La posibilidad de la sanción de una nueva Ley de Lemas en Chubut es el tema que domina la agenda política por estas horas previas a la última sesión legislativa de 2022, que se llevará a cabo el próximo jueves a las 13. Hay asesores del Partido Justicialista, que responden entre otros a Juan Pablo Luque y Ricardo Sastre, escribiendo y rescribiendo contrarreloj el texto de una ley que busca no repetir el mal antecedente para el peronismo en la provincia ocurrido en 1991

Ocurre que la experiencia del sistema de Lemas ya tiene una experiencia chubutense, que se hizo por única vez, y que quedó en la nada luego de la reforma constitucional de 1994. Hace 31 años atrás, el justicialismo creyó que a través de este sistema iba a resolver su interna en una elección general, pero terminó aprovechando la oportunidad el candidato de la UCR, partido que luego gobernó la provincia durante 12 años.

Hoy la dirigencia peronista de Chubut, con la orden política emanada de dirigentes nacionales del Frente de Todos como el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, y el ministro de Economía, Sergio Massa, tiene el desafío de consensuar una nueva ley que le otorgue las mayores chances para que sus principales aspirantes, Luque y Sastre, aporten en conjunto una sumatoria de votos que otorgue un triunfo ante Juntos por el Cambio en la pelea por el sillón de Fontana 50.

Por esa razón, se suceden sin descanso -salvo la interrupción por algún partido del Mundial- las reuniones en una chacra en las afueras de Trelew, donde oficia de anfitrión y coordinador un viejo zorro del peronismo que ha ocupado varios cargos y que conoce como pocos los andamiajes electorales para llegar al poder.

Allí confluyen varios abogados y apoderados, especialistas en “ingeniería electoral”, que trabajan sobre una carpeta donde constan todos los antecedentes en la materia: el ejemplo de la ley madre que se aplica en Santa Cruz hace 35 años, y las últimas reformas aplicadas recientemente en provincias como San Juan, donde se sancionó hace un par de meses, y San Luis, donde ya tiene media sanción y va ahora por el tratamiento en Senadores.

La Legislatura tendrá la última sesión de 2022 este jueves a las 13.

El objetivo, es terminar de consensuar una redacción final que logre conformar a la mayor cantidad posible de referentes, y que permita lograr la mayoría especial de 21 votos para el jueves en la Legislatura. Lo que está claro, es que no se piensa repetir errores del pasado, con una redacción “sui géneris” de una Ley de Lemas provincial que incluyó una segunda vuelta que fue el germen de la derrota.

EL MAL RECUERDO

Para el justicialismo chubutense, la Ley de Lemas había quedado en la memoria como una mala palabra: la única experiencia que se aplicó en 1991 significó la entrega del poder a la UCR por 12 años, y se miraba siempre con envidia a la vecina Santa Cruz, donde este sistema rige desde 1988 y siempre aseguró triunfos al peronismo, tal como hemos explicado en alguna oportunidad.

Ahora el objetivo es volver a la carga con una nueva redacción que corrija los “errores” aplicados aquella vez. Básicamente, el punto central aprobado por aquella Legislatura de mayoría justicialista, en una gestión que tenía como gobernador a Fernando Cosentino -que completaba el mandato del renunciado Néstor Perl- fue el agregado de una “segunda vuelta”.

Para entenderlo, hay que explicar lo que dice el actual artículo 146 de la Constitución, que antes de la reforma de 1994 estaba escrito exactamente igual, y llevaba el número 139: “El Poder Ejecutivo es desempeñado por un ciudadano con el título de Gobernador de la Provincia, que es elegido directamente por el pueblo, a simple pluralidad de sufragios”.

En aquel entonces, se entendió que para ser proclamado gobernador, había que ser el más votado a simple pluralidad de sufragios, por lo que se sancionó la ley que permitía sumar los sublemas, pero aclaraba lo siguiente: si un sublema era el más votado de manera individual, era proclamado ganador; pero si salía segundo, debía dirimirse todo en un ballotage, un mano a mano entre el primero y el segundo.

El justicialismo afrontaba una interna traumática, que involucraba al madrynense Osvaldo Sala y al comodorense Marcelo Guinle. Se creía que a través de Lemas, la sumatoria de ambos iba a asegurar el triunfo ante un radicalismo que había adoptado como postura llevar a un solo candidato: Carlos Maestro.

