Chubut es una de las 3 provincias con menor inversión en obra pública por parte del Estado nacional
Está apenas por encima de La Rioja y debajo de Santa Cruz. Las únicas obras que recibieron fondos este año son la planta de tratamiento de Rada Tilly -financiada por el BID- y algunas tareas de mantenimiento de Vialidad Nacional.
Con sólo 631 millones de pesos proyectados en los primeros 9 meses del año, Chubut es una de las 3 provincias con menor Inversión Real Directa del gobierno nacional, alcanzando sólo un 0,2% (es decir, 2 centavos por cada 100 pesos invertidos) de participación en los desembolsos totales. El freno a la obra pública explica la magra asignación de recursos, en un panorama general en el que los desembolsos cayeron un 79% para todo el país, aunque con provincias notoriamente más relegadas que otras.
Cuando el presidente Javier Milei anunció el freno a la obra pública, días antes de asumir su mandato, era difícil imaginar la magnitud de esa decisión. Tal vez porque se pensase que era parte de una exageración, quizás por la expectativa de que, si bien habría un recorte, en la práctica no sería tan drástico, lo cierto es que los números de los primeros 9 meses dejan evidencia hasta qué punto ha sido cumplida esa decisión.
De acuerdo con un informe de la consultora 'Politikón Chaco', entre enero y septiembre de 2024 la Inversión Real Directa (IRD) del Estado nacional sobre el conjunto de las provincias y la Ciudad de Buenos Aires cayó drásticamente con relación a igual período del año anterior.
En ese lapso, los recursos del Estado nacional sumaron pagos por 304.053 millones de pesos. En los mismos meses de 2023, los desembolsos alcanzaron los 410.103 millones de pesos, lo que significa un descenso nominal del 25%, pero se eleva al 79,6% cuando se compara en términos reales, es decir al descontarse el efecto de la inflación.
"NO HAY PLATA PARA OBRA PÚBLICA"
De ese total, el mayor descenso se dio en el ámbito de construcciones, es decir de la obra pública, que representa un 66% de la IRD.
Hay que aclarar que la tendencia se había iniciado en la última etapa del gobierno anterior, cuando la obra pública comenzó a paralizarse por efecto de la inflación y el desfasaje de costos. Así, noviembre ya había cerrado con una baja 44% contra igual mes de 2022 y en diciembre se extendió al 59%, pero la retracción se profundizó en enero, con un 87% interanual, alcanzando bajas superiores al 80% desde marzo a junio.
En el tercer trimestre, la tendencia negativa se mantuvo, aunque algo más acotada, entre 51 y 71%, según el relevamiento realizado por la consultora.
En 2023, varias obras iniciadas en Chubut y especialmente en Comodoro Rivadavia, ya habían quedado paralizadas: el emisario cloacal marino de zona norte y el pluvial de la avenida Chile son ejemplos que se suman a la autovía Rada Tilly-Caleta o la Puerto Madryn-Trelew.
Lejos de revertir o corregir aquella tendencia, en lo que va de 2024 y el gobierno de Javier Milei, la parálisis de la obra pública se profundizó.
"Desagregando la inversión real directa, lo concerniente a ‘Construcciones’ exhibió una ejecución pagada por $ 202.519 millones cuando en el primer semestre 2023 fue por $ 269.217 millones -dice el informe de la consultora, al que ADNSUR tuvo acceso-. La variación interanual nominal es del -24,8% y en términos reales, del -79,8%. A su vez, el componente de 'Otros' (que abarca maquinaria y equipos, equipos de seguridad, semovientes y otros varios) totalizó $102.433 millones cuando en 2023 fue de $ 140.886 millones, por lo que registra una variación interanual nominal del -27,3% y de -79,2% en términos reales".
Se trata, además, del año más negativo en IRD desde 2017, ya que los desembolsos de este año quedan por debajo de todos los períodos enero-septiembre desde aquel año en adelante.
CHUBUT, ENTRE LAS MÁS CASTIGADAS JUNTO A SANTA CRUZ
Hay 5 jurisdicciones que concentran los mayores desembolsos. Son CABA (Ciudad de Buenos Aires), con 106.207 millones de pesos; provincia de Buenos aires, con 47.642 millones; Entre Ríos, con 16.289 millones; Santa Fe, con 9.875 millones; y Córdoba, con 9.541 millones de pesos.
