En tiempos en que proliferan instrumentos financieros para captar ahorros y la disyuntiva entre comprar dólares o depositar en plazos fijos, en Comodoro Rivadavia se nota un resurgimiento de la construcción, según coinciden protagonistas de la actividad. Con una referencia de precios que van desde los 1.000 hasta los 500 dólares por metro cuadrado, según qué tipo de proyecto se encare y con qué capacidad financiera, la vieja máxima de “ahorrar en ladrillos” vuelve a revitalizarse, aun cuando los precios no dejan de subir a un ritmo cercano al 5 por ciento mensual.

“La compra de materiales como ahorro siempre existió, porque es un buen reaseguro –aseguró Fabián Franiuk, responsable de ventas de Motessi Materiales-. El acopio de ladrillos siempre ha sido una forma de resguardo”. 

De distintos sectores coinciden en señalar una buena dinámica en la construcción durante los últimos meses. Foto: Arq.Silvia Carli.
De distintos sectores coinciden en señalar una buena dinámica en la construcción durante los últimos meses. Foto: Arq.Silvia Carli.

En igual sentido, recordó la modalidad vigente en esa firma, en la que una persona puede comprar material para asegurar el precio actual, para dejarlo depositado hasta el momento de iniciar la construcción. En su momento, durante la pandemia, se había suspendido ese servicio de "depósito", por falta de abastecimiento de materiales, pero en el último tiempo se ha retomado.

“La construcción es un cheque al portador y en dólares”

Guillermo Ceriani, desde Sol Sur Ingeniería y Servicios, confirmó una percepción sobre el mayor dinamismo en la actividad de la construcción. El también presidente de la Cámara de Comercio local tiene además otros indicadores para comparar y no dudó en afirmar:

“En la pos pandemia, el repunte más fuerte que tuvimos fue el de la construcción, es lo que más está traccionando, tanto en la obra pública como privada. Y ahora, en este contexto inflacionario, la gente se ha volcado a hacer la inversión en ladrillos. Los ‘remedios de los abuelos’ siguen siendo los mismos y no fallan: uno se capitaliza y en dólares”.

Para el referente del comercio local, esa mayor demanda en la construcción “hace un efecto cascada sobre un montón de rubros y termina impactando, positivamente, en el comercio minorista local”. 

Ahorrar en ladrillos: el “consejo de los abuelos” que recuperó vigencia en tiempos de alta inflación

Claro que esta mayor demanda se ve limitada por las dificultades para el acceso al crédito, particularmente ante la falta de préstamos hipotecarios, tal como reveló ADNSUR en un informe anterior. 

Sin embargo, aún en esa circunstancia, los proyectos se dividen entre quienes pueden tener un alto poder adquisitivo, pero también aquellos sectores que, a pequeña escala, pueden comprar cemento o ladrillos mes a mes para construir una habitación adicional u otro tipo de mejora en su vivienda.

Foto: Arq.Silvia Carli.
Foto: Arq.Silvia Carli.

“La demanda se nota en los dos sectores –corroboró Ceriani-, porque es un instrumento de ahorro y un cheque al portador. Quien puede construir una vivienda como inversión, es muy fácil que en poco tiempo salga a la venta, porque hay una gran demanda”.
Ceriani no dejó de observar que además del movimiento de particulares, ya sea desarrolladores o personas individuales, se suma “mucho movimiento de la obra pública. El intendente ha largado una batería de obras importantes, algunas con fondos propios y otras que vienen de Nación, lo cual se notó mucho en todas las empresas locales. La UOCRA ha sacado mucho personal a trabajar, así que todos los sectores notamos esa dinámica y esto se va a notar también en el comercio general”.

De todos modos, insistió en remarcar que en su empresa el mayor volumen de trabajo es con clientes particulares, confirmando que es también en ese sector en donde se nota la mayor demanda para construir. 

Los precios no paran de subir, pero aún así es negocio

Según el sitio especializado Dolmen-Números de la Construcción, el viernes 7 de enero de este año el precio por metro cuadrado en el país ascendía a 119.290 pesos, mientras que casi 4 meses después, el viernes 29 de abril, esa referencia escalaba hasta los 135.060 pesos. Es decir, una suba superior al 13 por ciento acumulada en ese lapso. Sin embargo, como se verá más adelante en este informe, esos valores se ubican incluso por encima en el mercado local.

“Es probable que los precios en pesos suban incluso por encima de  la inflación –reconoció Ceriani-, pero te digo que construir sigue siendo el mejor negocio. Nosotros hacemos naves industriales y antes de la pandemia se construía por 500 dólares por metro cuadrado, para hacer un galpón de chapa, piso y paredes. Hoy lo podés  hacer hasta por 250 dólares el metro. Es decir que en dólares, es más barato, aunque suba en pesos por la inflación”.

Para Ceriani, esa mejora en los precios constantes, al medirse en moneda dura, explica el auge de la construcción. “Una vivienda familiar chica, para una familia que necesita construir lo básico, se puede hacer por 400 ó 450 dólares el metro cuadrado, en forma particular y con administración propia. Después le ponés el ‘disfraz’ que querés, pero el núcleo básico se puede hacer con esos valores”.

Guillermo Ceriani, de Sol Sur: "La construcción tracciona sobre los demás rubros comerciales".
Guillermo Ceriani, de Sol Sur: "La construcción tracciona sobre los demás rubros comerciales".

De todos modos, el comerciante reconoció que con las terminaciones posteriores que demanda una vivienda, el costo final termina acercándose más a los 1.000 dólares por metro cuadrado. 

