Volvieron a Malvinas y encontraron su poncho en el pozo que compartieron
Después de 36 años, dos veteranos madrynenses regresaron a las islas a "cerrar heridas"
PUERTO MADRYN - Julio Calvo y Elido “El Chino” Videla volvieron al pozo en el que compartieron heladas y angustiantes horas durante la guerra. La emoción de volver a las Islas.
“En este momento, solo puedo arrodillarme y agradecer a Dios. Fue escuchada cada oración, cada pedido, cada súplica. Encontraron su pozo, 36 años después, encontraron su poncho impermeable, turba quemada, y la vida que quedó ahí atrapada. Son libres, son felices, están curados. Gracias a cada pensamiento y buena energía que nos llegó. Estamos en casa”, escribió en Facebook Julieta, hija de Julio Calvo y acompañante junto a su pareja en este viaje tan especial.
Vale recordar que fue Julieta quien le comunicó a su padre que su familia le regalaría el viaje a Malvinas. Luego se sumaron voluntades y aportes para que Elido Videla también pudiera hacer el mismo derrotero.
“Gracias a la ayuda de algunas personas de nuestra ciudad pudimos juntar algunos fondos para que El Chino pueda ir a este viaje, y me pueda acompañar. Seguro nos va a hacer bien ya que vamos a cerrar una etapa, volver al pozo en el que pasamos frío, hambre y temimos por nuestras vidas”, había contado Calvo, presidente del Centro de Veteranos de Malvinas en los estudios de LA17 días atrás.
“Vamos a caminar. Realizaremos excursiones bélicas. Queremos, junto con El Chino, cerrar una etapa de nuestras vidas. Sacarnos una foto en el pozo con el mar de fondo, el puerto argentino, lugar que defendimos”, había narrado. Todos esos deseos, afortunadamente se hicieron realidad.
Desde el archipiélago, Julieta describió que “estos días han sido super movidos, muchas excursiones, caminatas, charlas, lágrimas, risas e historias que vuelven a la mente de papá y el Chino. Les cuento que ya han ubicado la zona donde ellos estuvieron durante la guerra, pero mañana será el día dónde iremos a buscar su pozo. Si es que podemos, claro, porque esa zona aún tiene varios sectores minados”.
“Hace frío, mucho viento, tenemos un guía excepcional y muy leído sobre el tema. Conocimos ya varios campos de batallas, el cementerio argentino, el cementerio inglés, San Carlos, monte Dos Hermanas, etc. Y les aseguro que cuando lleguemos a casa, podrán ver horas y horas de filmaciones y fotos. Ellos están bien, entusiasmados, son los primeros en levantarse, se bancan las caminatas en la turba como si tuvieran 15 años. Y les debo confesar, que se les cayeron algunas lágrimas cuando tuvimos la oportunidad de ver de cerca la explosión de una granada que habían encontrado los militares aún sin detonar. Estábamos a unos mil metros del lugar, pero la onda expansiva fue tremenda y ahí pude tener por primera vez una leve idea de la magnitud de lo que se vivió en ese momento. Están viejos, están lentos, están canosos y luchan a diario con su memoria que de a poco va borrando algunos recuerdos de hace 36 años. Estas noches le vengo pidiendo a Dios que mañana les permita encontrar su pozo, que los guíe, que los acompañe, les dé memoria y fuerza para cerrar esta herida. Lo necesitan, y no vendría mal el apoyo de todos ustedes para que mañana suceda. Un pensamiento es más efectivo que cualquier cosa”.
Fuente: LU17