Entre las 5 primeras jurisdicciones se llevan el 62% de los fondos ejecutados, aunque claramente las dos primeras (Caba y Pvica Bs.As) explican más de la mitad de los fondos asignados por el gobierno nacional.
En el otro extremo, La Rioja, Chubut y Santa Cruz encabezan el ranking desde abajo, con los menores desembolsos del gobierno de Javier Milei en sus territorios. La provincia de Ricardo Quintela es la más castigada, con 383 millones de pesos; no muy lejos le sigue la administración de Nacho Torres, con sólo 631 millones de pesos proyectados; y en tercer lugar se ubica la de Claudio Vidal, con 821 millones de pesos.
Así, pese a que las provincias patagónicas han mostrado disciplina a la hora de votar leyes importantes para el gobierno de Javier Milei, ese comportamiento todavía no ha mostrado resultados concretos en materia de obras.
En términos interanuales, sólo dos provincias presentan saldos positivos y son Jujuy, con una suba del 22,1% en comparación al mismo lapso de 2023 y Tierra del Fuego, con un incremento del 6,3%.
SOLAMENTE DOS PROYECTOS RECIBIERON FONDOS EN CHUBUT
Nuevamente, Chubut es una de las dos provincias más perjudicadas en la comparación contra 2023, al caer un 97,6% con respecto a enero-septiembre de 2023, sólo superada por La Rioja, con un 99% de retroceso en la Inversión Real Directa.
"Dentro de la Inversión Real Directa, el apartado de Construcciones es el que históricamente representa un volumen mayoritario de la misma y se asocia tradicionalmente a lo que entendemos como Obra Pública -señala la consultora-. De acuerdo con las definiciones presupuestarias, las Construcciones comprenden la realización de obras que permanecen con carácter de adherencia al suelo formando parte de un todo indivisible, como así también las ampliaciones mejorativas de construcciones ya existentes. Se consideran como tales caminos, diques, puentes, edificios, canales de riego y desagües, entre otros".
En materia de obras pagadas efectivamente, sobre los 631 millones asignados a Chubut, sólo se ejecutaron hasta septiembre unos 523 millones de pesos correspondientes a obras públicas.
Sobre ese valor, los proyectos que recibieron pagos fueron los siguientes, según el relevamiento presupuestario de la consultora: 222,3 millones de pesos se asignaron a reparaciones de la ruta 3, desde el empalme con ruta 27 hasta el límite con Santa Cruz; 149,6 millones fueron desembolsados para la obra ampliación de la planta de tratamiento de efluentes cloacales de Rada Tilly; 90 millones para obras de mantenimiento de Vialidad Nacional (distrito 13-Chubut); y 61 millones de pesos en el rubro 'Resto'.
Sobre la planta cloacal radatilense, hay que aclarar que los fondos provienen de financiamiento internacional, a través del Banco Interamericano de Desarrollo. Por otro lado, hay otras tareas que desarrolla Vialidad Nacional con presupuesto propio del Distrito 13, que tal vez podrían sumarse a la inversión del Estado nacional, pero no son montos para grandes obras, sino para tareas de mantenimiento, como bacheos.
Así, considerando que tampoco en los años anteriores hubo grandes avances en obras de infraestructura, Chubut va a camino a convertirse en una de las jurisdicciones con mayor retraso en esta materia.
La falta de asignación de recursos para obras esenciales para la vida, como el recambio del acueducto, no parecen camino a resolverse, sobre todo por las dudas que surgieron recientemente con la eliminación del ENOHSA, que puso en riesgo la continuidad de otros proyectos largamente postergados.
Cierto es que la existencia del organismo nacional tampoco garantizó que las obras se concretaran en tiempo y forma: las demoras de la ‘repotenciación del acueducto’, que lleva más de 10 años de ejecución, o la largamente postergada licitación de la presa Fontana atestiguan esa falta de eficiencia. Sin embargo, hoy la incertidumbre se hace más notoria, pudiendo transformarse en la certeza definitiva de que los proyectos nunca se concretarán.
Las obras previstas en el proyecto del presupuesto nacional 2025 tampoco dan garantías de revertir esa tendencia. De este modo, el riesgo es que se consolide un cuadro de retrasos que, en la medida que siga profundizando, será cada vez más costoso, si no imposible, de revertir.
