Tienen 100 y 96 años y cumplieron 71 de casados: “No podemos vivir el uno sin el otro”
Para celebrar los 71 años de matrimonio, Francisco y Anna protagonizaron una sesión fotográfica. “Acá estamos, siempre juntos”, asegura el matrimonio protagonista de esta longeva historia de amor.
El 24 de diciembre Francisco Giampaoli cumplirá 101 años. El hombre lleva más de 71 casado con Anna Evangelista, de quien se enamoró perdidamente cuando la vio por primera vez en una juntada con amigos. Tienen tres hijos y cinco nietas y protagonizaron una sesión fotográfica en la que ratificaron su amor: “Acá estamos, siempre juntos”.
“Lo más importante para permanecer tantos años en pareja es ponerse de acuerdo en las cosas simples. Y si alguno se equivoca, pedir perdón. Hemos discutido, sí, pero no tuvimos grandes peleas. Siempre hicimos las cosas con amor”, asegura Francisco.
Con Anna se conocieron en el campo, en la provincia de Santa Fe, y nunca se separaron. En Los Nogales, la localidad a la que pertenecen, son pocas las personas que no se dediquen al trabajo en el campo. Francisco, que nació en 1921, es uno de ellos.
“Crecí con mis padres y 11 hermanos: siete mujeres y cuatro varones. Comencé a trabajar en el campo a los 10 años. No quedaba otra. Era sembrar y cosechar, o ir al tambo. Aprender a manejar los tractores y a andar a caballo”, le contó Francisco a TN.
¿Cómo se conocieron?
“La conocí cuando éramos jovencitos. Una prima mía, María, se casó con uno de sus hermanos, Antonio. Y nosotros nos gustábamos. Nos mirábamos mucho hasta que bueno, nos pusimos de novios”, recuerda Francisco.
Tras cinco años de novios se casaron y se fueron a vivir juntos. “Y seguimos así, aunque ahora estamos jodidos. Los dos estamos pisando la raya”, expresó entre risas.
Fueron padres por primera vez en 1952, cuando nació Elsa. Luego llegó Oscar, un año después, y Liliana, en 1962.
“Ahora vivimos en San José de la Esquina. Compramos un campo y vivíamos de eso: de sembrar y cosechar. Yo dejé de trabajar el año pasado, mi hijo se encarga de todo”, detalló Francisco.
Su esposa Anna, de 96 años, no pudo ser parte de la conversación porque padece una demencia senil que le impide comunicarse. “Ella entiende todo lo que pasa y registra lo que sucede durante el día, pero mañana se lo olvida. No llega a ser Alzheimer”, contó Liliana, una de las hijas.
“Éramos gente pobre y trabajábamos para comer y descansar -relata Francisco-. Pensábamos en los domingos, en comprar los corderos que valían $6 y eran la excusa para juntarnos y pasarla bien. Vivíamos más tranquilos”.
Asegura que les "encantaba el trabajo, levantarnos a la mañana y agarrar la pala. En ese sentido, yo salí a mi abuelo, que era un hombre que cosechaba tomates, berenjenas y chauchas solo con una pala. Un hombre muy inteligente”, precisó.
“Tener un campo implica una vida muy sacrificada. Acá no podés dejar la casa sola. Nunca hemos sido de tomarnos vacaciones igual”, agrega.
71 años de casados
Para celebrar los 71 años de matrimonio, Francisco y Anna aceptaron la propuesta de la fotógrafa Bárbara Massei y protagonizaron una serie de imágenes con el fin de inmortalizar su amor en una serie de retratos.
“Arrancamos el día sin horario. Cuando hace frío dormimos un poco más”, confesó Francisco. Junto a ellos vive Gloria, una mujer que trabaja en la quinta y los ayuda con la limpieza de la casa y les cocina.
“Luego de tantos años compartidos y de transcurrir tantas cosas juntos, no podríamos vivir el uno sin el otro”, asegura Francisico.
“Cuando nos mudamos a San José de la Esquina a ella le costó mucho. Es más del campo que yo, así que no quería venir. Pero acá estamos... Siempre juntos”, cerró Francisco al final de la entrevista con TN.