Turbiedad por deshielo temprano: el fenómeno que pone en jaque el abastecimiento de agua en Comodoro
Debido a fenómenos climáticos naturales, persisten los altos niveles de turbiedad en el agua del Lago Musters, lo que complejiza el proceso de potabilización para abastecer a la ciudad. Los equipos técnicos de la SCPL continúan realizando las maniobras necesarias para restablecer el servicio de agua y el normal funcionamiento del sistema.
La toma del Lago Musters, fuente de provisión de agua para toda la región, se encuentra afectada por elevados niveles de turbiedad que imposibilitan el normal funcionamiento del Sistema Acueductos y la distribución del servicio de agua para Comodoro Rivadavia, Sarmiento y Caleta Olivia.
En este marco, el ingeniero Elio Fobello, asesor técnico del Departamento Acueducto de la Sociedad Cooperativa Popular Limitada (SCPL), aclaró que “la turbidez es un factor habitual”.
“Normalmente nuestras plantas con valores de hasta 100, ó 150 ó 200 NTU, responden bien y podemos potabilizar el agua, entregándola en valores aptos para consumo, que son inferiores a 3 NTU -precisó-. Lo que pasa es que hubo un deshielo importante, por lluvias y eso nos complica sobremanera. El año pasado tuvimos 300 NTU por ese ingreso y este año se triplicó, hasta los 1.000 NTU. Nuestros instrumentos de medición, portátiles, se iban de rango”, graficó.
Si bien el deshielo es un proceso natural, habitualmente se produce a partir del mes de agosto y en forma más paulatina. La diferencia en esta oportunidad es que se produjo de golpe, lo que arrastró, a través del río Senguer, un mayor caudal de agua en forma abrupta, arrastrando materiales y sedimentos de las márgenes.
“El río va trayendo limo, erosionando sobre toda su costa y arrastra materiales en todo su recorrido, ingresando con un caudal muy importante al lago -puntualizó-. En oportunidades va decantando sobre el mismo lago, pero otras veces todo ese material se nos viene contra la costa Este, donde tenemos las dos tomas del acueducto”.
La turbiedad, explicó el ingeniero, “son todas partículas dispersas en el agua que, a través de del paso con luz, uno puede determinar cuán oscura es esta agua. Se conforma por partículas disueltas, de un limo muy fino, con un componente arcilla que va incrementando la concentración y no podemos operar las plantas para potabilizar, llevándola a 3 NTU que es lo que nos permite el código alimentario para distribuirla en condiciones aptas para el consumo humano”.
Ante los niveles actuales, sólo se puede reducir el nivel de ingreso de agua para evitar el bloqueo de las plantas potabilizadoras, a la espera de que la mancha, concentrada en una superficie de entre 300 y 500 metros cuadrados, se aleje hacia la costa contraria.
“Es muy dinámico y no se puede predecir el comportamiento -explicó Fobello-. Un temporal de viento como el de hoy a veces puede ayudarnos y llevarse la mancha hacia otro extremo, pero en otras oportunidades puede hacer que quede concentrada precisamente donde están las tomas”.
EL AZUD DERIVADOR EVITARÍA ESTE TIPO DE FENÓMENOS, PERO LA OBRA NUNCA EMPEZÓ
Ante la consulta de esta agencia respecto de si una obra como el azud derivador del lago Fontana, con compuertas para regular la salida de agua y reducir las pérdidas por evaporación, podría también evitar este tipo de circunstancias vinculadas al clima, respondió:
“Esa obra va a ayudar mucho, porque es para poder regular o mantener un caudal constante de ingreso al lago. Sería una mejora importante, aunque no quiere decir que no vamos a tener más turbiedad una vez que esa obra esté realizada, pero sí sería muy útil para controlar el caudal de agua que circula por el por el río Senguer desde su nacimiento en el lago Fontana, hasta desembocar en el lago Musters”.
Hay que recordar que el proyecto está licitado y adjudicado y forma parte de una de las pocas obras que el gobierno nacional comprometió con su par de Chubut a realizar, supuestamente con inicio para el mes de septiembre, según anunció el secretario de Infraestructura, Nicolás Cittadini.
Ante la consulta de otra obra inconclusa, como la repotenciación del acueducto, Fobello dijo que ese proyecto sumará una nueva planta de potabilización, pero igualmente con niveles tan altos de turbiedad no es posible avanzar en el proceso para producir agua apta para el consumo humano.
“Ayudaría un poco contar con una tercera planta, pero con este tipo de evento no sumaría mucho. Sí está claro que, en condiciones normales, el incremento del caudal sería muy importante con esa obra”, concluyó.