La primera vuelta se realizó el 8 de septiembre, pero el candidato más votado individualmente fue Maestro, con 49.466 votos (33,7 %), mientras que Sala fue el segundo más votado, con 41.272 (28,1 %), superando dentro de los candidatos del lema del PJ a Guinle, que sacó 33.288 (22,7 %). En ese caso, la sumatoria de todos los sublemas del PJ arrojó un total de 78.352 votos (53,4 %), por lejos, la mayoría provincial.

Osvaldo Sala, Marcelo Guinle y Carlos Maestro: los tres más votados en 1991. El radical fue electo gobernador en segunda vuelta.

Si hubiera estado vigente el sistema santacruceño, el gobernador hubiera sido Sala, porque se le hubieran “transferido” los votos de todo el PJ. Pero por el agregado de la segunda vuelta, cuando se volvió a votar un mes más tarde, el 13 de octubre, Sala no logró todos los votos que había obtenido el lema del PJ, sino 9 mil votos menos. Sacó 69.753, y fue superado en el mano a mano por la boleta de Carlos Maestro, que logró 78.512.

El peronismo se “cobró sus facturas” en la segunda vuelta, y al radicalismo capitalizó aquellas diferencias. Hoy, Luque y Sastre afrontan una interna similar, y vuelve a ser la Ley de Lemas la chance de resolver la disputa, pero esta vez sumando votos en una única elección, sin segunda vuelta. ¿Sería legal?

QUÉ DIJO LA CORTE

Desde Juntos por el Cambio vienen denunciando lo que consideran una “trampa” electoral, porque entienden que la Ley de Lemas violenta el texto constitucional, ya que es un mecanismo de “transferencia de votos”, dado que, dentro del mismo lema, el sublema más votado se lleva todos los votos del resto.

Por lo tanto, siempre dentro de la hipótesis de que se logren los 21 votos necesarios en la Legislatura, es de esperar que desde la UCR y el PRO haya un planteo de inconstitucionalidad ante el Superior Tribunal de Justicia de Chubut. Por ello, es importante tener en cuenta los antecedentes judiciales en la materia.

En alguna oportunidad explicamos el ejemplo de Santa Cruz, cuando fue proclamada gobernadora Alicia Kirchner en 2015, ya que a través del sistema de Lemas había sumado los votos de la lista del sublema justicialista que llevaba a Daniel Peralta, a pesar de que la lista más votada había sido la del radical Eduardo Costa.

Eduardo Costa y Alicia Kirchner protagonizaron un litigio que llegó hasta la Corte Suprema por la elección a gobernador de 2015 a través de Ley de Lemas.

Esto fue avalado por el Tribunal Superior de Santa Cruz y la apelación llegó hasta la Corte Suprema, con el argumento de que se violaba un artículo de la Constitución de Santa Cruz redactado de manera muy similar al 146 de la Constitución de Chubut, que habla de elección directa a simple pluralidad de sufragios para elegir la fórmula de gobernador y vice.

Ante este recurso extraordinario presentado por la UCR, la Corte tomó una decisión, y fue desestimar el planteo, lo que sienta un antecedente ante cualquier otra cuestión de este tipo que se quiera llevar a ese ámbito. Data del 11 de diciembre de 2018, y lleva la firma de los cinco jueces que integraban la corte en ese entonces: Carlos Fernando Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda, Elena Higthon de Nolasco, Horacio Rosatti y Ricardo Lorenzetti.

La denegatoria al planteo de la UCR que hicieron los miembros de la corte, se puede resumir en una frase: la vida electoral es competencia de cada provincia y en un régimen federal, ningún organismo nacional puede imponer un criterio que violente la autonomía provincial.

Expresaron que “el sistema federal que diseña la Constitución Nacional establece que las provincias conservan su autonomía absoluta en todo lo relativo a los poderes no delegados a la Nación, se dan sus propias instituciones y se rigen por ellas sin intervención del gobierno federal".

Insistieron en que “el sistema federal no solamente asegura que las provincias decidan sus regímenes electorales y elijan sus gobernadores, legisladores y demás funcionarios, sino que también le prohíbe al gobierno central intervenir en aquellos asuntos propios de la autonomía provincial”.

