Tras el cierre de la oficina de Correo Argentino, entregaron paquetería en la plaza central de Corcovado
Una multitud de vecinos se acercó a retirar su correspondencia. El pasado viernes 26 de abril, Javier Alejandro Villoldo, único empleado del correo, donde trabajó casi por 30 años recibió un telegrama de despido. Por lo tanto, se dio el cierre de la oficina en el pueblo.
El pasado lunes 29 de abril, se conoció la triste noticia del despido de Javier Alejandro Villoldo, el único empleado del Correo Argentino en Corcovado, donde trabajó casi por 30 años. De esta manera, se anunció el cierre de la oficina encargada de entregar paquetería.
Este jueves, el correo fue entregado en la plaza del pueblo, ante la presencia de los vecinos que se acercaron a retirar su correspondencia.
Cabe recordar que los sorpresivos despidos fueron explicados desde la compañía como parte de un “plan de reestructuración” y se dieron a lo largo de todo el país. El hecho que impactó en Chubut, también repercutió en José Luis Hughes quien se desempeñaba como jefe de la sucursal en Trevelin y recibió un telegrama de despido tras 39 años de servicio. En tanto, su hija publicó una emotiva carta dando a conocer la difícil situación.
Este jueves por la mañana, según informó el periodista José Teodoro Gómez, el correo fue entregado en la plaza central de Corcovado. Asimismo, informó que un hombre ofreció su local comercial para ser el punto de retiro de los paquetes y cartas de los vecinos, en los próximos días.
EL DESPIDO DEL ÚNICO EMPLEADO DEL CORREO EN CORCOVADO
el pasado viernes 26 de abril, Javier Alejandro Villoldo, de 52 años -único empleado del Correo Argentino en Corcovado- recibió una inesperada llamada desde la Sucursal de Esquel donde le comunicaron que fue despedido. “Me echaron como a un perro”, explicó. En cuanto a la medida, explicó que tomaron una “decisión violenta”.
El hombre habló con la prensa y contó detalles de su situación personal. Además, se supo que al ser el único empleado del lugar, la oficina cerrará sus puertas. “Me echaron como a un perro, sin una verdadera causa: sólo planteando una reestructuración de la empresa”, señaló a Diario Jornada.
Además, sostuvo que “por más que digan que la localidad tiene baja densidad poblacional, no es un justificativo”. En este sentido se mostró molesto por una decisión tomada a 2.000 kilómetros de la localidad. Asimismo, recordó que en el local, las personas retiraban encomiendas, enviaban y hacían giros. Sin embargo, ahora deberán acercarse a las localidades más cercanas para poder hacer uso del servicio.
“Tengo una mezcla de sensaciones, entre bronca y tristeza, porque me quedo sin trabajo”, expresó Villoldo. “Veo trunco mi trabajo y me dolería tener que decirle a mi hija hasta acá llegamos”, agregó. En este sentido, recordó que su hija se encuentra estudiando un profesorado en Esquel.
Respecto a su indemnización, remarcó que “me dan una bolsa con un poco de plata, como quien tira un hueso a un perro”. Por último, reveló que “los trabajadores no tenemos la culpa de nada y siempre ponemos el hombro. Que paren con esto”.