A lo largo del año pasado hemos seguido de cerca la evolución del plazo fijo tradicional y su variante, el plazo fijo UVA, que ajusta por inflación el monto del ahorro que elijas depositar, a través de un coeficiente conocido como ‘Unidad de Valor Adquisitivo’, que evoluciona en base al Indice de Precios al Consumidor.

Durante gran parte del 2022, el plazo fijo UVA tuvo un mayor rendimiento que el tradicional, a partir, precisamente, de que el índice de inflación iba por encima de las tasas de interés. Sin embargo, en el último trimestre, esa tendencia empezó a cambiar, atenuándose notoriamente la diferencia.

Ese cambio parece explicarse en la suba de tasas de interés que el Banco Central aplicó durante los primeros 9 meses del año, hasta llegar al 75% nominal anual, que implica una tasa efectiva anual (TEA) del 107%. Paralelamente, la leve merma de la inflación entre octubre y diciembre, que se mantuvo por debajo del 6% mensual, completó una ecuación que era difícil de imaginar allá por junio de 2022.

Vale repasar: en octubre, el IPC fue del 6,3%; en noviembre, 4,9%; y en diciembre, 5,1%, por lo que en esa foto de números, la tasa de interés del 6,25% resultó positiva. 

El INDEC divulgó el dato de inflación de diciembre y el acumulado anual de 2022.

De este modo, a partir del dato de inflación conocido el último jueves, con el 5,1% (algo más alta de lo que esperaba el gobierno, pero todavía por debajo de la tasa de interés actual) queda planteado el interrogante para este primer trimestre de 2023: ¿hoy conviene más el plazo fijo tradicional, en reemplazo del UVA?

No hay una respuesta contundente, pero vamos a ver en este informe algunos indicadores para el análisis, con una premisa fundamental: la elección de uno u otro instrumento dependerá de las expectativas de inflación que cada uno se plantee de cara los próximos meses.

Cuánto rindió un plazo fijo UVA entre el 3 de enero de 2022 y la misma fecha de este año

En base a la información oficial que publica el Banco Central de la República Argentina, es posible saber cómo fue el rendimiento de un plazo fijo UVA que se extendió a lo largo de todo el año 2022.

Como ya hemos explicado en esta sección, la característica de este instrumento financiero es que su rendimiento se mide por la evolución de las unidades UVA, que se actualizan a partir del índice de inflación y tiene la particularidad de que el ahorro debe quedar inmovilizado un mínimo de 90 días.

Si bien es posible la opción de rescatar el dinero antes, en ese caso se pierde parte del rendimiento, por lo que en general se requiere inmovilizar el dinero durante un mínimo de 3 meses, pudiéndose realizar también por 6, 9 ó 12 meses.

Por ejemplo, si un ahorrista disponía de 1 millón de pesos el primer día hábil de 2022, que fue el 3 de enero, en ese momento el valor de cada unidad UVA equivalía a $97,58. Esto significa que aquel millón de pesos pudo comprar, hace poco más de un año, 10.248 unidades o cuota-partes (lo que resulta simplemente de dividir la cantidad de plata por la cotización de cada unidad), que preservó en su cuenta durante los siguientes 3 meses.

Vamos a suponer que el ahorro se fue renovando sistemáticamente, en cada trimestre, hasta llegar al 3 de enero de este año. Ese día ,según podemos cotejar en el BCRA, el valor UVA era de  $186,18, por lo que al ‘vender’ sus cuota-partes, obtuvo $1.907.972,94, lo que sería equivalente a un 90,8%. Como además este instrumento de ahorro ofrece una tasa de interés adicional del 1% anual, entonces el rendimiento total se estaría acercando al 92%.

Para hacer más sencillo el ejemplo, le pedimos a “nuestro ahorrista” que deje su dinero inmovilizado durante un año completo y haga un Plazo Fijo UVA a 365 días. En realidad le convendría más hacer renovaciones automáticas cada 90 días, porque así capitalizaría el interés generado por trimestre (de un 0,25% sobre el saldo, cada 3 meses).

Si bien el rendimiento sería algo mayor, no vale la pena complicarnos la vida ahora reflejando el cálculo de cada trimestre, ya que el resultado final no cambiaría más que en un par de miles de pesos, que vamos a resignar en aras de no extender más este informe.

