La carrera en las góndolas: cuál es el alimento que subió menos durante el último año en la Patagonia
La mayoría de los alimentos que son de alta demanda en sectores populares subieron mucho más del doble en el último año, según los datos oficiales que se relevan en la Patagonia. Hay sin embargo un producto que, llamativamente, quedó muy por debajo de esa tendencia. ¿Una pista? Parece que los chinos tienen razón.
La canasta de productos básicos que releva el INDEC mensualmente para informar el Indice de Precios al Consumidor permite comparar que hasta octubre de este año, la mayoría de los alimentos se incrementó muy por encima del 100 por ciento durante el último año. Hay excepciones, aunque una de ellas quedó llamativamente por debajo, al menos por lo que registra el organismo oficial.
Con el porcentaje de inflación al que se llegó en octubre, que es del 76.6% en lo que va del año y un 88% si se cuenta desde octubre del año pasado, la mayoría de los productos de la canasta alimentaria trepan por encima de esos números, que en realidad son un promedio, afectando más a los sectores de menores ingresos.
Los técnicos en economía suelen explicar que la “inflación” puede resultar un fenómeno relativo de acuerdo con el poder adquisitivo de cada grupo familiar. Aunque la suba de precios afecta a todos, no es lo mismo que el precio de la cebolla aumente un 500% en un año para una familia que vive con menos de 150.000 pesos en Comodoro Rivadavia, es decir por debajo de la línea de pobreza, que para una familia que tiene ingresos por encima de los 500.000.
A propósito de la cebolla: un relevamiento propio de productos de esta sección refleja que en enero se conseguía a $99 por kilo en las cadenas de supermercados de la zona, mientras que en octubre había saltado a $599, para volver a ‘estabilizarse’ en $499 la semana pasada. Evidentemente, Miguel Hernández no podría escribir su bello y descarnado poema en estos tiempos, aquel que dedicara a su esposa e hijo desde una cárcel franquista. Vale recordar: la mujer en su angustia le contaba que sólo podían alimentarse con pan y cebolla.
Aunque ambos grupos pagarán por la cebolla un precio similar, para unos forma parte de una canasta de consumo que puede incluir también otros productos que tuvieron aumentos no tan pronunciados, pero que entran en el rubro de consumo ‘suntuoso’. Por lo contrario, la incidencia de la cebolla, o de los fideos, es mucho mayor para un hogar que destina sus escasos ingresos a tratar de comprar comida.
Los precios que más subieron a lo largo de 12 meses
Si se observa con detenimiento la medición que hace el INDEC sobre productos de la canasta básica alimentaria, específicamente para la región patagónica, se verá que la mayor parte de esa canasta supera el 100% de incremento, entre octubre de 2021 y el mismo mes de 2022.
En esta región, según los datos oficiales del organismo nacional, el alimento que más subió es la papa, que en el último año registra un aumento de casi un 223%. Mientras en octubre del año pasado un kilo de papa valía $74,29, en octubre de este año se elevó a $239,67 por kilo.
Según algunas explicaciones que se dan en torno al precio de este producto, estaría relacionado con una menor siembre durante este año, además de haberse visto afectado por algunas heladas.
“Las frutas y verduras varían mucho de precio por factores estacionales, hay también factores climáticos, como sequías, además de temas logísticos y una parte muy fuerte de especulación –explicó el economista Miguel Calvete, director del Instituto Argentino de Estudios de Consumo Masivo-. No olvidemos que el sector fruti hortícola se comercializa, en más de un 75%, por mercados concentradores o mayoristas y ahí es donde vemos distorsiones de 6, 8, 10 ó 12 veces en el precio que llega al minorista”.
El segundo lugar en el ranking de mayores aumentos en la Patagonia lo obtuvo el azúcar, con una suba del 191,9%. El paquete por kilogramo pasó desde un precio de $89,06 en octubre de 2021, $259,97 en octubre de este año.
“En el caso de la azúcar no hay mucha explicación desde el punto de vista económico –reconoció Calvete-. Si bien se trata de un comodity (materia prima con demanda internacional) y estos tuvieron un incremento a nivel global, esa sube fue del 20 o hasta un 40%, pero en el azúcar no se explica un salto tan fuerte. Lo que sí se observa con claridad, en este y otros mercados como la yerba, son posiciones muy dominantes y cartelización de precios, lo que se refleja a la hora de comprar”.
