóloga y miembro de la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD), en el caso de los tapabocas lavables y renovables los más indicados son los de friselina o algodón. Las telas y el recambio son importantes para cuidar la piel ya que “con el calor y el contacto del barbijo se genera un cambio del PH local y se produce un aumento de las bacterias locales” que pueden generar foliculitis, dermatitis por contacto o pseudo acné, explicó la especialista a Chequeado.
“El roce permanente del barbijo exacerba todas las patologías inflamatorias que el paciente pueda tener, llámese rosácea, acné o irritaciones como eccemas en la piel. Recomiendo que si hay una patología presente, el paciente sea más cuidadoso en estos tiempos de pandemia que cuando no usábamos barbijo. De no tener ninguna patología, sugiero que una buena limpieza y el protector adecuado es suficiente para mantener una piel protegida de la irritación que el barbijo produce”, agregó Irene Bermejo, dermatóloga y miembro de la SAD, en diálogo con este medio.
“Lo recomendable es no dejarlos sobre mesas o superficies que puedan contaminar a otros”, explicó Szafirstein. Además, la médica resaltó que “los barbijos quirúrgicos no deben lavarse porque en ese caso se desflecan y no hacen la protección al virus”.
“Cuando el barbijo se utiliza por mucho tiempo va a estar contaminado de mi propia respiración y de mis propias bacterias, y si no lo recambio el barbijo va a estar sobre el paciente y en cualquier superficie que se deje. Si es un barbijo de tela, recomiendo lavarlo todas las noches”, aseguró Bermejo a Chequeado.
Las recomendaciones de siempre
El uso del tapaboca es una de las tantas recomendaciones sanitarias, como el distanciamiento social y la higiene de las manos, que se recomiendan desde hace meses para disminuir el contagio del coronavirus y más allá de su uso, es recomendable estar al menos a 2 metros de distancia de otras personas cuando no son convivientes y cumplir con la higiene de manos. Además, evitar tocarse la cara.
Tanto la OMS, los CDC y el Ministerio de Salud de la Nación recomiendan que es importante que el tapabocas cubra la boca, la nariz y la barbilla, y que estén ajustados de modo que no queden aberturas por los costados. Así se logra contener a las gotículas que una persona produce al toser, estornudar, hablar o cantar.
Además, no está recomendado llevar un tapaboca que nos quede suelto ni que esté sucio o mojado, y tampoco que obstruya nuestra respiración. No debemos usarlo por debajo del mentón, tampoco compartirlo con otras personas ni quitárnoslo a menos de un metro de distancia de otra persona, según recomendaciones de la OMS.
Como ya escuchamos varias veces, tampoco es conveniente tocarlo cuando está en la boca ni tocarse la cara cuando nos lo quitamos. Si lo hacemos, debemos lavarnos las manos inmediatamente.