El pueblo patagónico sin electricidad que cautiva a miles de turistas
Escondido entre las montañas de Neuquén, este pequeño asentamiento ofrece una experiencia única alejada de la vida moderna.
En la vasta y deslumbrante región de la Patagonia argentina, a tan solo 40 kilómetros de San Martín de los Andes, se esconde un verdadero oasis de paz y serenidad. Villa Lago Meliquina es un pueblo que parece haber sido transportado en el tiempo, donde los habitantes han logrado preservar un estilo de vida alejado de los ritmos frenéticos y la dependencia tecnológica que caracteriza a la sociedad actual.
Con poco más de 300 residentes, este pequeño asentamiento se encuentra enclavado entre imponentes montañas y a orillas de un espectacular lago, ofreciendo a los visitantes una experiencia única en medio de un entorno natural de belleza cautivadora. Lo más sorprendente: Villa Lago Meliquina carece de conexión a la red eléctrica tradicional, lo que le confiere un carácter verdaderamente singular.
Los orígenes de este pueblo se remontan a 1977, cuando los dueños de una estancia decidieron dividir y vender las tierras aledañas al lago Meliquina. En un principio, Villa Lago Meliquina era simplemente un punto de paso entre Bariloche y San Martín de los Andes, pero todo cambió en 1998 con la pavimentación de la Ruta de los Siete Lagos, que convirtió a la villa en un destino turístico cada vez más popular.
Los primeros habitantes de Villa Lago Meliquina eran personas que buscaban escapar del ritmo vertiginoso de grandes ciudades como Buenos Aires, Córdoba, Rosario y La Plata. Ellos formaron la primera Comisión de Fomento y, a pesar de la ausencia de electricidad tradicional, lograron adaptar sus hogares mediante el uso de energía solar y eólica, así como servicios de telefonía e internet inalámbrico.
UNA EXPERIENCIA DE VIDA FUERA DE LO COMÚN
La vida en Ruta de los Siete Lagos transcurre a un ritmo mucho más lento y apacible que en otros lugares. Los habitantes han logrado crear una comunidad cohesionada y autosuficiente, donde prima el respeto por el medio ambiente y la convivencia armónica con la naturaleza que los rodea.
Las actividades al aire libre son el principal atractivo de este pueblo. Los visitantes pueden disfrutar de la pesca, el kayak, el windsurf, el kitesurf, el senderismo y el ciclismo de montaña, aprovechando al máximo el entorno natural privilegiado. Además, la villa cuenta con tres miradores panorámicos y una plaza con juegos infantiles.
Llegar a Villa Lago Meliquina es relativamente sencillo. Desde San Martín de los Andes, se toma la Ruta Provincial 48 hacia el norte, siguiendo las indicaciones hacia "Villa Meliquina" o "Ruta de los Siete Lagos". El trayecto de aproximadamente 41 kilómetros suele durar cerca de una hora.
Desde 2020, una oficina de informes turísticos situada sobre la Ruta Provincial 63, frente al cuartel de bomberos, ofrece acceso a WiFi gratuito. Allí, los visitantes pueden escanear un código QR para consultar un mapa interactivo que detalla las opciones de alojamiento, gastronomía y otros servicios disponibles en la villa.
Villa Lago Meliquina es, sin duda, un oasis de tranquilidad en medio de la Patagonia, un lugar que invita a desconectar de la vida moderna y a sumergirse en una experiencia auténtica y única, lejos de los ritmos frenéticos y la dependencia tecnológica que caracterizan a la sociedad actual.