Los cinco miembros de la Corte que en su momento habilitaron a Santa Cruz a aplicar Ley de Lemas.

Por ello, la Suprema Corte entendió que “se encuentra alcanzada por la prohibición de intervenir en la forma en que las provincias organizan su vida autónoma” y aclara que “la intervención de este Tribunal debe estar por lo tanto rigurosamente limitada a un evidente y ostensible apartamiento” donde el derecho público local lesione “instituciones fundamentales” que hacen al sistema representativo republicano.

De todos modos, en otro tramo del fallo, los miembros de la corte deslizan críticas al sistema de Lemas, al que claramente califican como lejos del ideal. Si bien expresan que la elección de Santa Cruz fue legal, expresan que esto no salva “la baja calidad institucional reprochada al sistema de lemas o de doble voto simultáneo”.

En el cierre del fallo, concluyen los ministros de la corte que este caso “orbita exclusivamente sobre la interpretación de derecho público provincial” y que el planteo de la UCR no logró evidenciar circunstancias excepcionales que ameriten la intervención de un órgano federal.

HORAS CRUCIALES

La explicación anterior marca dos cuestiones: una es que la Corte Suprema no se metería en la definición final en el caso de que avanzara en nuestra provincia la Ley de Lemas, sino que sería resorte exclusivo de los 6 ministros del Superior Tribunal de Justicia.

Y dos, que los actores del PJ no van a repetir la ley sancionada en 1991, que el ex diputado y constitucionalista Raúl Heredia definió como el “caso Chubut”, porque fue la única experiencia en el mundo de Lemas con segunda vuelta.

La indicación política emanada desde Buenos Aires es clara: agotar todos los intentos para sancionar una ley que daría más chances al Frente de Todos frente Juntos por el Cambio en 2023. En eso se está trabajando, aunque el tiempo es escaso para lograr una mayoría especial de 21 votos que nunca se logró en casi 65 años de historia provincial.

Eduardo "Wado" De Pedro y Sergio Massa: los dos referentes nacionales del Frente de Todos habilitaron a dirigentes locales a avanzar en Ley de Lemas.

De todos modos, esto no significa que sea imposible. Habría voluntad del mismo gobernador Mariano Arcioni, quien dejó todo librado a “que se pongan de acuerdo las principales fuerzas”, y si cierran un paquete Luque y Sastre, el mecanismo sería ingresar el proyecto sobre tablas el mismo jueves para tratarlo allí mismo, en la última sesión del año.

Hay que mencionar que en la Casa de Leyes acaba de ingresar una nota que reunió más de 10 mil firmas a través de internet de vecinos chubutenses, en contra de esta iniciativa de tipo electoral, lo que suma pimienta a la polémica.

Si Luque y Sastre- vencen las desconfianzas que aún existen, la idea es tratar una ley prácticamente copiada de Santa Cruz, aplicando el sistema proporcional D´Hont para todas las listas legislativas, tanto en la Legislatura como en cada uno de los Concejos Deliberantes, algo que debe quedar redactado con la mayor claridad posible.

Si hubiera Lemas a nivel provincial, después cada municipio podría adherir por ordenanza, y ver si vota con ese sistema, explicaron especialistas a ADNSUR. En los municipios con Carta Orgánica, es más claro aún, y además de Comodoro Rivadavia y Puerto Madryn, seguramente Adrián Maderna buscaría aplicarlo en Trelew, ya que es un sistema que él mismo ha dicho públicamente que le parece el más indicado.

En cambio, en el municipio de Rawson, comandado por el radical Damián Biss, no parece lógico que exista una adhesión, e incluso se da por sentado que por más que la provincia adelante elecciones, allí se votaría en conjunto con las nacionales, según ha dicho el mismo titular del Ejecutivo.

Intendentes Adrián Maderna y Damián Biss: si llega a haber Lemas, el primero va a adherir y el segundo no.

De aquí al jueves, pasada la efervescencia mundialista, quedarán por delante apenas tres días y medio para destrabar el nudo gordiano electoral de Chubut, que incluye Ley de Lemas, eliminación de las PASO, y adelantamiento de fecha. El peronismo afronta un desafío contrarreloj que contará con una fuerte campaña en contra a nivel nacional de Juntos por el Cambio. Suena como algo muy difícil, aunque no imposible.  

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