El tiempo sigue corriendo y las opciones de estrategias electorales en Chubut son cada vez menos: ante la falta de definiciones en el frente oficialista, ya quedó descartada una convocatoria a elecciones provinciales en junio y prácticamente es un hecho que no se votará tampoco en julio.

Ahora todo apunta a una convocatoria en simultáneo con Nación, pero antes que la fecha de octubre, hay quienes piensan en el gobierno nacional que la mejor opción son las PASO de agosto y tienen sus razones. Mientras tanto ¿por qué se demora el anuncio de una fórmula conjunta entre Juan Pablo Luque y Ricardo Sastre y qué podría pasar si se rompe el acuerdo?

Los amagues y firuletes ya están agotando la paciencia de más de uno y el Frente de Todos vive momentos de incertidumbre en Chubut. La cumbre entre Mariano Arcioni, Juan Pablo Luque y Ricardo Sastre fue un nuevo fracaso, ante las expectativas iniciales de que se iba a anunciar el acuerdo de una fórmula y de la mano, una fecha de convocatoria.

La fecha de elecciones a gobernador en Chubut, el dilema sobre el que gira toda la estrategia: ¿desdoblar o votar con Nación?

Ante la continuidad en las indefiniciones, cuando todo parecía encaminado a un adelantamiento por la presión tanto de Luque como de Sastre, finalmente nadie pudo convencer de tanto apuro al gobernador Mariano Arcioni, que es quien tiene la última palabra porque de su lapicera depende la firma del decreto de convocatoria.

El gobernador no tiene clara la conveniencia de votar de manera desdoblada y sigue apostando fichas al éxito de las medidas económicas de Sergio Massa, su referente político. Si el tigrense llega a jugar la carta de la candidatura presidencial, Arcioni quiere estar pegado en su boleta como candidato a diputado nacional, un objetivo que blanqueó en el encuentro.

Y nadie saca de la cabeza al mandatario que, si se vota de manera anticipada en Chubut, después el nivel de compromiso para la elección nacional bajará de manera abrupta. “Después no va a laburar nadie” es una explicación que se escucha mucho en los despachos gubernamentales como justificación para mantener la adhesión a la convocatoria presidencial.

Por eso, ir todos juntos adentro en la misma boleta, es el reaseguro de que habrá compromiso de traccionar todos en conjunto y que ninguno pueda jugar una estrategia por afuera, como se sospecha de uno de los tres integrantes del pacto, por sus contactos asiduos con referentes de otras fuerzas.

Arcioni expresó en cada charla con Luque y Sastre que antes del apuro por definir el cuándo, primero se debe resolver el quién y cómo. “Para qué quieren apurarse si no tienen una estrategia de cómo van a resolver la fórmula. Primero pónganse de acuerdo ustedes y después discutimos cuándo se convoca”, es la explicación que dio el mandatario.

Juan Pablo Luque y Ricardo Sastre aún no terminan de resolver si van a integrar una fórmula a la gobernación.

Como nadie se bajó, a pesar de algunas charlas previas que parecían indicar que Ricardo Sastre estaba dispuesto a un renunciamiento, entonces todo volvió a empantanarse. Ahora vamos a explicar más detalles de esas discusiones, pero antes, hay que señalar cuestiones de técnica electoral: la ley en Chubut eliminó las PASO para categorías provinciales, lo que seguramente alcanzará a la mayoría de los municipios.

Pero no es un hecho que esto sea así en los casos por ejemplo de Comodoro Rivadavia, Puerto Madryn y Rawson, que -por su autonomía municipal y carta orgánica propia- podrían adherir y votar sin PASO (como hizo Trelew) o sumarse a las primarias nacionales de agosto, y que los candidatos a intendente se resuelvan en una elección abierta y simultánea.