La mirada de un desarrollador inmobiliario: “Los precios suben a un 3 ó 5 por ciento mensual”

Para el arquitecto Rafael Morales, responsable de ‘Roff Desarrollos Inmobiliarios’, “se nota en este último tiempo una reactivación en el sector de la construcción, impulsado por la obra pública pero también se nota en la obra privada”.
Morales, que integra el Colegio Consejo Regional del CACH (Colegio de Arquitectos de Chubut) hay varios factores que explican la reactivación.

“Muchas veces, la inflación lleva a que la gente se resguarde un poco en la compra de materiales y decide avanzar en la construcción, son elementos que para la parte privada funcionan como un ahorro –analizó-. Para el sector comercial, como lo es para los desarrolladores, influyen otros factores y la situación económica puede aumentar los riesgos, porque se rige por valores de mercado para la venta, además de los costos de la construcción”. 

En términos generales, el especialista refirió que los precios de la construcción suben a un ritmo de entre 3 y 5 por ciento mensual, en línea con la inflación o incluso por encima, pero aún así sigue siendo una opción importante:

“Nosotros estamos en una plaza donde se produce un aumento mayor, en relación a otros lugares. Hay un cierto remanente, en el día a día, de las empresas ante la necesidad comprar dólares y al estar en un valor planchado, en muchos casos se termina optando por la construcción”. 

Ahorrar en ladrillos: el “consejo de los abuelos” que recuperó vigencia en tiempos de alta inflación

De todos modos, advirtió que la brecha de precios entre pesos y dólares se ha achicado, debido a que la inflación avanzó por encima de la apreciación del tipo de cambio. “En la pandemia, era ‘el momento’ para construir más barato en términos de dólares, pero hoy, al plancharse la cotización y con la suba de costos, la diferencia se reducido, aunque sigue habiendo un margen favorable”.

En cuanto a los precios, coincidió en que el valor de referencia sigue ubicado en torno a los 1.000 dólares por metro cuadrado, aunque no siempre está claro qué valor de dólar se debe tomar, entre las distintas cotizaciones:

“Puede ser un poco por abajo o por arriba, pero está en torno a esa referencia. En pesos te podría decir que una vivienda familiar estándar, con calidad superior, está en el orden de los 160.000 a 180.000 pesos por metro cuadrado. Si alguien toma el dólar oficial, te va a decir entre 110.000 y 120.000 pesos, pero está el que toma el valor ‘blue’, o el MET. O se puede hacer un promedio entre todos y lo multiplica por un costo de 800 dólares. Hay distintos análisis que pueden hacerse”.

La suba de tasas y la falta de créditos

Como desarrollador inmobiliario, Morales se dedica a la compra de tierras en la que agrega valor, mediante proyectos de construcción, para luego comercializarlos. En este caso, incide otro factor vinculado a la falta de créditos:

“Ese es un problema, absolutamente. Y además, con las tasas de interés actuales se suman variables que afectan al sector. Por ejemplo, ante cada  aumento de las tasas de interés, la gente que tenía un remanente económico, que antes no le convenía el plazo fijo porque perdía contra la inflación, ahora tal vez la tasa es más atractiva y puede llegar a afectar la decisión de construir”.

Esas variables de la economía pueden significar un freno al impulso actual, según se desprende de la explicación de Morales.

Ahorrar en ladrillos: el “consejo de los abuelos” que recuperó vigencia en tiempos de alta inflación

Tanto para el pequeño ahorrista, que no le alcanza para comprar una casa pero deja de comprar cemento y lo deja en un plazo fijo. Y para el inversor más grande, que puede especular en fondos de desarrolladoras y según la conveniencia, entrar y salir. 
“Al mismo tiempo, la suba de tasas provoca que los créditos no existan”, añadió el arquitecto.

La UOCRA, casi sin desocupados

La reciente celebración del Día de los Obreros de la Construcción, el 22 de abril, dio pie al titular de la UOCRA, Raúl Silva para celebrar con buenos indicadores la situación actual: 

 “Hoy estamos muy bien en Comodoro Rivadavia”, enfatizó, al describir obras nacionales que se han reactivado, como el Estadio del Centenario y la ruta Rada Tilly-Caleta Olivia, además de la pavimentación por tramos del corredor bioceánico, que irán incorporando personal en forma paulatina.

Raúl Silva, secretario general de la UOCRA en Comodoro Rivadavia.
Raúl Silva, secretario general de la UOCRA en Comodoro Rivadavia.

“Estamos esperando con ansias que arranque la obra del emisario de zona norte, que tiene financiamiento de Nación y va a llevar un grupo importante de gente –describió-. También tenemos terminaciones de viviendas  y cada 10 ó 15 días salen licitaciones de obras nuevas del municipio: nos ha mantenido el cupo de gente y puede cambiar la empresa, pero el personal nuestro sigue ocupado. Desde que arrancó la pandemia, el municipio ha mantenido las obras y no tuvimos grandes desvinculaciones de gente”. 

Silva valoró igualmente la actividad en el sector privado, particularmente a partir de emprendimientos importantes como el del gremio de la UTGHRA y la Clínica Materno Infantil, por lo que reconoció que en la bolsa de trabajo que habitualmente maneja el gremio no hay prácticamente demanda insatisfecha.

“Sí se nos incrementa la bolsa por gente que ha ido llegando de otros gremios hermanos, que al quedarse sin empleo viene a buscar una oportunidad de trabajo. Como digo siempre, toda persona en algún momento ha agarrado una cuchara y el fratacho y se acercan a la UOCRA.  

En la actualidad, hay alrededor de 4.400 obreros de la construcción en la ciudad, a los que se suman alrededor de 3.200 trabajadores de la construcción en yacimientos. 

“Gracias a Dios en nuestra jurisdicción estamos bien, incluso a la espera de algunas obras importantes, como la electrificación entre Uzcudún y Camarones y otros proyectos”, concluyó el referente de los trabajadores del sector. 

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