Tras el hallazgo del cuerpo comido por perros, preocupan las jaurías en los barrios periféricos
Vecinos de la capital provincial de Santa Cruz manifestaron su preocupación y también las proteccionistas. El lunes un vecino murió en la calle y su cuerpo fue casi desmembrado por perros hambrientos.
RÍO GALLEGOS (ADNSUR) - Luego de que el lunes en el barrio San Benito de Río Gallegos apareciera un cuerpo que estaba siendo comido por una jauría de perros, en la capital santacruceña revivió el debate por la superpoblación canina en la ciudad.
Jacinto Valdebenito, un vecino que había salido a caminar, se descompuso y murió en la calle. Luego, su cuerpo fue atacado por una jauría que le provocó lesiones en todo el rostro y en gran parte de su cuerpo.
En los barrios periféricos, principalmente en el nombrado y sus alrededores (Bicentenario I y II, Santa Cruz, Los Lolos, entre otros), el panorama es hace unos años casi el mismo y los vecinos ya están cansados de reclamar, ya que varias personas fueron atacadas por perros callejeros, según detalla La Opinión Austral.
En algunas ocasiones, las víctimas sufren lesiones graves, como el desagarro de músculos en sus piernas o hasta incluso en otras partes del cuerpo.
En ese marco, la pregunta que surge en los barrios que se ubican fuera del ejido urbano es ¿hasta cuándo? y también qué pasaría si las jaurías atacan a un niño o niña.
Algunos vecinos de estos sectores manifestaron su preocupación y enojo, ya que entienden que si bien en los últimos años hubo un trabajo sostenido de castraciones (más de 15 mil en la gestión Giubetich), hacen falta otras medidas para neutralizar la problemática.
“Tengo miedo de que mi hija salga sola”, dijo María, vecina del San Benito, mientras que Jorge, del Bicentenario, aseguró que “es un peligro” el barrio y no por la inseguridad, sino por los perros.
“No se imaginan lo que es la calle 12 desde la 1 hasta las 9, te salen los perros a atacar. Son como 20 perros, es una situación incontrolable”, dijo una usuaria en redes.
En medio de la cuarentena obligatoria por el coronavirus, según advierten proteccionistas, se dejó de “atender” a muchos perros callejeros a los que les daban comida. La situación se agrava mucho más en el San Benito y alrededores, donde se forman jaurías. “Los perros tienen hambre, ademas de sarna”, dijo Analía Muñoz, quien agregó: “Lo que pasó en el San Benito ayer fue el claro ejemplo”, criticando que el Municipio no le está prestando atención al área de Control Animal.
Mientras tanto, el encargado de Bienestar Animal, Claudio Chacón, renunció tras verse envuelto en una violenta polémica. Tras ello, la comuna no designó a nadie a cargo del área.
Lo último dado a conocer es que a principio de mayo se reanudaron las castraciones para animales de la calle o en celo, de manera conjunta con asociaciones protectoras.
“No sólo Río Gallegos”
Analía Muñoz ratificó que la problemática no se da sólo en la capital provincial, sino también en otras localidades de la provincia, en donde en los últimos días comenzaron a verse -nuevamente- envenenamientos a canes callejeros. Por eso, reclamó a las autoridades tomar cartas en el asunto y que el Municipio reanude la labor del Castramóvil.