LA FECHA

La razón por la que está descartada la convocatoria a elecciones en junio, y casi seguro también en julio, es porque el tiempo de hacerlo era la semana pasada. Esto es así porque el cronograma de convocatoria debe contar con un plazo no menor a 90 días de anticipación a la fecha de elecciones.

Si bien los tiempos por estos días alcanzan para hacer un llamado a elecciones en julio, no están dadas las condiciones políticas: primero, porque aún no hay acuerdo ni fecha de nueva reunión prevista entre Arcioni, Luque y Sastre; segundo, porque nadie convenció al gobernador de la conveniencia de tomar esa decisión.

Y si bien Arcioni se mantiene por ahora firme con votar a gobernador el 22 de octubre junto con las elecciones presidenciales, surgió una alternativa que parece muy interesante a un sector del gobierno nacional: que Chubut vote el 13 de agosto en conjunto con las PASO.

Para esta chance aún hay tiempo de definiciones para firmar el decreto de convocatoria hasta el 13 de mayo, es decir 45 días más, y hay quienes buscarían convencer al gobernador Mariano Arcioni de un escenario más favorable para su espacio, ante la dispersión del voto que no ocurriría en octubre.

Esto hay que explicarlo en detalle: si Chubut adhiere a la fecha de las PASO, además de evitarse el costo de la organización, que correría por cuenta del Ministerio del Interior y la fiscalización por cuenta de la justicia electoral federal, obligaría a algunos candidatos a tener que jugar una interna nacional que hoy evitan.

El mejor ejemplo es el caso de Ignacio Torres. Si Chubut llegara a votar en agosto, y hubiera una PASO nacional para dirimir presidente en Juntos por el Cambio entre Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich, Elisa Carrió y Gerardo Morales -para citar cuatro ejemplos hipotéticos-, el joven senador del PRO debería elegir e ir adherido sólo a una alternativa, porque la ley le impide ir en más de una boleta.

Ignacio Torres, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich.

En cambio, si Chubut vota en octubre en las generales, una hipotética boleta de Torres a gobernador iría pegada a la del único candidato a presidente ganador de la interna de Juntos por el Cambio, y el efecto arrastre estaría asegurado. Por eso, algunos “cráneos” electorales de Nación creen que la dispersión del voto puede otorgar más chances a los candidatos del Frente de Todos en Chubut, una idea que le han acercado a Juan Pablo Luque, quien la está evaluando.

Hoy la habilidad de Torres lo hace sobrevolar la interna entre Larreta y Bullrich, tal como lo demuestra las fotos que se sacó con ambos junto a Gerardo Merino, y el hecho de que no haya realizado ninguna declaración expresando algún favoritismo. 

Si Chubut llegara a votar en agosto, Torres debería optar por alguno de los dos y apostar en todo caso al corte de boleta para aquellos que no voten a su presidenciable, una estrategia mucho más difícil, porque debería adoctrinar a los votantes a quienes no les agrada ya de por sí tener que ir a las urnas ese día.

Y a las alternativas de agosto y octubre, hay que agregar una tercera chance que tiene en la manga el gobernador, aunque pocos creen que la vaya a jugar: la de votar en noviembre, un mes después de que se haya definido todo a nivel nacional y un mes antes del traspaso de mando. Sería una manera de volver a su idea original de elección “desdoblada” sin contaminación nacional, y obligando a todos a jugar a fondo. No debe descartarse, pero es la menos probable de las tres.

LA FÓRMULA

Claro que toda esta ingeniería electoral depende de que haya un gran acuerdo dentro del Frente de Todos, con la mayor cantidad de actores involucrados y con un compromiso al máximo nivel. Si no se ponen de acuerdo y cada uno juega su propio juego, es toda ganancia para la oposición.

El objetivo del encuentro del miércoles 22 en Rawson era el anuncio de la fórmula Luque-Sastre, pero los cambios de postura de último momento alejaron toda chance por el momento. En la reunión, Sastre barajó la opción de no integrar directamente la fórmula como candidato a vicegobernador, y en todo caso ingresar como candidato a legislador.

