Sorprenderán a más de uno: los cinco alimentos que nunca tenés que guardar en la heladera
Si bien la heladera es el lugar ideal para muchos productos, no todos los alimentos tienen que guardarse allí. Conoce cuáles son los productos que pierden sus propiedades en el frío y aprende cómo conservarlos de la mejor manera para mantener su frescura y sabor por más tiempo.
Si bien la heladera es el lugar ideal para muchos productos, no todos los alimentos tienen que guardarse ahí. Algunos pueden perder textura e incluso propiedades nutritivas cuando se guardan en la heladera. De esta manera, es importante conocer cuáles son los productos que pierden sus propiedades en el frío y aprender cómo preservarlos para mantener su frescura y sabor por más tiempo.
Según expertos en tecnología de alimentos de la Universidad Abierta de Cataluña (UOC), hay ciertos alimentos que no deben almacenarse en la heladera y sorprenderán a más de uno.
Uno de ellos es el pan, uno de los errores más comunes es guardar el pan en la heladera, especialmente aquél que es de molde. Aunque pueda parecer una buena idea para mantenerlo fresco por más tiempo, el frío lo endurece rápidamente, alterando su sabor y textura. La humedad en el interior del frigorífico contribuye a que el pan se ponga seco y gomoso.
Sin embargo, para conservarlo, aseguran que la mejor manera es dejarlo a temperatura ambiente. Además, para evitar que se reseque, se puede envolverlo en una bolsa de papel o en un trapo de cocina limpio. Si no vas a consumirlo en los próximos días, congélalo y sácalo solo cuando lo necesites. De esta forma, conservará su frescura sin perder textura.
Otro de los alimentos es el chocolate. La refrigeración altera la emulsión de las grasas en el chocolate, lo que lo vuelve blanquecino y cambia su textura, dejándolo con una sensación granulosa o arenosa al morderlo.
Hay que tener en cuenta que el chocolate debe guardarse en un lugar fresco, seco y oscuro, a temperaturas que oscilen entre los 15 y 20 °C. Lo ideal es mantenerlo en su envase original o en un recipiente hermético para evitar que absorba otros olores. De esta manera, se conservará en perfecto estado, manteniendo su sabor y textura suave.
Con respecto a los ajos, muchos los colocan en la heladera para prolongar su vida útil, sin embargo, la refrigeración puede hacer que germinen más rápido, lo que intensifica su sabor amargo. Además, el frío puede hacer que se ablanden, lo que afecta su frescura.
Los ajos deben guardarse en un lugar fresco, seco y bien ventilado, lejos de la luz directa. Lo mejor es mantenerlos a temperatura ambiente, dentro de una canasta o en una despensa. Si prefieres almacenarlos por más tiempo, puedes guardarlos en aceite de oliva dentro de un frasco hermético o incluso congelarlos.
Otro de los productos son las bananas, sobre todo cuando están verdes, son sensibles al frío. Guardarlas en la heladera ralentiza el proceso de maduración, lo que puede hacer que pierdan sabor y que la piel se oscurezca prematuramente.
Para que las bananas maduren adecuadamente, es importante dejarlas a temperatura ambiente. Además, es recomendable mantenerlas alejadas de las manzanas, ya que estas emiten etileno, un gas que acelera la maduración de las frutas cercanas. Si ya están maduras y no puedes consumirlas rápidamente, entonces sí puedes guardarlas en la heladera para frenar el proceso de maduración, aunque la piel se pondrá oscura.
Por último, el café, tanto en grano como molido, no debe ser guardado en la heladera. El frío y la humedad del frigorífico afectan negativamente la frescura del café, haciendo que pierda su aroma y sabor, elementos esenciales para disfrutar de una buena taza.
En este caso, lo ideal es guardar el café en un recipiente hermético, en un lugar fresco y seco, alejado de la luz y del calor. De esta manera, mantendrá sus cualidades y su frescura durante más tiempo. Además, si compras café en grano, es mejor molerlo justo antes de prepararlo, ya que el café recién molido conserva mejor su aroma.
Con información de Infobae, intervenida por IA, bajo supervisión y edición de ADNSUR