Un grupo de vecinos se organiza para limpiar la costa del río en Rawson
Hace 1 año, se reúnen para limpiar la costa del río en uno de los sectores más cautivantes de la ciudad porque se observa el río de cerca, se escuchan las aves y hasta aparecen los lobos marinos. "No comentamos la realidad sino que actuamos", afirma una bióloga alemana que colabora con las tareas.
Impresionados por la cantidad de basura en cercanías al río Chubut -en el sector que se identifica en Rawson como 'La Curva de El Elsa'- un grupo de vecinos de la ciudad se reúne -día por medio- para limpiar la zona, recoger los residuos, pero también forestan y colocan bancos para que exista una 'apropiación afectiva' del espacio.
En diálogo con ADNSUR, Hernán Llanquitru (uno de los impulsores de la iniciativa) explicó que “nos pusimos de acuerdo con un grupo de vecinos para lograr que este lugar sea accesible, limpio y que la gente lo pueda disfrutar. Somos vecinos que nos reunimos, tenemos nuestros propios trabajos y las familias pero destinamos un tiempo para hacer estas tareas. Lo hacemos de manera voluntaria y nadie nos paga. Es un esfuerzo a pulmón que hace cada uno y esperemos que se valore”.
"También hice los bancos de madera que se instalaron en el sector. Recibimos la colaboración de algunos vecinos que nos aportaron los elementos necesarios para poder construirlos. La idea es poner varios bancos en el acceso de El Elsa”, anticipó.
¿Por qué hacen esto? ¿Qué los moviliza?
“Llega un momento en el que uno ve que –cada vez- hay más basura. Estamos mal con el tema del plástico en el río que afecta a los peces. La contaminación va de la mano. Todo eso nos incentivó a que la gente tome conciencia. Por suerte, uno observa que la gente toma algo de conciencia y no se tira tanta basura en el lugar”, valoró.
“Somos 7 vecinos y eso hace que el grupo se vaya fortaleciendo. Esperemos sumar más personas con el paso del tiempo para que colaboren con nosotros”, precisó.
Una bióloga alemana en Playa Unión que decidió “arremangarse”
Uno de los casos más curiosos del grupo es la presencia de Ricarda quien es una bióloga alemana que está radicada hace 10 años en Playa Unión. Vino a hacer una pasantía como estudiante y -tiempo después- decidió quedarse a vivir en la zona. Ella es una de las colaboradoras más activas y expresó que “me gusta la vida al aire libre y los animales pero –especialmente- poder disfrutar la naturaleza. Me da mucha lástima ver cómo está todo y creo que lo mejor que puedo hacer es poner manos a la obra”.
“Por ahí, escucho que la gente se queja o lamenta de algo que no les gusta pero nosotros no comentamos la realidad sino que actuamos de manera concreta”, afirmó.
“Si vamos a un lugar donde la gente va a pasar su tiempo libre, encontramos latas de cerveza, botellas de plástico y de vidrio, bolsas de papas fritas, bandejas de comida y otros residuos que deja la gente en el lugar. Lamentablemente, a veces, encontramos bolsas de basura completas que la gente arroja en la zona”, detalló.
“La Patagonia es una región muy salvaje”
“Me atrajo el paisaje y la naturaleza. Veo que la Patagonia todavía es una región muy salvaje. Hay muchas cosas que no tenemos en Alemania hoy por hoy. Para mí, como bióloga es un paraíso estar acá”, reveló.
“Siempre son bienvenidos más brazos para ayudarnos. En primer lugar, les solicitamos a los vecinos que no ensucien”, indicó para detectar la raíz del problema.
Otra vecina que trabaja -activamente- en el sector es Andrea quien manifestó que tiene hijos grandes y que estas tareas la comprometen mucho en el cuidado del medio ambiente.
En ADNSUR, reconocemos a los ‘Luchadores de la Vida’ y –especialmente- a quienes no comentan la realidad sino que deciden hacer acciones concretas para resolverla. "Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros, otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende", dice el célebre ‘Un mar de fueguitos’ de Eduardo Galeano. A muchos les encanta recitar esta frase pero sería mejor respetar a quienes lo ejercitan con su ejemplo personal. Acá encontramos a un grupo de voluntarios que trabajan en el cuidado del medio ambiente y los resultados ya están a la vista. Hay 2 caminos: o ayudarlos o –al menos- no tirar basura en los lugares donde la naturaleza necesita expandirse. Las consecuencias negativas ya nos golpean en todos los frentes. Se impone la necesidad de adquirir hábitos más saludables con la naturaleza, el medio ambiente y el respeto por el prójimo.