El podio de los tres precios que más escalaron en la Patagonia se completa con los huevos de gallina, que tuvieron una evolución de casi un 136%. En octubre del año pasado, el precio era de $175,68, para elevarse hasta los $414,06 en octubre último.
La harina común, otro producto de alta demanda en sectores populares, tuvo una evolución del 120%, al elevarse desde $68,44 en octubre del año pasado, hasta los $150 en octubre de este año. Los fideos guiseros, derivados de aquel insumo, treparon un 117%, saltando desde los $84,92 hasta los $184,56, en sólo un año de diferencia.
El aceite de girasol, probablemente a causa de la suba de precios internacionales, elevó su valor en casi un 115%, desde $305,18 hasta los $655,46, según los precios relevados por el INDEC en la Patagonia.
La carne picada común es otro alimento que confirma una inflación que lleva a duplicar los precios a lo largo del último año. Mientras que hasta el décimo mes de 2021 se conseguía un kilo por $540,21, un año después se elevó hasta los $1.103,11, lo que significa un 104% de incremento.
La leche en sachet, otro producto de consumo popular, subió 103%, elevándose desde $110,16 un año atrás hasta los $22,98 registrados el mes pasado.
La línea de pobreza en Comodoro se ubicaría entre 155 y 161.000 pesos
Por fuera de la canasta alimentaria, los productos de limpieza que mide el organismo en la región también presentaron subas importantes: el detergente, con un 103%; la lavandina, con un 126% y el jabón de tocador, con un 140%, confirman que los precios subieron mucho más del doble en los últimos 12 meses.
Con estos niveles de precios, es posible estimar que la canasta básica en Comodoro Rivadavia, para el mes de octubre, se ubicaría en no menos de 155.000 pesos. Esta estimación surge de aplicar el 9% de incremento, contra el mes de septiembre, que detectó el INDEC en la medición que realiza en la zona de Gran Buenos Aires.
En septiembre último, la canasta comodorense que divulga el Observatorio de Economía de la Universidad local había arrojado un valor de 142.000 pesos. Si además se considera que la medición regional ha reflejado diferencias de hasta un 15% por encima de la canasta del INDEC, entonces la línea de pobreza local no estaría en menos de 161.000 pesos.
Los que volaron por debajo del radar
Frente a esa tendencia alcista, hay sólo 3 productos que quedaron por debajo del 100% de incremento durante los últimos 12 meses, de acuerdo con los registros oficiales del INDEC.
En cualquier caso, esos precios no quedaron muy retrasados, ya que el kilo de pollo entero se elevó un 99,6%, por lo que prácticamente ha duplicado el precio, desde $222,76 un año atrás hasta $454,50 en octubre de este año.
El pan francés es otro producto que quedó en un 94%, elevándose desde $192,71 hasta $374 en el lapso de un año, aunque en Comodoro el precio ya supera, en noviembre, los $400 por kilo.
El dato más curioso es el vinculado al arroz blanco común, según surge de los registros oficiales del INDEC. El precio relevado en octubre del año pasado era de $142,52 por kilo, mientras que un año después es de $203,55, lo que significa una suba de sólo un 42,8%.
Incluso, con variación de marcas, en Comodoro podían obtenerse precios más bajos el mes pasado, como por ejemplo a $157 en un supermercado local, para el arroz de la misma marca del súper, registrando una variación muy baja frente a principios de este año, marcando una suba del 38% desde enero.
“El INDEC toma productos que tienen precios controlados, a través de distintos programas, pero en este caso mide un tipo de arroz que no es el que representa la mayor parte del consumo de ese producto –explicó Calvete-. Por eso las variaciones pueden ir desde un 45 hasta un 89% interanual”.
Además de que los precios de la mayor parte de los alimentos suben mucho más que el promedio de la inflación, queda por ahora el consuelo del paquete de arroz que utiliza el INDEC para su medición. No está muy claro por qué, pero en definitiva el grano se transforma en una alternativa para paliar la olla.
Las perspectivas inflacionarias para el año próximo no son alentadoras. Calvete anticipó que desde el INDECOM estiman que en 2023, los precios subirán alrededor de 24 puntos más que lo que ha estimado el gobierno en el presupuesto 2023, que fijó esa proyección en un 60%.
La conclusión, como decía aquella vieja canción de Alberto Cortez, “es clara y contundente”. Si se permite una gota de humor, ante tanto drama, bien puede parafrasearse a otro cantor popular, el gran Facundo Cabral: “Comeremos arroz… cientos de millones de chinos no pueden equivocarse”.