En los 12 meses, el plazo fijo tradicional quedó más atrás, pero llegó casi al ‘empate’ en el último trimestre

Comparativamente, el Plazo Fijo Tradicional tuvo un rendimiento mucho más bajo en la comparación punta a punta del año pasado, pero hay un detalle a tener en cuenta, que podría marcar una diferencia en los primeros meses de 2023.

Cuando analizamos la evolución de la tasa de interés durante el año pasado, con cada modificación que el Banco Central fue realizando entre enero y septiembre, para tratar de alcanzar a la inflación, el rendimiento máximo para cada uno de esos movimientos fue del 77%.

Es decir, si el ahorrista hubiera decidido el 3 de enero de 2022 colocar un plazo fijo de un millón de pesos a 30 días, renovando mensualmente el capital y los intereses, con la suficiente ‘puntería’ para hacer la colocación luego de que se subiera la tasa en cada mes, el 3 de enero hubiera retirado $1.770.000, lo que significa unos $138.000 menos que con la opción del PF UVA.

Si fuera un partido de básquet, podría decirse que el partido lo fue ganando con claridad el PF UVA, pero el equipo del PF tradicional jugó mejor el último cuarto y sacó una diferencia positiva en ese tramo, pero no le alcanzó para dar vuelta el resultado final.

En efecto, el rendimiento desde el 15 de septiembre subió fuertemente para este instrumento financiero. Fue con la última modificación de tasas del Banco Central, cuando la llevó a un 75% anual, lo que significa un 6,25% de interés mensual.

Veamos cómo le fue a un ahorrista que decidió resguardar un millón de pesos algunos días después de esa última suba de tasas, en septiembre (desde entonces no hubo nuevos incrementos). Si optó por el Plazo Fijo Tradicional e hizo interés compuesto, capitalizando el interés generado todos los meses, su rendimiento acumulado, digamos desde inicios de octubre hasta principios de enero, habrá redondeado un 19,94%, por lo que su capital inicial se transformó en $1.199.463.

Si hubiera optado por un Plazo Fijo Uva, el rendimiento no hubiera sido muy diferente. Esto se constata al observar que el valor UVA era de $155,07 el 3 de octubre último, referencia que tomamos para seguir jugando con las mismas fechas del ejemplo anterior.

El ministro Sergio Massa apuesta a bajar la inflación hasta un 3% mensual a partir de abril.

Tres meses después, el 3 de enero, esa cotización era, como ya dijimos, de $186,18, por lo que su ahorro habrá ascendido hasta $1.200.619. Sumando el interés adicional, del 0,25%, serían $3.000 más, por lo que el rendimiento total estaría en el orden del 20,4%. 

Como se ve, la diferencia durante el último tramo del año quedó prácticamente insignificante, por lo que empieza a proyectarse lo que podría pasar en el primer trimestre de 2023. ¿Conviene hoy un Plazo Fijo UVA, para retirar el dinero dentro de 3 meses? ¿O es mejor el tradicional, con la alternativa de retirar el dinero a los 30 días en caso de que se necesite, pero además con la opción de hacer interés compuesto para intentar cubrirse lo mejor posible de la inflación?

La inflación de diciembre volvió a subir, pero sigue por debajo de la tasa de interés

Para responder a la pregunta, hay que plantear lo que cada uno crea que va a ocurrir con la inflación en los próximos 3 meses: con la medición del 5,1% que arrojó diciembre, si bien volvió a subir respecto del 4,9% de noviembre, la tasa del plazo fijo sigue resultando positiva, mientras que el UVA estaría concretando un segundo mes de inflación relativamente baja.

Hay que recordar que este sistema se ajusta con un desfase de 45 días hacia atrás, por lo que si alguien realizara un depósito esta semana, en su rendimiento se estarán incluyendo los 30 días de diciembre y los primeros 15 de enero.

Si el ministro Sergio Massa consigue su objetivo de que la inflación llegue al 4 ó 3 % en los primeros meses de este año, entonces quedaría claro que la opción más conveniente será el plazo fijo Tradicional (siempre que no bajen las tasas, algo que podría ocurrir entre marzo y abril, si aquella proyección de baja inflacionaria se cumple).

En cambio, si la inflación volviera a dispararse a valores del 7% mensual, como ocurrió en julio y agosto, entonces el rendimiento del Plazo Fijo UVA volvería a tener mayor preponderancia. Por lo pronto, la tasa de interés del 6,25% sigue resultando positiva.

Lo que pase hacia delante, es una cuestión que dependerá mucho de las expectativas inflacionarias de cada uno, al momento de decidir qué hacer con sus ahorros. 

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