Un trekking inolvidable hasta la base del pico más alto de Santa Cruz
Sumergirse en la Patagonia para alcanzar la base del imponente Cerro San Lorenzo, en una experiencia única llena de desafíos y paisajes impresionantes.
En la provincia de Santa Cruz, se encuentra el majestuoso Cerro San Lorenzo, desafiando a aquellos valientes que se aventuran a ascender sus imponentes alturas.
Con sus 3.706 metros de altitud y un entorno natural impresionante, esta montaña se convierte en un reto para los amantes de la aventura y la exploración. Actúa como límite natural entre Argentina y Chile, donde es conocido como Monte Cochrane.
Hasta acá llegamos desde Comodoro Rivadavia, por la emblemática RN 40, hasta tomar la RP39 en Bajo Caracoles con dirección a la localidad de Lago Posadas.
La novedad son las tareas de pavimentación sobre el ripio que está consolidado y que mucho le cambiará el acceso a este rincón exclusivo e inexplorado de nuestra Patagonia.
El ascenso al Cerro San Lorenzo comienza en las inmediaciones de la hostería Lagos del Furioso, donde los intrépidos excursionistas emprenden una travesía que los lleva a través de paisajes únicos y desafiantes.
La ruta, marcada por ascensos exigentes y descensos boscosos, ofrece una experiencia inolvidable llena de naturaleza salvaje y vistas espectaculares. Para hacer el trekking es necesario contar la asistencia de un guía o baqueano que conozca la zona.
Dura cerca de cinco horas para ir y otras tres para el regreso sin contratiempos. Además, para encarar el trekking conviene contar con buen calzado y vestirse en capas.
A medida que los aventureros avanzan por el terreno escarpado, se encuentran con ñires y lengas que adornan el camino, junto con restos fosilizados y ríos lechosos que nutren la tierra.
El trayecto hacia la base del Cerro San Lorenzo ofrece una combinación de esfuerzo físico, contemplación de la naturaleza y un desafío constante para aquellos que se atreven a desafiar sus límites.
Una vez alcanzada la cumbre, los escaladores son recompensados con vistas panorámicas impresionantes del glaciar que rodea la montaña, así como del paisaje patagónico que se extiende hasta donde alcanza la vista.
La serenidad de la altura y la sensación de logro se fusionan en un momento único y gratificante para quienes alcanzan la cima de este emblemático pico.
El ascenso al Cerro San Lorenzo es mucho más que una simple caminata: es un desafío físico y mental, una conexión con la naturaleza y una experiencia enriquecedora que deja una huella imborrable en todos aquellos que se aventuran a escalar sus imponentes alturas.