Lago Rosario, el espejo de agua que enamora en invierno
Alejado del turismo masivo, el Lago Rosario en la provincia de Chubut ofrece una experiencia única para disfrutar de la naturaleza y la cultura mapuche tehuelche durante las vacaciones de invierno. Descubrí qué hacer y cómo llegar a este rincón mágico de la Patagonia.
Al oeste de la provincia de Chubut, en pleno corazón de la Patagonia, se encuentra un enorme espejo de agua que se mantiene alejado del turismo masivo y que se lo conoce bajo el nombre de Lago Rosario. Su nombre fue utilizado para fundar un pequeño poblado en las inmediaciones que, en la actualidad, funciona como el sitio más próximo para pasar la noche y conocer en detalle la belleza de este paisaje.
Si bien Lago Rosario se encuentra apartado de las grandes urbanizaciones, su visita es una tarea muy sencilla gracias a su cercanía con otros puntos turísticos atravesados por la Ruta Nacional 259. Tomando como punto de partida esta ruta, que en las cercanías de Esquel se une con la famosa Ruta Nacional 40, quienes deseen llegar a la localidad que se encuentra a orillas del Lago Rosario deberán conducir hacia el sur, rumbo a Trevelin. Una vez allí, es necesario seguir avanzando hasta la intersección con la Ruta Provincial 17 y, finalmente, tomar un desvío por un camino rural que funciona como el acceso principal al pueblo de Lago Rosario, ubicado a tan solo 27 kilómetros de Trevelin.
"Lago Rosario es un destino ideal para visitar en invierno, cuando el flujo de turistas es menor y se puede disfrutar de la tranquilidad y la conexión con la naturaleza de una manera más plena", afirma María Fernández, guía local que organiza excursiones en la zona. "Además, en esta época del año el paisaje adquiere una belleza particular, con el lago rodeado de montañas nevadas y el bosque nativo con sus tonos ocres y verdes".
Más allá de su impresionante belleza natural, Lago Rosario también se destaca por ser el hogar de una comunidad mapuche tehuelche que ha prosperado a su lado a lo largo de los años. "Aquí no solo podrás conectarte con la naturaleza, sino también conocer de cerca una cultura ancestral que sigue viva y que te invita a participar de sus tradiciones", comenta Inés Cheuquehuala, referente de la comunidad.
QUÉ SE PUEDE HACER
Entre las actividades que se pueden realizar en Lago Rosario durante el invierno se encuentran las caminatas por las sierras y el bosque, la pesca deportiva -una de las principales atracciones del lugar-, y el disfrute de las playas. "Las visitas guiadas nos permiten explorar los cerros y senderos acompañados por un baqueano local, ajustando el nivel de dificultad y duración según el grupo", explica Fernández. "Además, se pueden combinar estas caminatas con visitas a la Casa de las Artesanas, donde se venden tejidos y dulces típicos, o a la Ruka Folil, la Casa de las Raíces, para conocer más sobre la cultura mapuche".
Otra opción muy interesante es participar de las charlas que se ofrecen en la casa de la familia Cheuquehuala, donde se pueden degustar ñaco, tortillas al rescoldo o té de hierbas mientras se aprende sobre los instrumentos musicales mapuches. "Es una forma de conectar con nuestras raíces y tradiciones de una manera auténtica y enriquecedora", comenta Inés.
"Buscamos que los visitantes puedan vivir una experiencia integral, donde puedan disfrutar de la naturaleza, la cultura y la hospitalidad local", afirma Fernández.
Sin duda, Lago Rosario es un destino único que enamora a quienes lo visitan, especialmente durante las vacaciones de invierno cuando se puede disfrutar de sus encantos de una manera más tranquila y auténtica. Con una combinación perfecta de belleza natural, riqueza cultural y actividades al aire libre, este rincón de la Patagonia se perfila como el escenario ideal para unas vacaciones inolvidables.