Vecinos de una localidad patagónica denuncian "doble pago" por terrenos comprados hace 30 años
La ordenanza aprobada por el Concejo Deliberante exige a las familias del barrio La Herradura abonar nuevamente por lotes que ya pagaron décadas atrás.
En el barrio La Herradura de Plottier, unas 130 familias viven una situación que consideran desesperante: el municipio pretende que vuelvan a pagar por sus terrenos, a pesar de que los adquirieron hace más de tres décadas. Según los residentes, los lotes fueron comprados a la empresa Forestadora del Limay en los años 90 mediante 100 cuotas, y aunque tienen boletos de compra y venta, nunca lograron obtener las escrituras.
La medida surge de una ordenanza aprobada en la última sesión del Concejo Deliberante, donde se estableció que los adjudicatarios deben pagar nuevamente sus terrenos a valor fiscal. A las familias se les ofrece la posibilidad de hacerlo en cuotas, pero la mayoría asegura que no puede afrontar el gasto. "Nos están cobrando algo que ya pagamos con esfuerzo hace años", expresó Verónica Coelho, vecina del barrio.
Una lucha de décadas
Los vecinos explicaron que, desde que se instalaron en el barrio, han enfrentado múltiples dificultades para regularizar la situación de sus tierras. "Pagamos las cuotas cuando acá no había nada. Hicimos las calles, pagamos la luz y el agua. Levantamos este barrio con nuestras propias manos", recordó Coelho.
En 2003, la empresa Forestadora del Limay ganó un juicio contra el Municipio que obligaba a entregar las escrituras a los vecinos. Sin embargo, la falta de mensuras detuvo el proceso, y sucesivos convenios entre la Municipalidad y la empresa tampoco resolvieron el problema.
“Negocio redondo” para el municipio
Coelho denunció que el valor fiscal actual de los terrenos ronda los $1.500.000 por lote, lo que equivaldría a un ingreso cercano a 250.000 dólares para el Municipio. "Nos dicen que las tierras son del Municipio y que no pueden regalarlas, pero no es un regalo, ya las pagamos", afirmó.
Para las familias, muchas de clase media, el nuevo pago resulta inalcanzable. "Hay vecinos que no podrían pagarlo. Además, es injusto que nos vuelvan a cobrar algo que ya es nuestro, aunque no tengamos la escritura. Esto es un negocio redondo para ellos, pero un golpe para nosotros", insistió la vecina.
Con información de LMN, bajo supervisión y edición de un periodista de ADNSUR.