Una empresa estadounidense deberá indemnizar por una importante suma a un empleado que había sido despedido por rechazar que le festejaran su cumpleaños.
Se trata de la firma Gravity Diagnostics, donde Kevin Berling, quien padece ansiedad y lo había dado a conocer a sus jefes, trabajaba cuando sufrió un ataque de pánico en el marco de una fiesta sorpresa organizada por la compañía.
Según explicó el hombre, no deseaba celebrar su cumpleaños porque ese día le traía malos recuerdos relacionados con el divorcio de sus padres. Sin embargo, el 7 de agosto de 2019 Kevin fue sorprendido durante el receso para el almuerzo por una infinidad de saludos de colegas junto a una pancarta de felicitaciones.
De manera inmediata Berling salió del lugar y se dirigió hacia su auto, donde sufrió un duro ataque de pánico. Al día siguiente, durante una reunión para hablar sobre lo ocurrido, "agredió verbalmente a ambos -su jefa y un compañero-, apretando los puños y los dientes, con la cara roja y temblando", según aseguró el abogado de la empresa.
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La supervisora y el otro empleado presente "temieron por su seguridad", agregó previo a remarcar que Kevin le gritó a ambos que "se callaran".
Esta actitud, afirman, los llevó a tomar la decisión de despedirlo pese a que antes del incidente el hombre nunca había sido sancionado o amonestado por su comportamiento.
Rápidamente Kevin se puso en contacto con un abogado e inició una demanda contra Gravity Diagnostics por "discriminación por motivos de discapacidad".
A fines de marzo obtuvo una orden de indemnización de 150.000 dólares por la pérdida de ingresos y 300.000 por la humillación, la pérdida de autoestima y el sufrimiento causado.
Sin embargo, la empresa niega haber sido notificada sobre los problemas de ansiedad de su empleado y apelarán a la decisión judicial.