Mientras la Patagonia argentina enfrenta incendios incontrolables, la crisis se replica del otro lado de la cordillera. En Chile, la situación es alarmante, con 78 focos activos, de los cuales 35 se ubican en la región de la Araucanía, fronteriza con Neuquén. El fuego ya devastó más de 6.600 hectáreas, afectando viviendas y dejando a varias familias evacuadas.
Emergencia en la frontera
Según datos de la Central Nacional de Coordinación de Incendios Forestales (CONAF), hasta el momento 15 incendios fueron controlados, mientras que 14 permanecen en combate, 5 bajo observación y solo 1 fue extinguido.
Las llamas destruyeron 14 viviendas, además de depósitos y templos en diversas comunas, como Purén, Galvarino y Collipulli. La situación es crítica en estos sectores, donde el fuego avanza con comportamiento extremo y errático, dificultando las tareas de control.
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Los brigadistas explicaron que las condiciones climáticas favorecen la propagación del fuego, generando un panorama incierto en la región.
Toque de queda y evacuaciones
Para intentar contener la emergencia, el gobierno chileno decretó un toque de queda en la zona más afectada, con el fin de garantizar la seguridad de los habitantes y evitar nuevos focos de incendio.
El Sistema Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) informó que 25 personas fueron damnificadas en las comunas más golpeadas. Se habilitó un refugio en la Escuela Gabriela Mistral, donde al menos 6 personas permanecen albergadas.