Esta opción no resulta atractiva de ninguna manera ni para Arcioni ni para Luque, quienes consideran que para tener chance de triunfo, el espacio debe competir con los dos nombres más fuertes encabezando la boleta, por lo que se anticipa que en los próximos encuentros habría una presión mayor hacia el mellizo madrynense.

Dentro del justicialismo hay serias sospechas sobre el compromiso real del vicegobernador con el frente, a raíz de todo tipo de versiones que hablan de negociaciones y charlas para un supuesto acuerdo que incluye a Ricardo Sastre y a Adrián Maderna para terminar favoreciendo a Ignacio Torres.  

Por ello, en el gobierno se acaba la paciencia y se evalúan dos amenazas serias para ejercer presión a fondo y obligar al vicegobernador a jugar dentro del espacio oficialista: la más inmediata, si todo explota, es que corre riesgo el auxilio económico a la municipalidad de Puerto Madryn a través del Banco del Chubut, un anticipo que se renueva todos los meses del orden de los 250 millones de pesos, destinados al pago de sueldos en tiempo y forma.

Si este adelanto de fluidez monetaria se llegara a cortar de golpe, irremediablemente el municipio madrynense debería desdoblar el pago de haberes y entraría en un complejo escenario económico local. Sería el fin de la paz y la declaración de guerra.

La actual viceintendenta madrynense Noelia Corvalán sería la carta del gobierno para competir en Puerto Madryn si no hay acuerdo con los hermanos Sastre.

De la mano de esta ruptura de relaciones, no se descarta que el Frente de Todos arme una fórmula a la intendencia municipal y juegue a fondo en la ciudad del golfo, donde los hermanos Sastre se sienten muy cómodos. Allí suena el nombre de Noelia Corvalán como opción en la manga si todo se rompe, una alternativa a la que nadie quiere llegar, pero que no deja de ser algo posible.

TODAS LAS CARTAS

¿Y si no hay acuerdo en la fórmula y Sastre se niega a acompañar a Luque? Se escuchan todo tipo de rumores por estas horas, pero en algunos despachos peronistas ven con buenos ojos al presidente de la UCR, Damián Biss, porque creen que sería casi imposible que cierre un acuerdo provincial con Ignacio Torres en Juntos por el Cambio.

Por eso, hay quienes agitan entre las opciones, la fórmula Luque-Biss para armar un frente amplio conformado por el justicialismo, el panjusticialismo y buena parte del radicalismo. Biss siempre ha negado de plano esa chance, pero es cierto que su relación imposible con Torres hace ver todo tipo de opciones y en política no se puede dar nada por descartado.

Una alianza con el frente oficialista en Chubut es algo que incluso están evaluando operadores nacionales del radicalismo, como opción ante un posible triunfo de figuras del PRO a las que ven como amenazantes. Es una experiencia que, por ejemplo, Gerardo Morales ya ha probado con éxito en la provincia de Jujuy. Y en algunos despachos del Frente de Todos ya lo evalúan como el Plan B si se cae un acuerdo con Ricardo Sastre.

Juan Pablo Luque, Damián Biss y Gerardo Morales.

El panorama es complejo, y ya no hay más tiempo para seguir demorando definiciones. Ignacio Torres anticipó que su espacio pretende anunciar a mediados de mayo la fórmula y toda la lista de diputados provinciales y nacionales, para no seguir jugando con especulaciones y comenzar a recorrer la provincia con los nombres confirmados.

Mientras César Treffinger ya cerró su acuerdo con Javier Milei y avanza en charlas con posibles candidatos en cada municipio, la pregunta que surge es si finalmente se logrará el tan anunciado acuerdo entre Arcioni, Luque y Sastre y bajo qué términos. De ello depende entre otras cosas, qué día irán a votar los chubutenses para elegir gobernador en 2023.

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